Hace menos de 200 años era todavía parte del territorio nacional. Nuevo México se consolida ahora como la mayor fuente de petróleo en Estados Unidos, detrás de Texas.
La producción de crudo de ese estado colindante con Sonora y Chihuahua aumentó en 300 mil barriles diarios el año pasado y alcanzó un total de 1.6 millones de barriles diarios; Pemex cerró 2022 entregando 1.57 millones de barriles al día.
Para febrero de este año, Nuevo México ya entregaba 1.8 millones de barriles diarios de crudo. La petrolera de los mexicanos reportó 1.58 millones en el mismo mes.
La tendencia en ese estado extranjero apunta a que allá los números sigan subiendo:
“En 2022, por tercer año consecutivo, la producción de petróleo crudo creció más en Nuevo México que en cualquier otro estado de Estados Unidos”, destacó la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA) la semana pasada en un comunicado.
Que solo un estado ya aporte más producción petrolera que un país entero como México revela el tamaño adquirido por las actividades económicas en Estados Unidos que es desde hace algunos años un titán también en este rubro. Es el mayor productor de petróleo, por encima de Rusia, Irak, Arabia y otros países de Medio Oriente.
¿Cuál es la fuente de riqueza petrolera de Nuevo México?
En Nuevo México yace una parte de la Cuenca Pérmica, una enorme región de 400 por 480 kilómetros de ancho y largo, compuesta por más de 7 mil campos de producción en donde se extraen los restos de plantas y animales muertos hace más de 250 millones de años. Representa casi 40 por ciento de toda la producción de petróleo en la nación vecina y 15 por ciento de su producción de gas natural.
La otra parte de esa enorme reserva está en Texas, cuya producción diaria hace tiempo que superó los 5 millones de barriles diarios.
La Cuenca Pérmica entrega a los estadounidenses no solamente petróleo, sino una seguridad energética que permite a esta nación dar golpes sobre la mesa e influir en cambios geopolíticos como el provocado por Vladimir Putin y su inexplicable matanza en Ucrania que desajustó además el mercado del petróleo y el gas.
Estados Unidos ahora suministra directamente gas natural licuado enviado por barcos hacia Europa, sustituyendo junto con Qatar una parte del suministro que solían entregar los rusos a naciones como Alemania.
Analistas de la potencia norteamericana vaticinan que su poder energético seguirá creciendo, basado en la producción de las empresas internacionales que allá operan.
“La producción de petróleo crudo de Estados Unidos siguió creciendo año tras año en un promedio de 1.2 millones de barriles diarios en enero y febrero de 2023″, escribió Merek Roman, de la EIA.
“Pronosticamos que la producción de petróleo crudo de Estados Unidos seguirá aumentando en 2023 y 2024. En nuestra perspectiva energética a corto plazo de mayo, pronosticamos que la producción total de petróleo crudo de Estados Unidos aumentará a 12.5 millones de barriles diarios en 2023 y a 12.7 millones de barriles diarios en 2024″.
El poder detrás del dólar
Durante esta semana y lo que resta de mayo, los economistas hablarán de un tema como el más relevante: el techo de la deuda de Estados Unidos.
Esa nación depende de que el resto del mundo le siga prestando dinero a cambio de “pagarés” que son esos billetes llamados dólar, que como el resto de los billetes solo sirven si pueden comprar servicios o cosas. Su gobierno quiere aumentar ese techo.
Para comprar cosas estadounidenses es necesario tenerlos y por eso el resto del planeta a través de sus bancos intercambian sus monedas por dólares. Estados Unidos no solo tiene Microsoft, Apple, Tesla y una lista de marcas que el mismo gobierno empuja para que los demás sigan pidiendo billetes verdes. Ahora cuenta además con más petróleo y gas, indispensable, por ejemplo, para cargar la pila del celular de la mitad de los mexicanos.
Que Estados Unidos deje de pagar sus deudas como algunos esperan, es poco probable. Que pierda pronto influencia y poder es imposible.