Se acabó, ya no parece haber ciudades ‘baratas’. Si ustedes se sienten parte de la clase media mexicana, tal vez les pasó alguna vez por la cabeza comprar un departamento fuera de la Ciudad de México, por su accesibilidad. “Porque es más barato”.
Ya no luce así el panorama para quienes buscan estar cerca de cines, teatros, restaurantes u oficinas. Los precios en Monterrey, Guadalajara, Querétaro, Cancún o Mérida, pueden ser comparables con los de la capital del país.
“Departamentos y lofts en preventa Vía Roma. Av. Cuauhtémoc, Colonia Roma, desde 2 millones 739 mil 800 pesos”, así reza el anuncio de una vivienda en conocida zona de la Ciudad de México, dentro de Inmuebles24, un sitio especializado.
No es muy distinto de estos: “Precio: 3 millones 100 mil pesos. Av. La Vereda 200 La Cantera, San Jerónimo, Monterrey”; “Levitat 20 Twin Towers. Desde 2 millones 650 mil pesos”, en Playa del Carmen; “Precio: 2 millones 750 mil pesos. Camino Real de Carretas Milenio III, Querétaro”; “DÚO 24 Av. Adolfo López Mateos 4255 Sur Zapopan, México Loma Bonita, desde 2 millones 941 mil 400 pesos”, en Jalisco; “2 millones 971 mil 500 pesos, San Ramón Norte, Mérida”.
Todas esas opciones son zonas con una infraestructura relativamente comparable con la de la Colonia del Valle o la Roma, en la Ciudad de México, anunciadas todas en el mismo medio.
Cambiamos durante los confinamientos y quienes quieren comprar una casa no necesariamente buscan lo que ofrece la Ciudad de México.
Se acabaron las diferencias de precio, al menos para este segmento de mercado que en la era posterior a la pandemia percibirá menos accesible una casa en provincia.
Hay una referencia oficial que indica lo que pasa con la vivienda en México. Es la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), cuya misión es acercar financiamiento a quien construye departamentos y casas.
Sus estudios trimestrales muestran que los aumentos en la capital del país están debajo del promedio.
Mientras a nivel nacional la vivienda aumentó 8.4 por ciento en un año contado hasta septiembre, en la Ciudad de México los precios se elevaron 7.1 por ciento, de acuerdo con esta fuente. Ojo, es un dato alto respecto al año pasado, cuando apenas se elevaron 2.6 por ciento para estas fechas. Los datos de este 2022 dan señales de una tendencia alcista en proceso.
Pero hasta ahora, la Ciudad de México se mantiene abaratada comparada con lo que sucede, digamos, en Quintana Roo y Baja California Sur.
En esos estados peninsulares, la vivienda aumentó su precio más de 13 y por ciento durante solo 12 meses, con la locura de un par de municipios: Solidaridad (Playa del Carmen) y Los Cabos, en donde se elevaron más de 14 por ciento. Bahía de Banderas, en Nayarit, muestra una circunstancia similar.
Esas regiones están muy expuestas al mercado extranjero o de inmigrantes, que se ha volcado por oportunidades en México.
Otras ciudades tienen alzas anuales más cercanas al promedio del país, pero aún por encima de 10 por ciento: Mazatlán, Morelia, Acapulco o Ciudad del Carmen, en Campeche, están en esa situación.
¿Qué puede venir ahora? Mientras la demanda continúe y sigan elevándose las tarifas de los insumos para construir casas, será difícil esperar una estabilización de precios. Solo el cemento todavía mostró en octubre un alza anual de 18 por ciento, de acuerdo con el INEGI.
Así que, para algunos queda la opción de comprar un terreno en afán de crear un patrimonio, ahora que el Infonavit ofrece créditos para comprarlos o para construir sobre ellos. Pero ahí hay riesgos considerables, particularmente en esas ofertas de “50 mil pesos”. De eso escribiré aquí pronto.