¿Cómo les fue a los extranjeros con las marcas mexicanas? ¿Ya vieron el video de los actores de la serie Breaking Bad compitiendo por ‘cocinar’ la mejor michelada? ‘Walter White’ y ‘Jesse Pinkman’ disuelven cada uno su Modelo en soluciones cítricas de colores chillantes complementadas con un mezcal llamado ‘Dos Hombres’.
Su actitud brinda respuestas a quien quiera saber en qué quedó aquella polémica venta de las cervezas nacionales.
Hace 10 años, los mexicanos vendieron su mayor cervecería. El control de Grupo Modelo fue entregado a un par de empresas foráneas.
Hace 10 años, también, no existía el México que hoy tienen los 37 millones de mexicanos en Estados Unidos, con billeteras que ahora suman juntas un poder de compra de 1.5 billones de dólares (trillions).
¿A qué equivale eso? Al Producto Interno Bruto de los 130 millones de connacionales que habitan este lado del río Bravo.
Ellos, sumados a otros latinos, completan una capacidad de dos billones de dólares y de acuerdo con una ganadora del negocio, eso está empujando las marcas de origen nacional a un nivel que no vieron jamás.
Hoy, Modelo Especial es la marca de cerveza número uno en Estados Unidos, de acuerdo con su propietaria.
¿Recuerdan? En un accidente del destino, la vendedora de vinos tintos y blancos, Constellation Brands, se quedó con esa actividad cervecera en Estados Unidos en 2013, pues las autoridades de ese país no permitieron que el gigante mundial, Anheuser Busch Inbev (ABI), dueño de Budweiser, se quedara allá con marcas como la Corona, la extranjera más famosa en ese país.
A cambio de poder venderlas en el resto del mundo, a los de ABI no les quedó más remedio que entregar a su competencia ese tremendo trozo del pastel.
Una década después, los de Constellation están de fiesta.
“Nuestro negocio de cerveza ha tenido un crecimiento imparable”, publicó Constellation Brands en una presentación esta semana.
Antes de comprar Grupo Modelo, sus ventas crecían 4.5 por ciento al año. A partir de la adquisición de las marcas mexicanas, su tasa anual ya no bajó del 6 por ciento, incluso durante la pandemia.
La ‘pequeña’ empresa con ventas de menos de 8 millones de dólares diarios, ahora recibe 31 millones cada 24 horas. Si alguien quiere (y puede) comprarla, tendría que pagar unos 48 mil millones de dólares; siete veces más que lo que pagó por el control de los activos de la cervecería mexicana en 2013.
Además, sus accionistas obtienen 38 centavos de cada dólar que cobran (EBITDA), un porcentaje brutal.
Una de las razones puede estar en los precios, un paquete de 12 cervezas Corona cuesta alrededor de 16 dólares en Estados Unidos, unos 25 pesos por envase. En tiendas Walmart ayer las vi a 16.50, en México.
¿Quién administra la bonanza de esas cervezas de mediano sabor? Bill Newlands, presidente y director ejecutivo de Constellation.
Lo trajeron de Beam Inc. Fue contratado en 2015 como vicepresidente ejecutivo y director de crecimiento. En 2017 se convirtió en el director de operaciones de la empresa y en 2018 su función se amplió para incluir el cargo de presidente.
Es viernes. Si alguien va a tomar cerveza mexicana en Estados Unidos, bien podría importar Fauna o Wendlandt. Desde San Diego, solo hay que cruzar a Ensenada y de regreso se echan unos tacos de langosta en tortillas sobaqueras de Pueblo Nuevo.
Los texanos podrían darse una vuelta por Rrey o Principia, en Monterrey. La cerveza nacional no ha muerto. Beer fin de semana.