Prefiero Zoom o Meet, de Google, porque son muy simples.
Cuando alguien me propone una reunión por “Teams”, percibo que estoy tratando con una persona que trabaja para una empresa tradicionalista que quizás está rezagada tecnológicamente.
Para quienes usamos Mac o un iPhone, generalmente resulta un problema conectarse y ya dentro de la reunión es inevitable regresar a la era cuadrada del Outlook y el Powerpoint de Microsoft, al ver el diseño de las imágenes en pantalla.
Pero lo que son las cosas, esta semana la empresa fundada por Bill Gates humilló a Apple. Si Steve Jobs siguiera vivo, probablemente hundiría su cara en una fuente.
La empresa de la manzana presentó este miércoles… ¡Un nuevo iPhone!
Éste incluye un nuevo chip más poderoso, entre otros ajustes a un público que pide desde hace años, entre otras cosas, nada más que la batería dure varios días.
Ni hablar, el iPhone adquiere poco a poco el sex appeal de la llanta de un coche.
El mismo día, Microsoft cambió potencialmente la historia.
Frecuento la costa y ahí veo todo lo que la gente arroja a la calle en cualquier ciudad, pues las lluvias terminan llevándolo al océano. El mar empieza en las banquetas de Paseo de la Reforma.
¿Hay una solución? Que dejemos de consumir, probablemente.
Otra posibilidad es que encontremos la manera de desintegrar los plásticos sin dañar el medio ambiente. A nuestro cerebro con nuestras máquinas actuales les tomaría un siglo encontrar la solución y para entonces, según Wall-E, ya será tarde.
Pero Microsoft presentó Majorana 1. Lo describe como “el primer chip cuántico del mundo impulsado por una nueva arquitectura de núcleo topológico que espera que permita crear computadoras cuánticas capaces de resolver problemas significativos a escala industrial en años, no décadas”.
Lo más interesante está en que el esfuerzo no fue hecho para que 10 nerds encerrados en una habitación hagan pruebas, sino para llevarlo a nuevas computadoras del mercado.
Es el tipo de avances que en los ochenta convirtieron las computadoras del tamaño de una habitación a la laptop que ahora tiene el ancho de una libreta.
Para los cerebros curiosos: en Microsoft produjeron un nuevo material, átomo por átomo, el primer “topoconductor” del mundo. Un estado topológico es un tipo especial de estado material en el que la forma en que se conectan las cosas importa más que su forma o estructura exacta.
Es como si una dona y una taza fueran lo mismo en matemáticas porque ambas tienen un agujero: es posible transformar una en la otra sin cortar ni pegar.
Estos materiales pueden conducir electricidad en sus bordes o superficies, mientras que el interior permanece aislado.
Mejorana 1 ofrece un camino claro para colocar un millón de cúbits en un solo chip que puede caber en la palma de la mano.
Es un umbral necesario para que las computadoras cuánticas brinden soluciones transformadoras, como la descomposición de microplásticos en subproductos inofensivos o la invención de materiales de construcción que se reparan a sí mismos. ¿Adiós a los baches?
Todas las computadoras actuales del mundo que funcionan juntas no pueden hacer lo que una computadora cuántica de un millón de cúbits podrá hacer.
“Dimos un paso atrás y dijimos: ‘Bien, inventemos el transistor para la era cuántica. ¿Qué propiedades debe tener?’”, dijo Chetan Nayak, miembro técnico de Microsoft, quien responde al CEO de Microsoft Satya Nadella.
Atención, esta compañía invirtió más de 10 mil millones de dólares en Openai, por lo que Copilot, el sistema de inteligencia artificial generativa que opera en los sistemas de Microsoft, está basado en ChatGPT, lo que significa un paso adelante de Apple que aún no puede hacer funcionar Siri a ese nivel.
Ahora cuentan con Majorana 1, lo que pone a la empresa dirigida por Nadella por delante de Google, que recientemente presentó Willow, un chip poderoso, pero que se queda corto frente al número de cúbits (luego hablamos de eso) que su competencia ofrece.
¿Por qué Microsoft no puede generar nombres sexys, mejorar Teams o ganar a Canva con su Powerpoint? No sé. Quizás próximamente encargarán ese trabajo a Nayak.
