El Hass es el rey… por ahora. Una empresa española invirtió en buscar un sustituto y los investigadores acaban de avisar que lo tienen listo.
Estábamos casi todos encerrados, conociendo una cosa llamada Covid-19 que detonó una pandemia. ¿Quién iba a poner atención en una apuesta de 2.25 millones de dólares por parte de una empresa llamada Eurosemillas SA?
“La UCR (Universidad de California en Riverside) ha firmado una sociedad de 2.25 millones (de dólares) con Eurosemillas S.A., con sede en España, líder mundial en la comercialización de innovaciones agrícolas, para ayudar a la universidad a llevar al mercado los vástagos y portainjertos de aguacate más prometedores y avanzados de su colección”.
Así avisaron al mundo el 9 de junio de 2020 de su intención conjunta, pero esa no iba a ser una noticia que diera la vuelta al mundo. Lo relevante de ese capital es que significaría la culminación de una investigación de décadas llevada a cabo por un científico llamado Bob Bergh, de 90 años de edad.
El 10 de julio de este año, la misma universidad finalmente reveló el resultado de ese esfuerzo de académicos y empresarios:
“Una nueva variedad de aguacate que lleva más de medio siglo en desarrollo pronto estará disponible para los productores en el mercado mundial. Se llama Luna UCR y ofrece a los consumidores un gran sabor, una corteza que se vuelve negra cuando está madura y una alta calidad poscosecha”.
De acuerdo con lo que explicó la institución, el aguacate Luna UCR se desarrolló a través de reproducción selectiva durante generaciones, método tradicional para desarrollar nuevas variedades de plantas.
Esto implicó plantar miles de plántulas de aguacate genéticamente diferentes y seleccionar aquellas con las características deseadas, un proceso que refleja la naturaleza pero está guiado por la intervención humana.
Ojo, no empiecen. No es un organismo genéticamente modificado. Este método es diferente de la modificación o ingeniería genética directa en la que los científicos manipulan el ADN de un organismo en un laboratorio. Se trata más bien de “cruzas”, quizás parecidas a las de los humanos que somos de todos los colores.
¿Y Luna puede competir con el Hass? Sí, es posible en el mediano plazo.
Los promotores de su semilla prometen a los productores beneficiarse de un tamaño de árbol más pequeño, lo que permitirá plantaciones más densas para una cosecha más eficiente y segura, y una poda mínima. Por cierto, sin necesidad de escaleras. También tiene un tipo de flor que lo convierte en un polinizador eficiente para varias variedades de aguacate, incluido el Hass.
Quienes lo han tenido cerca dicen que el Luna es menos cremoso, pero sigue siendo suave y que su cáscara, que también es negra, puede ser un poco más lisa.
Este aguacate esconde una historia que describe el drama en el que algunas veces se basa la riqueza de ciertas sociedades: la del sacrificio de tiempo y vidas. Su promotor, Bob Bergh, murió en 2021 a los 96 años de edad y no alcanzó a ver el final de la historia que él comenzó.
Él dejó a su universidad, a su país, y claro, a los futuros comercializadores, el goce de las regalías que pueda dejar Luna en el futuro. Esta semilla está protegida por una patente pendiente que acredita a Mary Lu Arpaia, y su colega Eric Focht, de la UCR.
¿De qué tamaño es la recompensa? Solamente México exportó 3 mil 321 millones de dólares de este fruto en 2022. Unos 9.1 millones de dólares diarios. Por eso conviene invertir en innovación.
Eurosemillas es una empresa privada, por lo que no hay muchos datos disponibles. Fue fundada en 1969 y presume de tener 200 empleados de 20 nacionalidades, operando globalmente. Colabora con la Universidad de California desde 1989.
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