Esto no es sobre política. De eso escribiré aquí pronto. La de 2024 es una carrera profesional por la que empresas están dispuestas a pagar más de 150 mil pesos mensuales.
No importa. Si tienen alguna meta para el siguiente año, bien por ustedes, pero si no hay una curul en su horizonte, consideren la útil habilidad de aprender a escribir.
Algunos seguimos intentando. Si ustedes ya son capaces de plasmar una idea por escrito claramente, tienen una oportunidad de rebasar a todos. Aún en esta era de tecnología y precisamente porque esta era está en marcha, cobra auge la prompt engineering.
Una útil traducción al español de esa profesión podría ser la de “ingeniería de indicaciones”.
Ustedes saben lo útil que es un chat de WhatsApp bien escrito. Todos usamos stickers, pero a la hora de pedir que te manden una transferencia nadie lo explica con dibujitos.
Sucede igual en las ‘comandas’ de los restaurantes. Ustedes han visto al mesero que luego de tomar su orden, va y le pica a una pantalla en la que manda instrucciones a la cocina. Algo similar hace la cajera en el súper.
En los negocios sucede igual a la hora de pedir un cambio ‘al sistema’ para añadir un producto o servicio que debe incluirse también en el sitio web.
Hasta ahora lo resuelven quienes estudiaron códigos de programación. No se asusten, ustedes aprendieron un código en la escuela o no podrían leer este texto.
Lo que ustedes pueden hacer con el abecedario y el vocabulario es similar a lo que hace un full stack engineer en lenguaje Java, que es evidentemente para computadoras.
Pero se juntó la gimnasia con la magnesia en cuanto llegó la inteligencia artificial generativa o como les gusta ahora a los estadounidenses: “Gen-AI”. La mayoría de los mortales la conocimos cuando salió a la luz Chat GPT, de OpenAI.
Esta herramienta es capaz de hablar muchos códigos, incluido el inglés, el español, o el JavaScript. Los humanos que puedan hacer lo mismo dan un paso al frente.
Sabiendo o no de programación, ustedes pueden ir al website de Chat GPT y pedirle que les ayude a desarrollar en su computadora un videojuego simple (probablemente también lo harán en los sitios de Anthropic y Grok, pero no los he probado para esto).
Así de fácil, ésta brinda instrucciones para programar en mi computadora una distracción con el nombre “Atrapa los Objetos que Caen”.
Quizá solicitar un nombre más sexy requiere otra indicación u otro prompt que puedo hacer inmediatamente después. Y ahí es en donde llegamos a la prompt engineering.
Esos prompts o indicaciones no son más que instrucciones hechas con texto a la computadora. Si éstas no son precisas, un proyecto que debía tardar horas, puede retrasarse varios días. ¿Alguna vez les pasó con algún compañero en la oficina?
En la era de la inteligencia artificial, la competencia entre empresas es vertiginosa. Echen un ojo, por ejemplo, a todo lo que ha cambiado para que Liverpool y Walmart compitan finalmente en tiempos con las entregas que hace la gente de Mercado Libre y Amazon.
Contar con empleados que sepan hablar debidamente con la gente y con las máquinas adquiere una dimensión superlativa en cada compañía.
Una ingeniera en prompts debe desarrollar, probar y refinar indicaciones de IA; colaborar con equipos interdisciplinarios; analizar informes y alertar al equipo de ciencia de datos sobre signos de sesgo o lagunas en los datos, por ejemplo.
Entre sus habilidades debe incluir potentes habilidades de comunicación verbal y escrita; competencia en programación; habilidades analíticas y de resolución de problemas; optimización de procesos y gestión de proyectos.
¿Tienen alma máter? Avisen en rectoría que la “Chat GPT prompt engineering” ya está disponible en universidades extranjeras como la Vanderbilt University, que lo ofrece de manera gratuita como una propuesta de nuevos modelos de educación en línea.
Va la propuesta para quien aún no tenga un plan para 2024, no tenga una candidatura política, pero pretenda dar un paso al frente por su cuenta.