Parteaguas

Las opciones ante un petróleo a 100 dólares

El planeta se calienta y algunos grupos financieros, conscientes de la situación, evitan vínculos con una industria que evidentemente contribuye al cambio climático.

En el papel, hay una oportunidad grande, pero pasajera de hacer negocio.

México tiene abierto un mercado petrolero en el que el precio del barril alcanzó este año niveles de 120 dólares, no vistos antes para la mezcla mexicana. Esta semana todavía el coctel nacional coquetea con los 100. El margen bruto de esos precios supera 70 dólares.

No hay claridad de cuánto tiempo puede mantenerse esta circunstancia.

Una razón está en la guerra que Rusia inició en Ucrania, pero no es la única. Antes estuvo la presión de la OPEP para no aumentar de golpe la producción de los países árabes más Rusia. El volumen total de suministro no ha alcanzado los niveles de 102 millones de barriles diarios que superó durante los días previos a la pandemia.

Otra causa estuvo en el anuncio de varios bancos para restringir los créditos para las empresas petroleras. ¿Por qué no querrían hacer ese negocio?

Sucede que el planeta se calienta y algunos grupos financieros, conscientes de la situación, evitan vínculos con una industria que evidentemente contribuye al cambio climático.

Menos acceso a dinero implica que éste se encarezca y que las petroleras o sus proveedores enfrenten el pago de mayores tasas crediticias. Eso reduce el número de proyectos nuevos de perforación y extracción.

Pero el petróleo urge para detener la escalada de precio de la gasolina y otros combustibles. La demanda es tal, que el presidente Joe Biden anunció la liberación de crudo almacenado en cuatro enormes cavernas de Estados Unidos. Las sacarán a un ritmo de un millón de barriles diarios. Una referencia: equivale a más de la mitad de la producción mexicana de petróleo.

También dio un golpe sobre la mesa. Exigió a quienes tienen permisos federales para la producción de crudo que los usen. Quien haga caso omiso al llamado, perderá su licencia.

Lo dice incluso cuando su país ha alcanzado y se mantiene en la categoría del mayor productor de petróleo del mundo.

¿Qué podría detener a quien está en capacidad de producir petróleo para elevar la extracción? La incertidumbre juega un rol. Nadie sabe cuándo terminará esta racha de precios altos y apostar ahora es riesgoso, si algo pasa que tumbe los precios.

Hay un elemento adicional: no hay suficientes materias primas para fabricar ductos, piezas y herramientas necesarias para extraer hidrocarburos. Aunque quieran y tengan con qué, es posible que al final no puedan comprar lo necesario para llevar a cabo el proyecto.

¿Qué rol juega México en este escenario? ¿Podrá aprovechar Pemex ésta que podría ser una de las últimas oportunidades para vender caro su petróleo en el extranjero? Parece ser el caso. Los recursos disponibles en la petrolera son usados mayoritariamente para construir una refinería.

La inversión privada en extracción y producción de crudo está permitida por ley, pero detenida en la práctica ante la eliminación de facto de las rondas de licitación de campos petroleros.

¿El gobierno toma decisiones adecuadas en esta coyuntura? Podríamos saberlo hacia el final del sexenio. Lo que debe quedar es registro de que hubo opciones.

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