Sobremesa

Un repique de campanas, el preludio de la muerte de Daniel Picazo

Daniel Picazo, el joven abogado que fue golpeado y finalmente quemado vivo por habitantes de la comunidad de Papatlazolco, en el municipio de Huauchinango, Puebla.

“Como muchos jóvenes que se forman en la cultura del esfuerzo, no se quejaba de tener que salir corriendo a clases o llegar corriendo de la universidad a la oficina; generalmente estaba. De buen humor y como se dice coloquialmente, “era pata de perro”: viajaba las veces que podía y le gustaba mucho ir a Huachinango. Reía mucho, pocas veces lo vi enojado. Siempre muy respetuoso y amable con sus compañeros de oficina”. Así recuerda Adriana Dávila a Daniel Picazo.

Con sólo 20 años de edad, Daniel Picazo ya sabía qué quería para el México del futuro: uno con más seguridad y “que la gente salga sin miedo a las calles”. Así se pronunciaba el joven abogado hace una década, en un video que ha comenzado a circular en redes sociales, luego de su trágico fin, a manos de una turba que le arrebató la vida.

(Especial)

Llamado a la muerte

Fue el pasado viernes 10 de junio cuando el repique de campanas en la comunidad de Papatlazolco, perteneciente al municipio de Huauchinango, Puebla, llamaba a la muerte.

Los datos preliminares del caso revelan que todo ocurrió después de las 21:00 horas, cuando comenzó a surgir entre la población el rumor de un presunto ‘robachicos’ en la zona.

El llamado ominoso concentró a los habitantes, que se dieron a la tarea de ‘cazar’ al abogado de 31 años, a quien golpearon y finalmente quemaron vivo.

¿Quién era Daniel Picazo?

Quienes lo conocieron coinciden en algo: le gustaba viajar; aunque su estadía en Huauchinango no era casual, pues su familia era originaria de este municipio poblano, que hoy es foco de atención por una tragedia concurrente con la violencia que asola al país, pero también que se repite en el estado con más casos de linchamientos en México.

Picazo estudió derecho en el Tec, y desde antes de graduarse comenzó a trabajar en el Senado.

Daniel era un joven con profundo amor por su país. Logró, luego de hacer su servicio, que lo contratara la entonces senadora Pilar Ortega. Hizo su maestría gracias a una beca en la Complutense de Madrid.

Adriana Dávila, su primera jefa como senadora por el PAN, lo recuerda desde sus inicios, cuando se integró para realizar su servicio social en el área de la Comisión Contra la Trata de Personas, de la cual ella era presidenta.

Con un profundo dolor, me dijo: “Era un chico con enormes ganas de salir adelante, con una familia de ésas que se construyen en la cultura del esfuerzo; un joven con muchísimos sueños, dispuesto para todo… siempre con buena disposición, siempre con una buena actitud. Le encantaba viajar, conocer…”.

No habrá justicia hasta que no se investigue debidamente su homicidio y se castigue a los responsables del crimen.

“Me parece además que es injusto, muy injusto para sus padres y para él, para su esfuerzo, para el México que quería”.

Este asesinato es resultado, en parte, de una sociedad enojada, de un México dividido, tan polarizado; pero también, ante la falta de certeza de la seguridad que deben brindarnos las autoridades.

Un México donde un ‘aspiracionista’ parece que cambió de ser un ejemplo de la sociedad a alguien que hay que rechazar, señalar, acusar de enemigo de la sociedad.

Será por eso que nadie, ninguna autoridad, se ocupa de resolver su asesinato y castigar a los culpables. La ciudadanía no puede tener la ley en sus manos y juzgar y castigar sólo por la fuerza de los gritos y no por los jueces que imparten la ley en el país, y aquí todos deberíamos gritar que: ¡la ley es la ley y hay que cumplirla!

Y el primer obligado es el presidente de la República. ¿O qué, ya cambiamos y ahora todos pueden tomar la ley en sus manos porque la ley la podemos acomodar al pensamiento de cada uno? Es pregunta que necesita una respuesta de las altas autoridades.

Por favor, respondan y actúen en consecuencia, responsabilizarse de lo que ocurre en su territorio sin repartir culpas. Su estrategia, su política de ‘abrazos, no balazos’, no sirve.

Nadie logró impedir su asesinato

La exdiputada llamó a emplear adecuadamente el uso de recursos para capacitar a las policías estatales y municipales, que en esta ocasión se vieron rebasadas por la multitud y no pudieron impedir la muerte de Daniel Picazo.

Ante lo sucedido, ni el Congreso federal ni el Congreso estatal pueden ser tibios, y subrayó que no es que la víctima fuera panista o simpatizante de cualquier otro partido, sino que era un ser humano, y su crimen es un detonador que evidencia la falta de legalidad y de Estado de derecho en México.

“A mí me remite a Puebla, que no ha negado su historia, como con el caso de Canoa (1968), el más emblemático, con el repique de campanas. ¿Cuántas décadas después? Cinco décadas después, ¿te esperas que vuelvan a repicar las campanas y que otra vez estemos en retroceso, en lugar de una civilización más avanzada para la aplicación de la ley?”, cuestionó.

Esto ocurre porque hay anarquía total y no hay quien aplique la ley, “es un país sin ley”.

Por no dejar

El impresentable del gobernador Miguel Barbosa dijo que es lamentable, que falta confianza en el gobierno (sic), que es una tragedia.

El asesinato de Daniel Picazo no debe quedar impune.

¿Quiénes y por qué lo asesinaron?

“Si bien es cierto que Dany no es el único que ha sido linchado en Puebla, eso nos tendría, como sociedad, que obligar a reflexionar el México que le estamos dejando a las nuevas generaciones. No puede ser la suposición la que dicte el sentido de la ley, vivimos en un país donde el Estado de derecho es una utopía”. Así finalizo mi plática con Adriana Dávila.

Nadie merece ser quemado vivo y menos un joven que no pudo defenderse ante una turba que, en el nombre del pueblo, lo asesinó. Por eso el pueblo malo hace lo que se le antoja en este país. Porque no hay Estado de derecho, porque los ‘abrazos, no balazos’ no funcionan y porque en la 4T valen más los derechos humanos de los delincuentes…

Aprovecho para mandarle a su familia mi más sentido pésame.

En honor a Daniel Picazo, q.e.p.d.

(Especial)

DANIEL PICAZO GÓNZALEZ

EDAD: 31 AÑOS

• INGRESÓ A REALIZAR SU SERVICIO SOCIAL AL SENADO DE LA REPÚBLICA DURANTE LA LXIII LEGISLATURA, ADSCRITO A LA OFICINA DE LA SENADORA ADRIANA DÁVILA FERNÁNDEZ.

• POSTERIORMENTE, SE INCORPORÓ COMO ASESOR EN LA OFICINA DE LA SENADORA PILAR ORTEGA Y DESPUÉS DE LA COMISIÓN DE JUSTICIA, A CARGO DE LA MISMA LEGISLADORA.

• EN 2019 ESTUDIÓ UN MÁSTER EN DERECHO CONSTITUCIONAL EN EL CENTRO DE ESTUDIOS POLÍTICOS Y CONSTITUCIONALES, EN MADRID, ESPAÑA.

• LABORÓ EN CÁMARA DE DIPUTADOS COMO ASESOR EN LA COMISIÓN DE JUSTICIA DURANTE LA LXIV LEGISLATURA, A CARGO DE LA DIPUTADA PILAR ORTEGA.

• DE SEPTIEMBRE DE 2021 A ABRIL DE 2022 SE DESEMPEÑÓ COMO ASESOR DE LA DIPUTADA JOANNA ALEJANDRA FELIPE TORRES, EN LA LXV LEGISLATURA.

• ACTUALMENTE CURSABA UNA MAESTRÍA EN ADMINISTRACIÓN PÚBLICA EN LA UNIVERSIDAD ANÁHUAC.

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