En la era de los juguetes inteligentes y las plataformas digitales, proteger la privacidad de niñas y niños se vuelve esencial para garantizar un entorno seguro durante la temporada navideña.
En esta época del año, donde las compras navideñas están a la orden del día, es necesario que tengamos un cuidado especial a la hora de regalar artículos como consolas de videojuegos, juguetes inteligentes o gadgets tecnológicos como celulares y tabletas a nuestros hijos. De acuerdo con datos de UNICEF, más de 80 por ciento de los menores de entre 8 y 18 años tienen acceso a Internet, lugar donde se exponen a amenazas como el ciberacoso y la explotación digital.
En estos casos, las personas responsables de las y los menores que poseen dispositivos electrónicos deben extremar precauciones para prevenir daños emocionales que se materialicen a través de Internet; por ejemplo, con la recepción no consensuada de imágenes, vídeos o textos de carácter sexual, o del acercamiento de un adulto a un menor con fines sexuales.
Es por ello que resulta importante conocer las distintas opciones, ventajas y desventajas de las herramientas de control parental, que permitan a las madres y padres de familia vigilar la actividad de sus hijos en línea, para que tengan una experiencia positiva en el uso de sus regalos navideños. Por ello, se debe establecer una comunicación saludable para concientizar a las niñas y niños sobre los riesgos que existen cuando se tiene acceso a la red, llegando a acuerdos y poniendo límites claros sobre los hábitos de navegación y el uso de dispositivos electrónicos.
Cabe mencionar que el momento de entregar un regalo resulta idóneo para poner en práctica este ejercicio de configurar los dispositivos electrónicos, implementando medidas como el uso de contraseñas seguras, la instalación de un sistema antivirus actualizado, identificar qué datos personales serán utilizados, qué uso se les dará y conocer si serán compartidos a terceros, además de restringir contenidos o aplicaciones no aptos para menores. Además, se sugiere que se revise de manera periódica la información proporcionada por la herramienta de control parental, para identificar los posibles riesgos y medidas a implementar para reforzar la seguridad en los hábitos de navegación de la niña o niño.
La privacidad de las niñas y niños es un derecho que debemos valorar y proteger, cuidando lo que comparten con los demás, ya que cada acción e interacción que tienen con el Internet puede poner en riesgo su integridad. Por ello, es importante que como madres y padres nos comprometamos, y brindemos el apoyo y acompañamiento necesario para enseñar a los más pequeños sobre los riesgos e implicaciones que tiene el uso de Internet, fomentando a su vez hábitos de navegación y de consumo responsables.
Las fiestas decembrinas presentan una oportunidad única para disfrutar con familia, y para valorar los espacios íntimos que hemos construido con esfuerzo. En un contexto marcado por la incertidumbre y los desafíos, debemos ser responsables en nuestras decisiones, priorizando el bienestar de nuestras hijas e hijos, ya que la verdadera esencia de las fiestas radica en el amor y cuidado mutuo, y solo con responsabilidad podremos disfrutar de ellas plenamente.
Que este fin de año nos inspire a renovar nuestro compromiso con la protección de datos personales y a construir un futuro donde la privacidad sea un pilar de nuestra convivencia digital.