La inteligencia artificial generativa se ha posicionado como una herramienta poderosa capaz de transformar desde la creación artística hasta la toma de decisiones complejas. Este avance también plantea profundas dudas sobre la privacidad y la protección de datos personales, un derecho consagrado en nuestra Constitución que debe ser garantizado ante cualquier escenario tecnológico.
Los modelos de IA generativa, como los que producen textos, imágenes o sonidos, requieren procesar grandes cantidades de información, que muchas veces involucran datos personales. Si bien estas tecnologías pueden mejorar nuestras vidas, también pueden representar riesgos significativos: desde la creación de perfiles predictivos hasta el uso indebido de información sensible. En este contexto, surgen cuestionamientos sobre si los titulares se encuentran realmente informados, o si estamos preparados para enfrentar las implicaciones éticas y legales de estas tecnologías.
En México, contamos con la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares y la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados, como instrumentos normativos que reconocen derechos como el acceso, la rectificación, la cancelación y la oposición también conocidos como derechos ARCO, consagrados en el artículo 6º constitucional. Sin embargo, el acelerado desarrollo de la IA exige una revisión de estas normativas para garantizar que se adapten a los retos del presente.
En tanto, uno de los mayores desafíos de la IA es la transparencia algorítmica, en la cual se prevé que las personas sepan cómo se procesan sus datos y cómo las decisiones automatizadas pueden impactar su vida, razón por la cual la regulación debe enfocarse en garantizar que los sistemas sean justos, explicables y auditables.
Nuestro país también puede aprender a través de la cooperación internacional, ya que en distintos ordenamientos se establecen principios claros sobre el tratamiento de datos personales. Adaptar estas mejores prácticas a nuestro contexto ayudará a cerrar la brecha regulatoria y a garantizar un equilibrio entre la innovación tecnológica y la protección de derechos fundamentales.
Resulta importante referir que la IA no solo se traduce como un riesgo, sino también una plataforma de oportunidades que pudiera generar escenarios que impacten en mejorar las condiciones en las que se encuentra el país, dicho de otra manera, el desarrollo de tecnologías responsables y éticas podría fortalecer la esfera de derechos.
La privacidad en la era de la IA no es solo una cuestión técnica o tecnológica, sino también un asunto ético y social. Como parte de la sociedad, nuestro compromiso es impulsar un marco normativo que salvaguarde la privacidad y fomente un entorno digital seguro para todas y todos los mexicanos. La tecnología debe ser una aliada para construir un futuro más justo, inclusivo y respetuoso de los derechos fundamentales.
Por tal motivo, en el INAI hemos publicado las ‘Recomendaciones para el Tratamiento de Datos Personales Derivado del uso de la Inteligencia Artificial’, con la finalidad de difundir el conocimiento y la relación de la IA con el derecho a la protección de datos personales; y en el marco del Día Internacional de Protección de Datos, nos sumamos para conmemorar esta fecha tan significativa sobre la relevancia de la privacidad en temas claves de la actualidad, ya que para la edición 2025 se ha contemplado abordar el impacto de la IA y la privacidad, a partir de un diálogo multidisciplinario en el que se valoren los retos y oportunidades de la IA.
Así, el INAI aporta a esta conmemoración creando espacios de reflexión que permiten analizar los diversos fenómenos tecnológicos, promoviendo que estos se desarrollen bajo principios éticos que aseguren el bienestar de todas y de todos.