Académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Panamericana

México y la soberanía de la IA

Las empresas mexicanas tienen que asegurarse de que todas tengan la capacidad de desarrollar y utilizar modelos de inteligencia artificial para potenciar su creación de valor.

Buena semana, queridos lectores. La noticia que está en boca de todos respecto a la IA concierne a Nvidia, empresa dedicada a la fabricación de procesadores gráficos, una herramienta fundamental para la creación de IA. Nvidia se ha convertido en la tercera empresa más valiosa del mundo por capitalización de mercado, es decir, por su valor en la bolsa de valores, solo superada por Microsoft y Apple. La razón detrás de esto es, sin lugar a duda, el reciente furor por la inteligencia artificial, y cómo Nvidia posee un dominio casi monopólico sobre el hardware utilizado para entrenar las diferentes inteligencias artificiales que empresas como OpenAI y Google poseen.

Mark Twain dijo alguna vez que, en una fiebre del oro, el mejor negocio es vender picos y palas porque, independientemente de si se encuentra oro o no, las herramientas seguirán vendiéndose. Esto es lo que sucede con Nvidia: muchas startups de IA estarán utilizando sus procesadores, y es muy probable que muchas de estas empresas no logren sus objetivos, pero igualmente estarán comprando los procesadores.

En medio del furor, el CEO de Nvidia, Jensen Huang, habló sobre la soberanía de la IA. La soberanía de la IA es el concepto de que todos los países deben tener la capacidad de crear, desplegar y administrar sus propias IA. Esto se debe a que, al considerarse uno de los avances más importantes de los últimos tiempos, no es algo de lo que se pueda depender de países extranjeros para su provisión.

A diferencia de los programas de software tradicionales o de las herramientas de hardware como autos o aviones, la IA estará tan intrínsecamente vinculada al desarrollo y la economía nacional que todos los países deberán tener reglas claras sobre cómo y quiénes tienen la capacidad de desplegar dichos desarrollos internamente.

No sé si estoy de acuerdo con lo que Huang menciona, pero estoy seguro de que la capacidad de tener herramientas de IA será uno de los grandes diferenciadores de avance para todos los países del mundo. Tenemos que contar con una mano de obra especializada capaz de utilizar estas herramientas para poder sacarles el mayor provecho en el desarrollo de la economía nacional.

No podemos depender de consultores externos para que las empresas puedan desplegar estos sistemas. Y las empresas mexicanas tienen que asegurarse de que todas tengan la capacidad de desarrollar y utilizar estos modelos de inteligencia artificial para potenciar su creación de valor.

A medida que estas herramientas se vayan desplegando, vamos a ver un nuevo ecosistema empresarial mexicano. Y los grandes empresarios van a tener que adaptarse a la nueva realidad.

Grandes farmacéuticas, bancos y manufactureras ya están desarrollando activamente estos sistemas y centros de innovación, y en México, el sector industrial y gubernamental tienen que ponerse de acuerdo para que la soberanía de la IA pueda ser una realidad y México pueda aprovechar al máximo estas tecnologías.

Veo con emoción los siguientes años y observo que muchos estudiantes se están preparando. Lo que necesitamos es un liderazgo en México al respecto.

COLUMNAS ANTERIORES

El debate global sobre la IA: ¿Estamos frenando el progreso con regulaciones?
El futuro de la medicina, riesgos y amenazas

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.