Está en el centro del país, además no tiembla, ni llegan ahí el agua ni los vientos de los huracanes.
Por eso y su gente, Querétaro lleva ventaja y obtendrá 5 mil millones de dólares de inversiones que están en camino provenientes de AWS, propiedad de Amazon, que con eso construirá una suerte de ‘tercia sofisticada de almacenes’ durante 15 años. Toma eso, Ciudad de México.
Noten ustedes que este país celebraba hasta hace poco inversiones individuales de mil o mil 500 millones de dólares de alguna planta armadora de coches. Atención, que ésta es más grande y aquí hablamos de ‘bodegas’ de datos, no de productos. Es la famosa ‘nube’, basada en el negocio digital que crece al ritmo de los reels que suben ustedes a Instagram.
¿Pero qué no Amazon era una tienda en línea de libros que luego vendía de todo? ¿Qué harán en esa zona céntrica de México con esa friolera? ¿Qué es eso de AWS?
Primero conviene decir que la empresa fundada por Jeff Bezos sigue vendiendo cosas en línea, pero también se convirtió en ‘almacenista’ hace 20 años.
Es difícil dimensionarlo, pero la información cuando es poca, se guarda en el celular o en la computadora, cuando es mucha, en un site, esos estantes llenos de dispositivos con leds, que generalmente están en la esquina de cada piso de oficinas y que parecen refrigeradores, generalmente negros.
Cuando el volumen de nombres, cifras e imágenes involucra a millones de personas, suelen guardarse en la ‘nube’, que en términos simplificados son montones de sites albergados en edificios de alta seguridad, que se rentan a otros como almacenes de datos. Eso hace AWS (Amazon Web Services), que en México es dirigida por un personaje que los fines de semana gusta de volar aeronaves, Rubén Mugártegui.
Un gigante que crece más
Amazon factura actualmente unos 40 mil millones de dólares correspondientes a todo lo relacionado con ventas al menudeo. Eso va de las compras que ustedes hacen en línea, hasta las escasas tiendas físicas de la compañía y los cobros que hace a otros por vender en su aplicación y sitio web, más la logística que involucra el proceso.
Pero el negocio de AWS crece rápidamente, también. Por esa vía ya vende 8 mil millones de dólares mensuales y el número crece a un ritmo del 13 por ciento.
Recientemente platiqué con Mugártegui, quien me explicó una de las razones: hoy, de toda la información que puede ser guardada en un servidor o site, apenas un 5 por ciento es almacenada en la ‘nube’ de empresas como Apple, Google, Microsoft y AWS.
Eso implica que la oportunidad de crecimiento es todavía 20 veces mayor al tamaño del mercado actual, que en 2023 cerró en unos mil 800 millones de dólares, de los cuales, AWS participa aproximadamente con la mitad y presume de ser líder en el negocio.
¿Cuál es la lógica de transitar a la ‘nube’?
Se basa en principios como los que ustedes comprenden cuando guardan en Outlook o Gmail todos sus documentos personales recibidos vía correo electrónico: los datos están respaldados, la seguridad se recarga en la empresa, no en ustedes, la información es accesible desde cualquier lugar y siempre habrá más espacio para guardar hasta los videos del fin de semana en el ‘Drive’.
AWS presume que el 80 por ciento de las empresas de reciente creación o startups usan sus servicios y en México, entre sus principales clientes están Aeroméxico, Banco Santander México, BBVA, Cinépolis, Kavak, Palace Resorts y Vector Casa de Bolsa, el Gobierno de Michoacán, Monte de Piedad, el ITESM, Kueski, Rappi y SkyAlert.
Lo que anunció ayer esta empresa es que construirá su nueva Región ‘AWS (Central) Region’, consistente en tres instalaciones llamadas “zonas de disponibilidad” independientes, lo que debe redundar en una mayor capacidad y seguridad.
Microsoft y Google habían anunciado previamente sendos proyectos para construir sus propios centros de datos en el país.
Es la nueva infraestructura, poco visible, pero indispensable en un mundo de personas que cada vez tienen tantas relaciones a distancia, como las que tienen con la gente de su colonia.
En ese mundo intangible las oportunidades se abren ahora a la velocidad del pensamiento de la inteligencia artificial