Quizás porque es poco conocida, casi nadie reparó en la relevancia del anuncio. La compañía se llama New Fortress y su futuro lo sembró en Altamira.
Su negocio mexicano tiene una relevancia global, y también algunos vínculos con el basquetbol de la NBA…
En las aguas cercanas a ese puerto de Tamaulipas, la empresa arrancará la operación de un complejo marino para enfriar gas y enviarlo en barcos a clientes del otro lado del océano. Pemex está dentro del negocio.
Gas natural licuado (LNG, en inglés) le dicen a ese hidrocarburo enfriado a una temperatura de alrededor de menos 160 grados centígrados, con lo cual se condensa en un estado líquido, lo que reduce su volumen en un factor de alrededor de 600 veces.
Este proceso de licuefacción permite que el gas natural sea transportado en barcos que tienen la forma de esos viejos ‘banana split’ con todo y sus bolas de helado.
Es un negocio que estalló en Estados Unidos a partir de 2016, debido a la demanda de Asia y recientemente de Europa, región afectada desde el año pasado por la guerra del líder ruso Vladimir Putin en Ucrania, que interrumpió el suministro a sus vecinos.
En ese año, las empresas instaladas en el país norteamericano exportaron menos de 200 mil millones de pies cúbicos de gas natural licuado. En 2022 vendieron en conjunto 3.8 billones de pies cúbicos. Casi 20 veces más.
El proyecto mexicano de New Fortress contempla de inicio una exportación de casi 70 mil millones de pies cúbicos anuales a partir de este verano.
El gas para exportación vendrá de Texas por la vía del ya existente ducto marino que alimentará directamente la terminal de licuefacción. También, de Pemex, luego de una inversión de casi 3 mil millones de dólares aportada entre ambas compañías y que podría entregar producción de gas nacional a partir del año próximo.
La empresa energética New Fortress es encabezada por Wes Edens, un millonario surgido del sector financiero, pero que cobró algo de fama al invertir en los Milwaukee Bucks, un equipo de basquetbol profesional de la NBA que resultó campeón en 2021.
Esa compañía está valuada en poco más de 7 mil 500 millones de dólares (market cap) y el año pasado cerró con ingresos por 2 mil 368 millones de dólares, de acuerdo con datos recopilados por Bloomberg.
En su más reciente reunión con accionistas, el director de finanzas, Christopher Guinta, brindó detalles sobre los trabajos actuales en Altamira.
“Las plataformas se remolcarán a Altamira a medida que se completen, cuando se espera que la conexión en alta mar se termine en junio”, comentó el directivo el 28 de febrero.
“Se espera que el primer gas llegue a las unidades a fines de junio y nuestra primera producción de LNG será en julio de 2023″.
El boom del gas natural licuado tiene que ver con el precio que están dispuestos a pagar los clientes ultramarinos. Mientras en Louisiana cerró la semana pasada a un precio de 2.72 dólares por millón de BTUs –de acuerdo con la referencia del Henry Hub– en Europa los precios rondan estos días los 15 dólares por unidad, una tarifa que se convierte en incentivo para los inversionistas.
Es probable, sin embargo, que una reciente baja en los precios internacionales de gas natural haya postergado un plan más ambicioso por parte de la organización de Wes Edens.
“New Fortress Energy ha recortado severamente su producción prevista de LNG a partir del desarrollo de nuevas unidades de licuefacción Fast LNG (FLNG), y espera que solo una unidad esté operativa desde mediados de 2023 hasta 2025, en vez de las cinco comentadas previamente”, destacó recientemente la consultora Argus, en un reporte.
México tiene antecedentes. El país ha sido importador de gas natural licuado, pero este proyecto implicaría su entrada al comercio internacional en sentido inverso.
No se trata, además, de la única empresa metida en el negocio. La californiana Sempra prepara el suyo en las costas del Pacífico, eso habré de abordarlo aquí posteriormente.