Parteaguas

Maestra Delfina, hasta Tlaxcala le gana a Toluca

Como hace 50 años, hoy la cecina y el chorizo siguen siendo lo más notable de la capital más cercana a la CDMX, con todas las oportunidades que esa vecindad debería representar.

Toluca es irrelevante. Hasta en la ciudad de Tlaxcala ha crecido más la población en términos relativos durante los más recientes 10 años, como reflejo del interés que genera en la población.

La capital del Estado de México es un reflejo de lo que el PRI pudo hacer durante décadas y simplemente desechó: generar una ciudad que genere empleos bien pagados. Una ciudad próspera, como Monterrey o Querétaro.

Como hace 50 años, hoy la cecina y el chorizo siguen siendo lo más notable de la capital más cercana a la Ciudad de México, con todas las oportunidades que esa vecindad debería representar.

Los políticos se sirvieron del gobierno, pero no pudieron servir a jóvenes que como consecuencia hoy deben buscar oportunidades en otras ciudades.

El turno es ahora del partido político Morena, que pudo ganar la elección a la gubernatura a decir de datos preliminares

Tan poco interés hay entre los mexicanos por vivir en Toluca, que parece estancada la demanda por las casas de esa ciudad. Ganaron solamente 7.7 por ciento en valor durante un año contado hasta marzo 2023. Digamos, 77 mil pesos por cada millón, desde 2022.

Parece un dato trivial, pero recuerden que la vivienda es el principal patrimonio de la gente, mientras más aumentan las casas, más se enriquecen las familias. Pero está al fondo de la tabla comparativa de precios que estructura la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) y los habitantes de la capital mexiquense ven tanta elevación de valor en sus propiedades como aquellos de Huejotzingo y Tlacolula de Matamoros, de acuerdo con esa fuente.

En Tlaxcala las casas aumentan su precio 9.7 por ciento este año. En Monterrey, 11.5 por ciento; en las lejanas peninsulares La Paz y Mérida, se elevaron 18 y 12 por ciento en solo 12 meses.

¿Quién quiere vivir en Toluca?

Lo vemos en varias ciudades. Los extranjeros toman la Condesa y la Roma, en la Ciudad de México. Los coreanos parecen “invadir” Pesquería, un municipio cercano a Monterrey. Junto con ellos, un montón de “inmigrantes” nacionales se mueven para buscar y encontrar oportunidades.

¿Quién las busca en la capital del Estado de México, que ayer eligió mandatario?

En 10 años contados hasta 2020, la población de Toluca creció 11 por ciento, por debajo del crecimiento poblacional nacional que fue de 12.5 por ciento.

En el mismo plazo, Querétaro –una ciudad que está a más de 200 kilómetros de la capital mexicana– aumentó su población 31 por ciento. Evidentemente, los queretanos han estructurado un modelo económico atractivo, amén de un sistema de justicia que sigue atrayendo personas que desean una mejor calidad de vida.

Toluca, estando a 66 kilómetros de la Ciudad de México, debe hacer más que ofrecer botellas de “moscos” en los locales Los Portales. El Cosmovitral resulta evidentemente insuficiente.

La maestra Delfina Gómez conoce una fórmula

Ocupó un tiempo la Secretaría de Educación Pública. El antecesor de Delfina Gómez le heredó un proyecto importante para conectar a los mexicanos con empleos relacionados con los que pagan mejor: los de tecnología de la información.

Esteban Moctezuma armó un plan para diseminar laboratorios académicos de diseño y manufactura digital, como los necesarios para dar forma a los nuevos Tesla o también la nueva película de Spiderman.

La meta es entrenar a jóvenes en habilidades que les concedan muy posiblemente mejores salarios que los de sus padres.

Baja California, Chihuahua, Hidalgo, Nuevo León, Querétaro, Sonora, Yucatán, incluso el Estado de México estrenaron infraestructura disruptiva para ganar espacios en empresas como Disney o Airbus. Delfina Gómez debe recordar el proyecto y multiplicarlo.

Ojalá lo use para bien de los toluqueños que competirán por la atención que recibirá Texcoco como terruño de la que posiblemente será la próxima gobernadora. Que Toluca gane, que los mexiquenses ganen y dejen de ser el patio trasero de la Ciudad de México.

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