Los celulares nos escuchan. Ya saben ustedes que después de hablar de vacaciones, les aparecen anuncios de vuelos. ¿Pero los coches?
Los nuevos contienen botones, pantallas, micrófonos que en teoría servirían únicamente para conectar llamadas… pero un nuevo estudio reveló hasta qué punto las empresas automotrices ya entraron también al negocio de los datos.
Si tienen un coche nuevo, más vale que besen a la persona políticamente correcta cuando vayan camino al cine o a la despensa. Ojalá que eso coincida con sus sentimientos.
“Nissan obtuvo el penúltimo lugar por recopilar algunas de las categorías de datos más espeluznantes que jamás hayamos visto. Vale la pena leer la reseña completa, pero debes saber que incluye tu ‘actividad sexual’”, alertó el miércoles la Fundación Mozilla, una organización sin fines de lucro creadora del navegador Firefox que algunos de ustedes ven al fondo de la pantalla de su computadora.
Una conocida coreana también parece interesada en las relaciones íntimas:
“Para no quedarse atrás, Kia también menciona en su política de privacidad que pueden recopilar información sobre su ‘vida sexual’. Ah, y seis compañías automotrices dicen que pueden recopilar su ‘información genética’ o ‘características genéticas’. Sí, leer las políticas de privacidad del automóvil es una tarea aterradora”, subraya Mozilla en su informe que destaca un dato: 84 por ciento de las compañías automotrices estudiadas dice que puede vender los datos que obtiene a proveedores de servicios, comerciantes de información, y otros negocios de los que se sabe poco.
Ojo, manejar un Ford, un GM o un Volkswagen no los aísla de intervenciones. Tampoco pagar más por coches premium como Audi, Lincoln, BMW o Mercedes Benz. Tal vez estas últimas dejen de lado lo sexual, pero igual avisan que harán uso de otros datos. Las más relevantes advierten que pueden guardar registro de los lugares que visitaron.
Acaso Renault y una de sus filiales que no está disponible en México, Dacia, reconocen en sus condiciones que todos los usuarios tienen el derecho de que borren sus datos. Pero de las marcas revisadas, ninguna es perfectamente discreta.
“Nos resulta muy extraño que las aplicaciones de citas y los juguetes sexuales publiquen información de seguridad más detallada que los coches. Aunque las marcas de automóviles que investigamos tenían varias políticas de privacidad extensas (Toyota gana con 12), no pudimos encontrar confirmación de que alguna de las marcas cumpliera con nuestros Estándares Mínimos de Seguridad”, dice Mozilla en su reporte.
La principal preocupación de la Fundación –creada por expertos en tecnología productores de herramientas de código abierto– radica en la imposibilidad de saber si alguno de los automóviles cifra toda la información personal que se encuentra en el automóvil.
Mozilla dice que pidió información detallada por correo electrónico para pedir claridad.
“Pero la mayoría de las compañías de automóviles nos ignoraron por completo. Aquellos que al menos respondieron (Mercedes-Benz, Honda y técnicamente Ford) todavía no respondieron completamente nuestras preguntas básicas de seguridad”.
¿Cuál es el mayor riesgo de que los coches tengan acceso a datos?
La gente está relativamente acostumbrada a lidiar con criminales que puede ver, pero parece ignorar el riesgo que representan todos aquellos que pueden robar desde su casa mediante una computadora, eso que se desdibuja bajo el nombre de “ciberdelincuencia” o “cibercrimen”.
“No abordar adecuadamente la ciberseguridad podría explicar sus historiales de seguridad y privacidad, francamente vergonzosos. Solo analizamos los últimos tres años, pero aún así encontramos mucho por hacer: 17 (68 por ciento) de las marcas de automóviles obtuvieron el calificativo de “mal historial” por filtraciones, hackeos e infracciones que amenazaban la privacidad de sus conductores”, alerta Mozilla.
Estas fallas suponen un trabajo legislativo intenso en cada país. Por ahí hay intentos de regulación en México, como una iniciativa de ley federal de ciberseguridad, del diputado Javier Joaquín López Casarín, del Partido Verde. Pero tantos dispositivos y tantas ventanas abiertas demanda la existencia de una comisión que trabaje de manera permanente en la materia, para actualizar lo necesario.