Sobremesa

México, paraíso abierto al abuso sexual infantil

Previo a la pandemia México exportaba 60 por ciento de la pornografía infantil a todo el mundo; actualmente dicha tasa se disparó hasta 73 por ciento.

“De mil casos de abuso sexual infantil, sólo se denuncian aproximadamente 100; de esos 100, sólo 10 llegan ante el juez y sólo uno a condena”. Así describió la situación de justicia para la niñez en el país Vivaldina Jaubert, fundadora y directora general de ALAS: Arte Laboratorio y Activismo Sociocultural, AC/Soñando Mariposas.

Por favor, ahora sí no es un chiste, inhalen y exhalen para continuar leyendo.

(Especial)

La situación es tan alarmante que la OCDE sitúa a México en el penoso primer lugar en abuso sexual infantil, el primer lugar en explotación, homicidios y trata a menores de edad y el primer lugar en creación y distribución de pornografía infantil.

En entrevista, Vivaldina Jaubert me reveló que, previo a la pandemia provocada por el COVID-19, México exportaba 60 por ciento de la pornografía infantil a todo el mundo y, actualmente, dicha tasa se disparó hasta 73 por ciento debido a que durante el confinamiento “diferentes tipos de agresores sexuales aprovecharon esta oportunidad, millones de niñas y niños estuvieron frente a sus computadoras”.

(Especial)

Detalló que los movimientos pedófilos en México o MAP (persona atraída por menores, en inglés) y MOP (Movimiento del Orgullo Pedófilo) se encuentran agrupados en las redes sociales para intentar, por todos los medios, hacer ver normal sus actitudes. Así como en el turismo sexual no por nada “la Conferencia Internacional de Turismo y Explotación Sexual Comercial Infantil asegura que antes del confinamiento estaban entrando 600 mil, sí, leyó bien, 600 mil depredadores por año a México. Esto quiere decir que son mil 666 por día, 69 cada hora, léase un pedófilo por minuto”.

Lugares de cuidado…

Además, señaló a Mexicali y Tijuana, en Baja California; Tapachula, en Chiapas; Ciudad Juárez, en Chihuahua; Acapulco, en Guerrero; Guadalajara y Puerto Vallarta, en Jalisco; Cuernavaca, en Morelos; Cancún, en Quintana Roo; Tenancingo, en Tlaxcala, y las alcaldías Venustiano Carranza y Cuauhtémoc en la CDMX, como los lugares en el país donde se generan cifras millonarias, con total impunidad, en creación, distribución de pornografía infantil y venta y trata de menores.

Ante lo abrumador de las cifras, la activista señala a la corrupción, la impunidad y las millonarias ganancias de un “negocio espeluznante” como las causas de que el fenómeno se haya dejado crecer en México y no existan acciones concretas para frenarlo.

“Es realmente preocupante y esto se está saliendo de las manos y es urgente aprender de prevención y que la ciudadanía nos organicemos”, señaló Jaubert, al tiempo que enfatizó que una de las características del abuso sexual infantil es que se da a través de la seducción, la manipulación o el chantaje del menor.

Frente a una situación olvidada por las autoridades, ALAS, AC/Soñando Mariposas se da a la tarea de trabajar en prevenir el abuso sexual infantil a través del arte, propiciando espacios de creación artística, de comunión y de recuperación para las niñas, los niños y los adultos que fueron violentados en su infancia.

“Es urgente que autoridades ejerzan toda la capacidad que tienen para protegerlos (a niños y niñas), pero también es necesario que la ciudadanía ejerza su ciudadanía. No podemos estar siendo indiferentes ante tanta vejación, ante tanto dolor”, sostuvo Vivaldina Jaubert.

Terrible, por decir lo menos…

En febrero pasado, el neerlandés Nelson M., quien debía haber comparecido ante la justicia de Países Bajos por mantener su asociación de pedófilos prohibida desde 2014, solicitó asilo político en México, huyendo del juicio por su campaña para legalizar el sexo de adultos con niños. Un ejemplo más de los peligros y vulnerabilidad de la niñez mexicana.

(Twitter @lialimon)

Una buena…

“Nunca dejaré de luchar para regresar las estancias infantiles a los 330 mil menores que perdieron la oportunidad de tener un mejor desarrollo (…) porque infancia es destino; y las estancias infantiles generan beneficios cognitivos y sociales en las y los niños que les benefician el resto de sus vidas”. Así comenzó mi plática con la alcaldesa de Alvaro Obregón.

De hecho, cuando el gobierno de AMLO las canceló injustificadamente, Lía Limón no sólo alzó la voz, sino que encabezó diversos esfuerzos para que se continuara con el programa desde otros órdenes de gobierno.

Las estancias infantiles, me explicó, son una política pública que contribuye al combate de la violencia de género, en especial de quienes no cuentan con espacios seguros y de confianza para el cuidado de sus hijas e hijos. De hecho, fue su principal compromiso de campaña; en tan sólo dos meses ya abrió 13 estancias, con 676 lugares disponibles y 360 niñas y niños ya inscritos, incluyendo cuatro infantes que presentan alguna discapacidad.

De hecho, los alcaldes de la UNACDMX (PAN, PRI, PRD) –quienes firmaron el compromiso de reponer las estancias infantiles durante la campaña de 2021– ya están haciendo lo propio y su política pública es una referencia, pues contrasta con el gobierno de la regenta Sheinbaum en la CDMX, que no tiene una agenda clara, qué digo clara, que no tiene agenda alguna para mujeres, niñas y niños. Enhorabuena.

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