Parteaguas

‘El Charco’ aguantó precios… hasta donde pudo

Lo que tenemos es un alza global de precios que a decir verdad, el Banco de México encabezado por Victoria Rodríguez Ceja, capotea bien.

Finalmente, cada taco al pastor, el Charco de las Ranas lo vende ya a 43 pesos. Ese es un precio casi 10 por ciento mayor que el que tenían previo a la pandemia.

Al mundo se le atravesó un virus, luego sequías, problemas de suministro de todo y una guerra. Un taquero puede capturar trozos de piña en el aire para órdenes que van “con todo”, pero hay retos que le superan.

La inflación arrecia. Ayer, el Banco de México puso dos pies en el freno del coche. Elevó su tasa de referencia a 8.5 por ciento anual. Es la primera vez en su historia de autonomía que llega a ese nivel. La intención es, aunque parezca raro, dificultarles a ustedes las compras.

Las empresas ahora tendrían que pagar más por un préstamo y quizás ya no lo tomen en este momento. Lo mismo para los peatones, que estos días enfrentarán dificultades adicionales para acceder a una hipoteca. Las empresas no pueden crecer más y los peatones detienen compras relevantes.

Consecuentemente, los comerciantes deben bajar sus precios para sacar el inventario y eso debe bajar los precios. Esta es la lógica del Banco Central, a muy grandes rasgos.

Hace un mes platiqué con el experto en tacos Ricardo Añorve, fundador de la cadena de restaurantes Sonora Grill. Me comentó que los empresarios sacan la casta en estos días para evitar un alza mayúscula de precios. Lo hacen negociando con los proveedores que reducen precio y ganancias, en ánimo de seguir vendiendo.

De cualquier modo, la ola internacional inflacionaria sigue en marcha, veamos.

Para quien hace tacos al pastor lo esencial es la tortilla y la carne de cerdo. De acuerdo con el Inegi, ambos insumos elevaron su precio 33 y 26 por ciento, respectivamente, desde los días previos a la pandemia. Eso está por arriba de los incrementos del Charco y valida la versión de Añorve.

¿Por qué sube la tortilla? Homero López fue entrevistado esta semana por El Financiero Bloomberg. Él es el presidente del Consejo Nacional de ese producto y recordó que el precio se eleva no solo porque sube el maíz, el gas para cocinar y el diésel y la gasolina para transportar todo, sino también, ojo, porque aumentan las tarifas del acero de las máquinas de tortillería, que deben reponerse con mucha frecuencia. Vaya. Si el acero sube de precio, el calor de ese cambio va a dar muy cerca del cilantro y la cebolla.

¿Y qué hay de la carne de cerdo? Tomen como ejemplo el caso de Grupo Bafar, presidido por el chihuahuense Eugenio Baeza Farés. Sus ventas crecen este año, pero sus ganancias bajan en términos relativos.

En 2019 obtuvo una utilidad operativa de 30 pesos por cada 100 que cobró y ese número bajó a 25 pesos en este 2022, de acuerdo con datos recopilados por Bloomberg.

Es muy simple, esa ganancia es la diferencia entre lo que cobró y lo que pagó para operar la empresa.

En la operación el negocio se hizo menos rentable, lo que denota que algo debieron ceder. Luego echaron a andar una maquinaria financiera para componer el EBITDA, que es un dato más técnico que podemos visitar luego.

Lo que tenemos es un alza global de precios que a decir verdad, el Banco de México encabezado por Victoria Rodríguez Ceja, capotea bien.

Consideren que si bien ayer elevó sus tasas de interés 0.75 puntos para ubicarla en 8.5 por ciento, esa elevación extraordinaria es incomparable con la dimensión del problema en Argentina.

En esa nación ubicada al fondo del continente, ayer elevaron también su tasa de interés de referencia, pero la aumentaron 9.5 puntos porcentuales, para dejarla en 69.5 por ciento.

Acá conviene la prudencia. No esperen una baja de precios próximamente.

El Banco de México advirtió que hay presiones inflacionarias todavía derivadas de la pandemia; alzas en los precios agropecuarios y de energía debidos a la injusta aventura de Vladimir Putin en Ucrania, y ojo, una posible depreciación cambiaria.

Si van a los tacos, pidan una orden de cuatro, o agua en lugar de refresco. Eso puede ayudar temporalmente. ¡Provecho!

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