La semana pasada se dieron declaraciones que dejaron ver diferencias importantes en la perspectiva sobre la renegociación del TMEC en los tres países que participarán en ella. La presidenta Sheinbaum dijo estar optimista y confiada sobre lo que llamó una revisión y ajuste al tratado, el primer ministro Carney dijo que la renegociación será larga y difícil y el Representante Comercial de los Estados Unidos, Jamieson Greer, declaró ante los comités responsables del tratado en el Capitolio que todas las opciones están sobre la mesa, en tanto que Estados Unidos busca generar un nuevo acuerdo que verdaderamente ayude a los productores, trabajadores, granjeros y consumidores de ese país.
Greer se reunió a puerta cerrada con los comités de Medios y Procedimientos de la Cámara de Representantes y con el de Finanzas del Senado el martes 16 y el miércoles 17 para presentar el reporte de la consulta pública que realizó el USTR y que culminó con la audiencia celebrada del tres al cinco de diciembre, en la que participaron representantes de 175 organismos de México, Canadá y Estados Unidos. Sin embargo, no les entregó un reporte por escrito, mismo que envió con carácter de confidencial a la Casa Blanca, lo que generó los reclamos de los demócratas de ambos comités, incluyendo a los legisladores de mayor jerarquía de ambos -el senador Ron Wyden y el representante Richard Neal- quienes le solicitaron su reporte para poder entender a detalle los motivos que tiene el gobierno de Trump para esta próxima negociación. Los senadores demócratas Elizabeth Warren, Tina Smith y Ben Ray Luján le enviaron una carta solicitando formalmente dicho reporte a más tardar el 30 de diciembre.
En esas reuniones, Greer reconoció que el sector privado de las tres partes apoyan la continuidad del tratado, aunque dijo que se deben hacer cambios para fortalecer el cumplimiento de los derechos laborales y humanos, así como la protección al medio ambiente en toda la región y la aplicación de mecanismos similares a ley de Inversión Extranjera y Seguridad Nacional de Estados Unidos en toda la región para evaluar los nuevos proyectos de inversión provenientes de otros países, refiriéndose a las inversiones chinas en territorio canadiense pero sobre todo en México. Habló que existen problemas por resolver con México y Canadá que deberán ser atendidos durante la renegociación del tratado, proceso de que definió como que puede ser largo y difícil.
En el caso de Canadá mencionó los problemas de acceso de los productos lácteos estadounidenses a territorio canadiense, así como que los bancos de la Unión Americana tengan acceso a todas las provincias canadienses y la necesidad de establecer condiciones para el acceso a los minerales críticos de ese país. En el caso de México, Greer mencionó los problemas generados por las más de 50 barreras no arancelarias que el secretario Marco Rubio entregó en un documento a la presidenta en su reunión de este año, destacando la reforma energética y el cambio en el ambiente de negocios derivados de diversos cambios en las leyes que pueden afectar a los inversionistas de su país, citando el caso específico de Calica, cuyas instalaciones fueron tomadas por el gobierno mexicano el año pasado, declarándolas área natural protegida. Un amplio grupo de legisladores de ambos partidos siguen el tema debido a las implicaciones de seguridad que representa el uso de las instalaciones de Puerto Venado, el único puerto de aguas profundas en la península de Yucatán.
Greer no habló de que Estados Unidos se fuera a retirar del tratado, pero sí habló de diferentes opciones de negociación, entre ellas la creación de acuerdos bilaterales con México y Canadá, de acuerdo con las condiciones que cada uno representa para la seguridad de la Unión Americana. Además, de la necesidad de generar mecanismos que aseguren la implementación adecuada de los acuerdos pactados para garantizar su cumplimiento.
En tanto, Carney dijo que la negociación será larga y difícil porque será hasta entonces en que Estados Unidos aceptará abordar el problema de los aranceles actuales que ha aplicado con base en la sección 232 de la Ley de Comercio y que durante las negociaciones el USTR trae nuevos problemas a la mesa de negociación, complicando la agenda. Además, anunció que Dominic LeBlanc, el ministro responsable del tema, se reunirá con Greer a mediados de enero para iniciar las discusiones formales del tratado. Y aún falta conocer el proceso que se utilizará para la negociación.