Llegó diciembre y algunos de ustedes comprarán regalos. El año pasado, varios presumían de haberse comprado hasta NFTs de unas caricaturas de changos; hoy pocos recuerdan qué es eso y no de buena forma.
¿Quieren comprarse una inversión? Vaya momento.
Este 2022 barrió con las intenciones de quienes arriesgaron dinero el año pasado para tratar de obtener fortuna un año después. Pero ¿2023 podría ser mejor? Hasta quienes compraron dólares la Navidad pasada, hoy cuentan sus pérdidas.
Hace un año exactamente, el dólar cotizaba en 21.45 pesos y ayer en la noche estuvo en 19.26. Mala suerte.
Aquellos que se asomaron a las criptomonedas salieron rasurados. El bitcoin y el ether perdieron 70 por ciento de su valor. Dicho de otra manera: quienes cambiaron 10 mil pesos al final de 2021 por esos activos, hoy pueden venderlos por 3 mil pesos. (Una anotación aquí: yo estoy del lado de quienes creen que hay valor en el blockchain, base de las criptomonedas).
¿Cómo les fue a los que metieron su dinero al mercado nacional? No perdieron.
De acuerdo, tampoco hicieron una fortuna ni le ganaron a la inflación, pero quien invirtió 10 mil pesos en un combo de acciones de empresas mexicanas, hoy pueden venderlas por 10 mil 400 pesos. Vamos, se ganaron una cena de tacos.
Eso subió el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) en 12 meses contados hasta ayer. Solo busquen en Google “cómo comprar acciones” y encontrarán opciones para entrar a ese juego.
Pero es al IPC a lo que vale la pena poner atención.
Es normal que les aburra el dato cuando lo mencionan en los noticiarios de radio. Es un indicador que prácticamente no se ha movido en cinco años. Datos de Bloomberg detallan que el primer día de diciembre de 2017 el IPC estaba en 47 mil 200 puntos; ayer, en 51 mil 680.
Es una subida de 9 por ciento, ¡pero en cinco años!
Veamos, en ese lapso, un dato comparable de Estados Unidos, el Índice Dow Jones subió 43 por ciento; en Brasil, el Índice Bovespa, 56 por ciento; el de Argentina con su inflación… 525 por ciento.
Volvamos al punto: ¿las principales empresas del país solo elevaron su precio 9 por ciento en cinco años?
¿Qué pasó aquí? En 2016 Donald Trump inició una exitosa campaña de amenaza sobre México que espantó inversiones; en 2017 Andrés Manuel López Obrador hizo la suya con similares resultados y concretó su meta de obtener la presidencia en 2018.
Esto es independiente de filias o de fobias. Ambos vinieron a mover el tapete y los inversionistas huyen de la incertidumbre.
Al final de 2019 llegó una pandemia que cambió más la circunstancia: modificó las reglas de consumo de petróleo y de electrónicos, dos de los insumos más importantes de la industria.
Cuando el mundo huía de un virus, en 2022 Vladimir Putin inició una absurda guerra que acentuó los problemas y restringió, además, el flujo de comida.
Todo lo anterior debía tener un efecto, especialmente para un país que sumó incertidumbre al virar hacia el control del Estado en materia de energía, infraestructura aérea y de puertos, por ejemplo. Todo lo que necesita una nación para enviar lo que vende.
Probablemente lo anterior les brinde una idea de por qué se estancó el valor de las empresas mexicanas, entre las que se encuentran empresas tan conocidas como Grupo México, Grupo Maseca o Liverpool.
Pero ahora viene 2023 y la verdad, las cosas pintan interesantes para analizar, al menos, comprarse acciones en Navidad. El gobierno mantuvo la estabilidad macroeconómica al no rebasar el límite de gastos, y conteniendo el interés de influir en el Banco de México.
También, de manera imprevista, llegan muchas inversiones procedentes de China y Estados Unidos para instalar en el país fábricas que antes estuvieron en Asia, o adicionales a las de allá. ¿Pudo lo de ayer ser un aviso? El IPC subió 3 por ciento en un solo día.