Si preguntan a la gente en México qué es lo más importante que ocurre en estos días, algunos responderán que la preparación de las elecciones del fin de semana. En especial las del Estado de México.
Otros, probablemente harán referencia a otra votación a celebrarse hoy, pero en Estados Unidos, vinculada con el “límite de crédito” de la mayor “tarjeta” del mundo, la que financian otros países al gobierno de esa nación que regularmente pide más y más.
Irónicamente, no son sus prestamistas ni otras economías las que definen eso. Hoy sus propios legisladores deben determinar si dan su venia. El mundo está dispuesto a hacer el favor.
Guardando proporciones, ambos son temas relevantes para la historia de Norteamérica. Pero otro menos visible abre la ventana a una posibilidad que George Orwell imaginó el siglo pasado, una que no involucra el futuro regional sino el de la humanidad: la potencial llegada del Big Brother, consignada hace 74 años en la novela 1984.
Ayer, ustedes leyeron en este espacio y en otros medios la circunstancia de Nvidia, que alcanzó un valor superior a un billón de dólares.
Es tanto dinero, que los mexicanos tendrían que usar todos los salarios de su gente, las ventas de todas sus empresas extranjeras y nacionales (sí, Walmart o Telcel incluidas) y todo el dinero que se produzca durante un año, para pagar esa compañía. A ver con qué compramos frijoles.
Nvidia es una empresa que nadie ve, pero que habita nuestras casas por la vía de aparatos que se conectan al Internet. Particularmente las consolas de videojuegos.
Esos juguetes demandan procesamientos de datos más acelerados que los necesarios en otras computadoras. Eso provocó habilidades extraordinarias en los ingenieros de Nvidia, encabezados por su director, Jen-Hsun ‘Jensen’ Huang.
¿Qué hace más relevante a Nvidia?
Que fabrica GPU, más poderosas que las CPU. ¿Y cuál es la diferencia?
Las Central Processing Unit (CPU) representan el cerebro de una computadora o un smartphone, manejan la mayoría de los cálculos y sobresalen en tareas que requieren una lógica y una toma de decisiones complejas.
Es ideal para ejecutar el sistema operativo Windows o IOS y las aplicaciones que necesitan un alto rendimiento.
La Graphics Processing Unit (GPU) es un procesador paralelo, la “tarjeta de video” que ayuda a representar gráficos y manejar tareas que involucran grandes bloques de datos.
Son chips con esteroides que por su poder, empezaron a usarse en aprendizaje automático y la minería de criptomonedas como el bitcoin.
Las tareas más complejas a menudo se descargan en la GPU de la computadora de su casa para un procesamiento eficiente. Como Nvidia apostó en el pasado por la producción de GPU y no por CPU, rebasó a todos.
Esta semana, su capitán Huang reveló que vienen más innovaciones y por eso muchos quisieron subirse al barco comprando sus acciones. La demanda disparó su precio.
La IA creando IA
Entre las revelaciones de esta semana, una llama en especial la atención de expertos:
“Nvidia está utilizando IA para crear chips de IA. Las cosas se están poniendo meta, pero quizás no de la manera que predijo Mark Zuckerberg” escribió ayer Parmy Olson, una columnista de Bloomberg que cubre tecnología y es autora de We Are Anonymous.
Las musculosas GPU usarán su propia capacidad para hacer GPU más musculosas aún, indefinidamente. Eso acelerará la llegada de robots que ayudarán en su vida diaria a personas discapacitadas, por ejemplo, como los Optimus que pretende vender Elon Musk a partir de este año o el siguiente.
Pero también pueden ayudar a aspirantes a dictadores a desarrollar sin parar contenido en texto y video para redes sociales, que confunda a la población con mensajes que adoctrinen, por ejemplo, para tomar un estado, un capitolio, una corte o un país…
Es momento de tener una discusión adulta al respecto y no solo en Estados Unidos, sino en México. Definan ustedes el nivel de prioridad del asunto.