Parteaguas

Bajan los coches, pero sube el mantenimiento

Los chinos sacudieron el mercado internacional con su oferta de vehículos de creciente calidad y bajos precios.

Las agencias suelen tener disponibles coches baratos, aunque en algunos casos, sinceramente feos. Eso parece cambiar rápidamente, aunque lo que sí se pone cada vez más feo es el precio del mantenimiento.

Datos del INEGI revelan un hecho contundente: precisamente en los días que llegan los modelos 2025, los coches están bajando de precio en México. ¿Es el efecto de la competencia China en el mercado nacional? Probablemente.

La cifra oficial es apenas una baja generalizada de 0.1 por ciento en lo que va de este 2024, pero es una reducción que contrasta con los aumentos anuales de casi 10 por ciento que nos dejó como herencia la pandemia.

Vayan a las distribuidoras. A las de Mitsubishi llegó una Outlander Sport, de 458 mil pesos. En las de Renault hay un Kardian, de 355 mil pesos, y Volkswagen ofrece su Taigun, por 368 mil pesos.

Atención, no estamos hablando de marcas chinas que ofrecen vehículos incluso por debajo de esos precios. Changan, por ejemplo, vende una SUV marca CS35 desde 415 mil pesos y MG, un GT deportivo por 390 mil, sin contar su MG5, de 299 mil pesos.

No está claro cuánto pueda durar esa tendencia. La presión que generó en el mercado la competencia de la manufactura china procede de una estrategia del Estado que ya produce reacciones de gobiernos de otros países atentos a una alteración en su mercado interno, producto de la llegada de esos precios. ¿Por qué ocurre eso?

Un poco de contexto. Para generar empleos necesarios para su población, China abrió inicialmente las puertas a todo aquel que quisiera fabricar cosas en ese país sin preocuparse por los salarios o por la ecología, al inicio de este siglo. En 2001 admitió las reglas de la OMC y los países le dieron la bienvenida a su producción, a la que redujeron los castigos y aranceles.

Para acelerar la ocupación y urbanización de su gente, el gobierno chino también enfocó sus esfuerzos en la construcción de torres de departamentos. A la postre, esas viviendas resultaron demasiadas y perdieron demanda, provocando una crisis para Evergrande, uno de los principales desarrolladores.

Generar empleos construyendo inmuebles se complicó al inicio de esta década y el desarrollo del país elevó los salarios de los obreros, reduciendo el atractivo de las empresas de manufactura. Eso se sumó al problema de logística durante los días de la pandemia, provocando el efecto nearshoring.

Así, China se enfocó, entre otras industrias, en la automotriz, pero desarrollando sus propias marcas. Ya sabemos lo que pasa cuando esa nación se concentra en una actividad. Ofrece créditos, subsidios y lo necesario para desarrollarla.

Finalmente, los chinos sacudieron el mercado internacional con su oferta de creciente calidad y bajos precios.

Por esa razón, el gobierno de Joe Biden en Estados Unidos ya impuso un arancel del 100 por ciento a vehículos eléctricos procedentes de ese país y Donald Trump amenaza con imponer un castigo similar a los precios de los vehículos chinos en general, si él llega a la presidencia.

Esa tendencia ha tenido efectos en México. La competencia provocó finalmente una paulatina reducción en los precios hasta llegar a una posible deflación en esa actividad, de acuerdo con los datos más recientes del INEGI.

En términos anuales, los aumentos en los precios de los vehículos han venido bajando cada verano, cuando suelen llegar al mercado los nuevos modelos. Desde un 9.17 por ciento de julio de 2020 a julio 2021; un 8.65 por ciento en los siguientes 12 meses; 5.25 por ciento en el año contado hasta julio de 2023 y 0.95 por ciento desde entonces a la fecha.

Ojo con las oportunidades que ese creciente parque vehicular puede generar en el mercado.

¿Se acuerdan de cuando los ‘mantenimientos’ fueron baratos? Ahora su precio se dispara por encima de la inflación, para beneficio de las agencias.

En 12 meses contados hasta julio, subió 8.1 por ciento, muy similar al aumento de 9 por ciento el año pasado. Vaya, esos datos parecen indicar que las distribuidoras automotrices están cobrando, por otro lado, lo que ya no le ganan a sus productos cuando los venden.

En especial cuando ofrecen garantías que a veces asemejan condenas de siete años a pagar justamente ese mantenimiento.

Es buen momento, por cierto, para dueños de talleres mecánicos. Enhorabuena.

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