Somos muy chilangos, ocasionalmente muy mexicanos, y ver lo que hay después de la frontera sur resulta algo más bien exótico. Eso obstruye la visión de oportunidades que otros toman en México… y por eso mismo, en Estados Unidos.
¿Quiénes son los dueños, por ejemplo, de la poblana vendedora de chiles y enlatados Empacadora San Marcos?
La marca no es tan visible como Herdez, pero compite en los mismos anaqueles.
Sus propietarios son guatemaltecos, de una familia particularmente conocida en el país vecino al sur que, lo que son las cosas, con San Marcos ataca el mercado de mexicanos y latinos en Estados Unidos.
El corporativo dueño de esa compañía es el poderoso embotellador de Pepsico, Grupo Mariposa, que circunstancialmente experimenta un momento de expansión al tiempo que su equipo de 16 mil personas encara una sacudida por la inesperada pérdida del capitán que lo llevó a romper fronteras.
Luis Miguel Castillo Lavagnino, presidente de esta compañía que ya opera en 20 países, falleció el 25 de octubre a los 50 años de edad.
¿Cuál es el origen del negocio de su familia? Sus biógrafos refieren a Enrique Andrés Castillo Córdova, el número 10 de 11 hermanos, quien en 1885 fundó la Fábrica de Bebidas Gaseosas ‘La Centro Americana’.
Su matrimonio con María Luisa Valenzuela, en 1892, derivó en el nacimiento de 10 hijos que heredaron el negocio en 1934 a la muerte de su padre. La empresa continuó su crecimiento a través de una sociedad de nombre La Mariposa, que contenía también una fábrica de hielo y helados, en días en los que los refrigeradores apenas aparecían en las casas.
Los hermanos Enrique, Óscar, Roberto y Jorge Castillo Valenzuela convirtieron esa sociedad en Embotelladora La Mariposa, que en 1941 cerró un trato con Pepsico para comercializar esa marca en Guatemala.
Eso revolucionó su perspectiva y dimensión. En 1987, La Mariposa cambió al nombre Corporación Mariposa, que amplió su distribución a otros países bajo el paraguas de Cabcorp o CBC la subsidiaria especializada en esos refrescos.
Hoy, a Mariposa le complementan Beliv, compañía de bebidas saludables; Bia, que vende café y snacks, y San Marcos, originaria de Puebla, adquirida en 2019. En un carril paralelo, Apex Capital funge como el ágil vehículo financiero de inversiones del grupo que le permite hacer adquisiciones de empresas para su crecimiento.
Fue casualmente la compra de la empresa mexicana la que abrió un camino inesperado a este corporativo que poco antes de la pandemia pretendía atacar el mercado brasileño.
Con San Marcos “comenzamos a entender al mercado hispano, que es la mayor economía en Latinoamérica y la quinta economía en el mundo, así que en lugar de ir a Brasil comenzamos con el mercado hispano en Estados Unidos”, dijo todavía Castillo Lavagnino a la revista Estrategia&Negocios, días antes de su lamentable muerte.
El énfasis en el negocio norteamericano provocó que en cuatro años, las ventas en Estados Unidos de San Marcos brincaron de representar 15 por ciento, al 50 por ciento del total, actualmente.
Su constante actividad le valió en vida precisamente al presidente de Mariposa, Luis Miguel Castillo, el premio BRAVO, concedido por el Council of Americas (COA) durante su Symposium 2023, en Miami, el mes pasado.
El corporativo es guiado por Juan Pablo Mata, director general de la compañía, quien trabajaba de la mano con el laureado empresario hasta su fallecimiento.
En esa entrevista para Estrategia&Negocios, el CEO advirtió aparte que la empresa trabaja en lo que llaman su “segundo tiempo”: “Creemos que el mundo está pasando por un punto de inflexión y nuestro grupo también. Estamos trabajando muy fuerte para construir sobre el legado que hemos logrado en este primer tiempo”.
Es la segunda metamorfosis de esta Mariposa, una que incluye en su perspectiva crecer globalmente con un poco de sabor picante de Puebla.