“...Por lo que resultaría en total incongruencia que este órgano fiscalizador participe… puesto que se tiene conocimiento de diversas irregularidades y probables delitos penales”.
Esto lo escribió, ni más ni menos, que el OIC del ISSSTE.
A tres años y seis meses de que inició el que iba a ser “el gobierno más transparente de la historia”, se avecinan vientos tormentosos que presagian el naufragio del “barco anticorrupción” del presidente López Obrador, cuyas huestes ya empiezan a “hacer agua”, puesto que advierten una serie de “probables delitos penales” cometidos por actuales servidores públicos responsables de otorgar adjudicaciones directas irregulares a empresas sancionadas por “prácticas monopólicas y por coordinar arreglos y posturas en licitaciones públicas”.
El oficio OIC/00/7286/2022, enviado por el titular del OIC del ISSSTE, Luis Antonio García Calderón, a la subdirectora de Infraestructura de la misma institución, Mónica Arreola, es demoledor: “… en tres años y medio, aproximadamente, que lleva esta administración, los procesos adjudicatorios no han sido debidamente competitivos, participativos, transparentes y antimonopólicos”. ¡Quihúboles!
Pero además, el documento del que obtuve copia advierte que “se tiene conocimiento” de que en varias dependencias federales se han presentado sistemáticamente “diversas irregularidades y probables delitos penales, por lo que cualquier irregularidad (en los procesos de adjudicación) que se presente, a pesar de lo ya señalado, queda bajo responsabilidad de los servidores públicos que autoricen el dictamen de excepción de licitación pública para realizar la contratación de servicios”.
¿Qué tan grave será lo observado por García Calderón, que primero copió a la titular de la Oficialía Mayor de la SHCP, Thalía Lagunas, y dejó a Pedro Centeno, director del ISSSTE, hasta el cuarto lugar?
–No está por demás comentar que Pedro Centeno carece completamente de las credenciales necesarias para dirigir al ISSSTE. Es un médico cuya única experiencia es haber sido diputado y fundador de Morena y, a decir del Presidente, “un profesional, un luchador social”, pues en su breve paso por Birmex no logró absolutamente nada–.
Y es que, en el citado oficio, el contralor interno se “abstiene” de participar en los comités de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del instituto, donde se autorizan adjudicaciones directas en contratos por diversos servicios médicos, tras argumentar que se ha abusado de las asignaciones directas en las que se han beneficiado a proveedores de dudosa reputación y que, incluso, están involucrados en el llamado ‘cártel de la sangre’, integrado por empresas (Semece, Centrum, Impromed, Hemoser, Falcón, Dicipa y Vitalmex) que han sido sancionadas por amañar las licitaciones de gobierno, fijar los precios en los servicios de laboratorios y bancos de sangre y que, pese ello, siguen obteniendo contratos con el conocimiento de la Presidencia y de la SFP.
De hecho, la Cofece trae una investigación abierta contra el llamado ‘cártel de la sangre’.
Ojo, en la 4T, siete de cada 10 adquisiciones en instituciones de salud pública se realizan mediante adjudicaciones directas (Inefam).
Que el propio OIC del ISSSTE se abstenga de paticipar y avalar esta adjudicación enciende una enorme alarma y habla del nivel y tamaño de irregularidad.
Cuenta la leyenda que, cuando las ratas huelen que una tragedia se cierne sobre el barco en el que viajan como polizones, lo abandonan y su huida anuncia que el naufragio es inminente.
¿El cuarto año será el comienzo del séptimo? Continuará…
Recsa, la consentida de la 4T
¡Qué les cuento!, que ahora Recsa, de Humberto Armenta, está por recibir dos asignaciones más para otro de los proyectos emblemáticos del presidente Obrador: el corredor transístmico.
El 27 de mayo, la Secretaría de Marina declaró desiertos los concursos IO-013411986-E3-2022 y IO-013411986-E4-2022 para la rehabilitación de 787 km de vías férreas. El pero es que las malas lenguas dicen que se trata de una simulación para, finalmente, entregarle a Recsa el contrato.
El que persevera, alcanza…
Armenta logró hacerse cercano a AMLO, literal, persiguiéndolo por todo el país durante la campaña.
El pero es que este empresario entusiasta es el único presidente de la CMIC que fue corrido de la cámara por presuntos malos manejos financieros.
Un dato relevante: Rafael Marín Mollinedo, muy cercano a Palacio Nacional, pareciera se ha convertido en el mejor gestor de Armenta, y ojo, pues casualmente desde el 1 de enero de 2020 es director general del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
Por cierto, Rafa Marín también es primo –redoble de tambores– de Nico, sí, el exchofer de AMLO en el DF, y tras el escándalo por su sueldo lo ascendieron como jefe de logística en el DF. ¡Ni Checo Pérez tuvo un ascenso tan vertiginoso!
Lo que seguro no saben es que Armenta no sólo fue el consentido de David Korenfeld en Conagua, sí, a quien EPN terminó corriendo por el escándalo del helicóptero; pero además eran tan grandes amigos que ¡cada año se iban juntos al Superbowl!
Ah, y cómo dejar de contarle que es socio, con el perredista Cházaro, de un rancho de toros. Léase, según AMLO, podría ser un... neoliberal, ¿o no?
Nunca está por demás dejar por sentado que su constructora no cuenta con la experiencia para ganar las obras y menos aún para terminarlas en tiempo y forma.