Traidor es aquel quien no cumple su palabra o que falta a la fidelidad prometida, según la Real Academia de la Lengua.
A partir de diversas votaciones recientes en México, la de la Suprema Corte de Justicia en torno a la constitucionalidad o no de la Ley de la Industria Eléctrica, o este último domingo, la aprobación o no de la reforma eléctrica, una campaña de denuesto y desprestigio se ha incubado desde el poder.
Ambas votaciones han provocado enormes debates, que motivaron al presidente a calificar de “traidores a México” a quienes votaron en contra de sus proyectos.
El presidente se equivoca, insulta, comete agravio y maledicencia al atacar a ministros y diputados con el epíteto de traidores.
Entendemos que es parte de su retórica nacionalista, para señalar a “los buenos” y a “los malos” en su proyecto de gobierno –fallido– y de país en deterioro.
Pero el hecho es que miente porque ninguno de ellos faltó a su palabra en torno a dichas iniciativas de ley, ni tampoco a la fidelidad prometida.
Un par de ministros, en su ánimo de complacencia al poderoso, distorsionaron el sentido de la libre competencia, al señalar que el establecimiento de un monopolio, como pretendía la Comisión Federal de Electricidad, no viola el precepto de mercado abierto, concurrencia libre y competencia abierta.
Pero la acusación de traidores por parte del presidente excede todo lenguaje de corrección política, incluso de respeto a la ley.
Un coro de acólitos, Claudia Sheinbaum la más aplicada, repiten por estos días que las y los diputados que rechazaron la mentada reforma retardataria son unos traidores y deben ser exhibidos.
Repasemos:
“No se talará ni un árbol” – AMLO acerca de la construcción del Tren Maya. ¿Cierto o falso?
“Tendremos un sistema de salud como el de Dinamarca” – AMLO al inicio de su sexenio al desaparecer el Seguro Popular que, en los hechos, dejó sin cobertura médica a 23 millones de mexicanos de escasos recursos. ¿Cierto o falso?
“Los militares regresarán a los cuarteles” – AMLO anuncio de campaña al prometer una país más seguro, menos violento, sin militares involucrados en la seguridad. Hoy el 95 por ciento de los integrantes de la Guardia Nacional proviene de las Fuerzas Armadas. La reforma en cuestión pretende entregar por completo, el mando total a la Secretaría de la Defensa Nacional. ¿Cierto o falso?
“Creceremos por encima del 6.0 y del 8.0 por ciento” – AMLO en sus promesas económicas al tomar posesión. Antes de la pandemia en 2019, la economía mexicana registró ya un cero de crecimiento. ¿Cierto o falso?
“Tendremos energía barata y limpia para todos los mexicanos” – AMLO en sus afirmaciones en torno a la reforma eléctrica. La CFE genera el 78 por ciento de la energía eléctrica con combustóleo, un residuo de la refinación del petróleo altamente contaminante. Retiró en los hechos, contratos y concesiones a empresas generadores de energía eólica y fotovoltaica. ¿Cierto o falso?
“Nada por encima de la ley; nadie fuera de la ley” – AMLO en su convicción de respeto absoluto al estado de derecho. Tan sólo en el proceso de promoción de la consulta, el presidente, la jefa de gobierno capitalino y el líder de Morena atropellaron la ley electoral cientos de veces. ¿Cierto o falso?
¿Dónde están los verdaderos traidores? ¿Quiénes son los que han mentido, engañado, manipulado y torcido la ley para obtener beneficios y favorecer sus propios intereses?
Traidor es el que miente, el que manipula, el que distorsiona la realidad para engañar a los electores; traidor es el que hace uso del presupuesto en su propio beneficio; traidor es quien corrompe, disfraza la realidad, acusa sin sustento, humilla y envilece a sus opositores por el sólo hecho de sostener posturas políticas distintas.
¿Este grupo político es el primero en mentir, manipular, disfrazar y ocultar para doblar la ley y defender su idea de gobierno? No. Ha habido muchos otros en el pasado que lo han hecho, más aún, me costaría señalar quién desde el poder, no lo ha hecho en la historia reciente de México.
Pero estos, los de hoy, la caja de resonancia de la CDMX, el líder partidista que llegó en traje de baño al aeropuerto el domingo por la noche, el solitario de Palacio que es rápido para acusar y señalar en otros responsabilidades propias, pero lento o incapaz en resolver los problemas nacionales. Estos son iguales a los traidores de antes, a los que robaron o callaron las tropelías de otros; los que prefirieron la alianza política con hampones impresentables, porque resulta conveniente para la coyuntura y las espaldas protegidas.
Mucha campaña en contra de los empresarios evasores fiscales, pero subsisten algunos ladrones consentidos y “aliados” a quienes nadie toca.
Mucho verbo repetido hasta el cansancio por la corrupción desaparecida, cuando hubo y hay, colaboradores cercanos en el mismo Palacio Nacional que operan concesiones, negocios, obras y materiales.
“NO me vengan con el cuento de que la ley es la ley” – AMLO en combate abierto al fallo de los ministros en la Corte, antes de doblar al significativo cuarto voto para impedir la aplastante mayoría de los 8 a favor de la inconstitucionalidad.
Traidores, evidentes, elocuentes y expresos, con el cinismo del cargo, como Claudia en la Plaza de la República, o Mario Delgado acarreando votantes.