Son días duros para tener 30 años. Pagar una casa propia implica una mensualidad de unos 10 mil pesos, cuando menos, y eso es más que lo que ‘gana’ la mayoría en esa edad. ¿Lo más complicado? Que esa cifra probablemente seguirá subiendo este año.
Es lo que quiere el gobierno, parar la inflación. Si dificulta las compras, hay menos ventas y los constructores deben reducir precios. Es el trabajo del Banco de México, cuidar el poder adquisitivo del peso.
Al grano: puede que este no sea el mejor año para amarrar un crédito en afán de comprar una casa y conviene analizar si deben esperar a 2024.
¿Hay alguna luz? Todo este contexto abrió una brecha de oportunidad para el Infonavit. Quien necesita un crédito difícilmente encontrará tasas más bajas en un banco comercial.
Banxico encareció el dinero. Subió su tasa de interés de referencia a 10.5 por ciento. Hace dos años estaba en 4 por ciento.
Si los bancos quieren hacer negocio, deben cobrar tasas de interés por encima de la tasa objetivo de este banco central y eso es lo que empieza a ocurrir, justamente; eso eleva las mensualidades para quienes consigan un crédito para comprar una vivienda en estos días.
La tasa más baja que ofrecieron los bancos en noviembre fue de 9.28 por ciento; la más alta, de 15.06, de acuerdo con los datos más recientes de la Comisión Nacional Bancaria de Valores.
¿Por qué es importante el asunto? Porque tres puntos representan la diferencia entre pagar una mensualidad de 10 mil pesos o una de 11 mil 500 pesos, por cada millón solicitado.
Eso implica 18 mil pesos anuales, que bien pueden pagar unas vacaciones modestas en la playa.
Es ahí en donde el Infonavit representa una oportunidad. Las tasas que ofrece la institución están entre 1.9 por ciento y 10.45 por ciento y de acuerdo con lo expresado por su director al cierre del año pasado, no hay intención de aumentarlas en 2023.
Esa es la buena noticia. ¿La mala? No hay casas, vaya, hay muy pocas casas nuevas de las más accesibles:
“La producción de vivienda es uno de los subsectores con mayor contracción derivado de la emergencia sanitaria por Covid-19 y no ha podido recuperar los niveles que tenía; actualmente, se mantiene alrededor de 20 puntos porcentuales por debajo del observado a inicios de 2020″, divulgó el Infonavit en su Reporte Anual de Vivienda 2022. (https://bit.ly/3J3LYdZ).
Es un problema generalizado entre los constructores, que no recuperan confianza en la economía o simplemente carecen de capital para empujar proyectos suficientes de vivienda.
¿Resultado? Los precios de las casas están subiendo.
La inflación para este sector reportada por el Inegi al final de 2022 fue de 3.48 por ciento, que si bien parece pequeña, es mayor que la de 2.71 por ciento de 2021 y de 2.10 de 2020.
Así que habrá que enfrentar durante 2023 precios al alza con créditos que también se encarecen, todo eso en un contexto en el que hay trabajo, pero cada vez más mal pagado para los más pobres.
Este es el escenario que expone el Infonavit en su reporte anual:
“Durante el primer semestre de 2022, la demanda de vivienda en México ha experimentado presiones asociadas a la evolución de la creación de empleo y del crecimiento en el ingreso, el cual ha tenido un efecto diferenciado, afectando principalmente a la población de menores ingresos, lo que podría incidir en las expectativas de adquisición de bienes de largo plazo, como lo es la vivienda”.
“Es importante mencionar que en los últimos 12 meses se incrementó la brecha entre el crecimiento de los precios en el mercado hipotecario y el correspondiente con el ingreso de los trabajadores formales en el país”.
¿Resumen? Este año quien pretenda comprar una casa debe pensarlo más concienzudamente y si la decisión es adquirirla, conviene tratar de hacerlo por la vía del Infonavit.