Parteaguas

¿Ahorrar en el banco? ¿Y si aguantan un poco?

Las razones del Banco de Canadá para subir un punto su tasa de referencia no son muy distintas a las de la Fed o el Banxico.

Eran filas de chorcha. La gente entraba y saludaba al policía, quien probablemente guardaba un drama del Libro Semanal en el bolsillo; luego había que saludar al gerente y de ahí pasar a hacer la cola.

Los bancos recibían a sus papás y a sus abuelos. Quienes podían, depositaban sus ‘ahorros’ en cuentas bancarias de ‘pagarés’. Había un incentivo: si depositaban 100 mil pesos, al final del año podían pasar de nuevo a recoger 130 mil pesos, de manera segura. Eso compensaba niveles de locura en el aumento mensual de los precios.

Dolía tanto pagar una triste pluma, que Paper Mate promovía insistentemente en la TV un bolígrafo llamado Kilométrico, cuyo valor está en ser barato y durar ‘kilómetros’ de tinta.

Pero a ustedes en este siglo les tocó una era de décadas de inflación minúscula y por eso los bancos ofrecieron tasas de risa a quien guarda su dinero en cuentas de ahorro… eso ocurrió hasta el año pasado. Ahora piensen en cuánto duele pagar la despensa y la gasolina en estos días y notarán que algo está pasando.

Si tienen 100 mil pesos de ahorros en su cuenta de nómina y los dejan ahí, dentro de un año valdrán el equivalente a unos 90 mil pesos de hoy. El dinero se está haciendo chiquito porque los precios suben rápidamente. Da igual si es en pesos o en dólares.

Ayer, en Estados Unidos reportaron una inflación anual de 9.1 por ciento. Esos números solo los vieron sus tíos por ahí de 1981.

En México, la cosa no está mucho mejor. Vaya, hasta los tranquilos canadienses sacaron este miércoles el ‘extinguidor’. El Banco de Canadá -que imprime los dólares canadienses- ayer apostó a amarrar las manos de los consumidores disparando las tasas bancarias que pegan en el costo de hipotecas o de tarjetas de crédito, para que duela hacer compras en estos días y con ello provocar que los comercios bajen sus precios por una eventual caída en ventas.

Elevaron 100 puntos base su tasa de referencia… ni Banxico ha hecho eso este año, todavía.

Pero éste ya reaccionó. También quiere detener las compras de los mexicanos y con ello provocar que los supermercados, las tiendas departamentales, los constructores de casas y de coches, bajen sus precios, que hagan descuentos.

Ha subido su tasa de referencia insistentemente y eso provoca un aumento en los costos que representan sus tarjetas de crédito, que ojalá ya tengan en ceros. También se elevan las tasas de las hipotecas que ahora dejan los departamentos al alcance de menos gente y ni hablar de los préstamos para las empresas, que ponen estos días a la gente de finanzas a ejercitarse en Excel.

El informe de las razones del Banco de Canadá no es muy distinto de lo que dirán la Reserva Federal y el Banco de México cuando muy probablemente eleven las suyas otra vez, en las siguientes semanas.

“Las encuestas indican que más consumidores y empresas esperan que la inflación sea más alta durante más tiempo, lo que aumenta el riesgo de que la inflación elevada se consolide en la fijación de precios y salarios. Si eso ocurre, el costo económico de restaurar la estabilidad de precios será mayor”, advirtieron los vecinos norteños, que de cualquier modo mostraron ‘optimismo’:

“La actividad económica se desacelerará a medida que el crecimiento mundial se modere y una política monetaria más estricta se abra paso en la economía. Esto, combinado con la resolución de las interrupciones del suministro, restablecerá el equilibrio entre la oferta y la demanda y aliviará las presiones inflacionarias. También se prevé que los precios mundiales de la energía disminuyan”.

Todo lo anterior, si se cumple, quiere decir que en México estamos a semanas o meses de ver tasas que paguen a los ahorradores un número cercano al 10 por ciento anual en esos productos llamados ‘pagaré'.

Luego, podrían bajar nuevamente, si la inflación cede un poco.

Ustedes tendrán una ventana de oportunidad para amarrar buenas ganancias si depositan su dinero en esos productos y esperan, digamos un año, para recoger los frutos.

Quizás no tengan que ir a la sucursal ni saludar al gerente, sino abrir una aplicación en su smartphone y hacer el proceso que les indiquen. Solo tal vez haya que esperar un poco.

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