A finales de julio pasado, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, presentó la nueva estrategia para reactivar la economía de esta gran urbe, centrada en 10 ejes de acción. Entre las maniobras destaca la participación del sector de la construcción, en proyectos como la revitalización integral del Centro Histórico, reindustrialización limpia de Vallejo-i y obras de infraestructura urbana.
La idea es que el gobierno y la iniciativa privada (IP) sumen esfuerzos en beneficio de los sectores más afectados por la pandemia. Sin embargo, el objetivo es la vacunación completa de los habitantes de la Ciudad de México.
Los ejes restantes se enfocan en el apoyo al ingreso de las familias y las Mipymes; inversión pública en movilidad, agua e infraestructura social; reactivación turística y cultural; impulso a Vallejo-i; reactivación del Centro Histórico; economía circular, energías limpias y ciudad segura.
La inversión estimada en el plan de reactivación asciende a 75 mil millones de pesos y generación de 300 mil empleos directos en proyectos de infraestructura, como la conexión con la carretera a Puebla; conectividad con el Aeropuerto Felipe Ángeles; el viaducto elevado Periférico Oriente y el tramo Zaragoza-Peñón Texcoco.
El reto es enorme, pero los ingenieros y arquitectos tendremos mayores facilidades en los procesos administrativos y con la creación de un Fondo de Garantía con Nacional Financiera para créditos puente a pequeñas empresas constructoras.
El Gobierno capitalino, en el caso de obra pública, prevé una inversión por 25 mil mdp y generar 271 mil 34 empleos en obras de infraestructura educativa, social, movilidad, salud, mejora de espacio público, reconstrucción, infraestructura hidráulica y mejoramiento habitacional.
En obras privadas, el objetivo es lograr una inversión de 50 mil 373 mdp y la creación de 546 mil 364 empleos.
Este esquema exige que 100 por ciento de la población mayor de edad esté vacunada en octubre y de eso depende se destinen casi 6 mil mdp para la construcción de espacios educativos y culturales, así como poner en marcha 24 proyectos estratégicos que van desde hospitales hasta escuelas, usos mixtos habitacionales, comerciales y de oficinas.
Sin duda, el Gobierno de la Ciudad de México coquetea a la IP para lograr su total apoyo en la reactivación, ante los riesgos que plantea la nueva ola de contagio de la variante Delta, al ofrecer la suspensión temporal de verificaciones relacionadas con la construcción, como la reglamentación clara de la ventanilla única y el procedimiento de evaluación de impacto urbano-ambiental.
El plan de reactivación es una respuesta a los indicadores recientes del Inegi, que muestran una caída de 9.4 por ciento de la actividad económica de la capital en 2020, aunque la construcción obtuvo un valor de producción de 6 mil 650 mdp en los primeros cinco meses del 2021.