Es el tema del momento. La posibilidad de que la gente vuelva a caer en una recesión económica confronta a economistas estos días. ¿Qué puede ocurrir si se concreta?
México y el resto del mundo enfrentaron ya en este siglo al menos tres recesiones, periodos en los que la economía se ‘achicó’ y hubo menos dinero para repartir, la primera fue la de 2001, luego del ataque a las Torres Gemelas, hubo otra en 2009 y la más reciente, en 2020.
El golpe de estas dos últimas fue extraordinario. Una es nombrada ya en los libros como la Gran Recesión y la última será referida como ‘la pandemia’. Hasta ahora, no parece haber una situación siquiera cercana a los sucesos de esos dos años.
La de 2009 fue una crisis financiera detonada por inversiones indebidas en proyectos inmobiliarios en los que pocos se ocuparon de revisar que los compradores pudieran pagar.
Cuando salió a la luz la ausencia de dinero real en el mercado por enormes filas de gente que no pagó su hipoteca, cundió el pánico. Todos trataban de recuperar su dinero y sacarlo de donde estuviera. Hubo caos y quiebras en los bancos… de Estados Unidos, la nación más poderosa del mundo.
La de 2020 hizo tropezar la oferta. Cierres de fábricas, restaurantes, tiendas impidieron a sus dueños cobrar lo habitual. La gente cambió su modo de consumir para trasladarse al ambiente digital y ahora mismo continúa la ‘limpieza’ de la economía.
Solo los más eficientes sobrevivirán en el nuevo ambiente de negocios.
Hoy los economistas discuten si vendrá nuevamente una recesión, pero basados en lo que conocemos hasta ahora: la inflación. Las cosas suben de precio aceleradamente y nada contiene el ascenso, eso puede motivar una caída en las compras y por tanto, una recesión.
¿Eso puede disparar una crisis? Depende para quién.
El líder de Cinépolis, Alejandro Ramírez, en 2009 estaba seguro de que la recesión no le pegaría porque la gente que no tuviera para ir de vacaciones por problemas económicos, sustituiría sus necesidades de entretenimiento yendo al cine.
Tuvo razón. Pero habría que ver lo que opina de los días de los confinamientos cuando, 11 años después, sus salas fueron cerradas para detener los contagios.
Durante los peores días de esta pandemia, Liverpool y El Palacio de Hierro fueron agobiadas por los cierres obligatorios y por el temor de la gente a salir a la calle. Pero en el proceso, Mercado Libre se convirtió en la empresa más valiosa de Latinoamérica.
Durante los golpes de cada recesión, consciente o inconscientemente ustedes suelen adaptarse, también las empresas.
Este fin de semana, el medio neoyorquino The Wall Street Journal publicó cómo la fabricante de Corona y Budweiser, AB Inbev, se beneficia de que la gente está empezando a comprar más cervezas baratas en lugar de otras bebidas.
Las recesiones suelen parecerse a ese viejo juego de Serpientes y Escaleras en el que unos caen y pierden posiciones, mientras otros suben inesperadamente una escalera. Todo depende de dónde les toque estar parados.
En este 2022 los pronósticos de crecimiento económico siguen haciéndose sobre la base de hechos conocidos. Estos anuncian que de darse, la recesión podría ser rápida y pasajera.
El problema está en lo que desconocemos, que es lo que motivó las dos recesiones más recientes. Nadie sabía que venía una pandemia y menos el tiempo que duraría.
A esos ‘cisnes negros’ pueden sumarse los ‘cisnes verdes’ de los que ya avisó el Banco de Pagos Internacionales, a cargo de Agustín Carstens, al referirse al impacto de una crisis climática.
Creo que hasta ahora casi nadie espera una crisis económica en China, por ejemplo, que ha sido el motor de la economía durante dos décadas.
La semana pasada renunciaron el director general y el director de finanzas de la mayor inmobiliaria de ese país, la emproblemada Evergrande. Al parecer, ellos usaron 2 mil millones de dólares en depósitos como garantía para que terceros obtuvieran préstamos bancarios. Acaban de darse cuenta de que algunos prestatarios no pudieron pagar.
¿Viene una recesión? ¿Tendrán ustedes problemas? Depende de la silla que les toque.