El escenario electoral (a nivel estatal) y preelectoral (a nivel federal), ofrece un 2023 complejo, combativo, arrebatado, rebosante en acusaciones y en violaciones a la ley.
Sólo para abordar este último tema, observe usted las reiteradas, escandalosas y francamente cínicas actividades de Morena en todo el país para posicionar a Claudia, o en el Estado de México y en Coahuila para empujar a sus candidatos.
El inefable señor Delgado, líder nacional de Morena, se ofendió en estos días porque el Tribunal Electoral prohibió el uso de los “amlitos”, los monigotes de fieltro y tela con la caricatura del presidente. Le pareció un exceso a Delgado y a sus alfiles, que el Tribunal mandate el cumplimiento de la ley. El cinismo a niveles excesivos.
Pero vamos a los escenarios, rompecabezas incompletos hasta ahora, que se irán llenando conforme avance el calendario y las citas. Elecciones a gobernador en dos estados, que representarán los filtros previos para medir la fortaleza de una alianza opositora con candidatos únicos, y la movilización que harán todos los partidos para jornadas que se anticipan altamente competitivas.
Casi inmediatamente después de los resultados, de la capacidad y madurez de los partidos para aceptar el mandato en las urnas, tendrá que venir el proceso para decantar a las corcholatas y los que aspiren por la oposición.
La más reciente encuesta de El Financiero señala una caída de Claudia Sheinbaum en preferencias a la población general abierta (de 30 puntos en diciembre a 25 en enero) y al interior de Morena (de 41 en diciembre a 35 en enero). Es decir, la tan llamada “favorita” ha sufrido las incontables debacles del Metro, la errática estrategia de contención y la pésima decisión al llamar a la Guardia Nacional. El Metro ya demostró que es un problema en sí mismo, se cae a pedazos, el mantenimiento se ha reducido significativamente. Pero hay más elementos en juego.
El sindicato, harto de pedir inversión, aumentar personal, mayor mantenimiento, ha contemplado medidas extremas para llamar la atención de la ciudadanía. Es imposible afirmar que son responsables de los cables rotos o los vagones desacoplados, pero sí se puede decir que la GN tiene una misión adicional al interior de las estaciones.
Por lo menos inhibir cualquier acto de presunto sabotaje, o de paro laboral.
La Dra. Sheinbaum no ha logrado encontrar la ruta para darle la vuelta a esta crítica situación. La prometida línea 12 recuperada para diciembre de 22 no ha sucedido, y tal vez no entre en funcionamiento completo sino hasta finales de este año.
De regreso a las encuestas, el canciller Ebrard se mantiene igual, con crecimiento de un punto en preferencia y en resultados de su gestión, otra categoría en la que Claudia también desciende.
Sin embargo, el foco debe colocarse en el secretario Adán Augusto López, quien es de todos, el que más crecimiento registra.
Adán pasó de 24 puntos en diciembre a 30 en enero en la categoría de opinión favorable. Y en cuanto a preferencias al interior de Morena, pasó de 12 en noviembre a 20 en enero. Es la curva ascendente más constante en los últimos tres meses.
Corren versiones en Morena y en Palacio, acerca de que el presidente quiere llevar la designación de candidato hasta el mes de noviembre, casi cuatro meses después de las elecciones estatales.
El objetivo oculto es inflar e impulsar el crecimiento al máximo de su alter ego Adán Augusto.
Claudia es la favorita, pero Adán es el más querido, el más entrañable y el que ofrece condiciones enormemente favorables para el futuro del caudillo: primero, lealtad ciega, obediencia, aquiescencia de un López para con el otro; segundo, la continuidad del proyecto “transformador”. Como nadie, Adán –por encima de Claudia y sin duda de Marcelo– continuará con la catarata de ocurrencias y desatinos que ha representado la 4T. Los dos contendientes manifiestan mayor independencia y autonomía a la hora de tomar decisiones, especialmente, cuando se lo puedan sacudir de encima.
Tercero, Adán ofrece una condición única, la del cuidado, protección y cobijo a los hijos mayores de AMLO. El de Houston y el operador político local, han estado muy activos en diferentes terrenos, negocios, inversiones y financiamientos. Si acaso hubiera algún valiente que los llamara a cuentas con la justicia en el futuro, Adán garantiza al caudillo, la protección absoluta de sus retoños.
Adán está en desventaja en cuanto a opinión y conocimiento de los personajes, por detrás de Marcelo y de Claudia, por el momento. Pero revisemos en junio de este año, y me parece que observaremos a tres aspirantes en una carrera muy cerrada.
Si AMLO consigue elevar a Adán Augusto a los niveles de conocimiento, respaldo y aprobación de Marcelo y Claudia, la mal llamada encuesta del ‘gran elector’ se inclinará por su coterráneo.
Para ese fin, los tropiezos de Claudia, la metralla interna de Morena, las sospechas de sabotaje, son muy útiles para comprarle tiempo al tabasqueño II.