A finales de 2018, poco antes de concluir la campaña y unos meses después del inicio de esta administración, YSQ se cansó de tildar a los opositores al Tren Maya de ignorantes y pregonó, una y otra vez, que no se iba a talar ni un árbol.
Ahora ha quedado claro que habrá un daño escandaloso al talar miles de árboles con el cambio del trazo del tramo 5, de Cancún a Tulum, modificado para ir por la selva en vez de utilizar la carretera 307 ¡Hoy es un tiradero!
Mientras, los trabajos se han suspendido parcialmente gracias a los juicios de amparo indirectos 884/2022, promovidos por los valientes José Urbina, G. D. y V. F.; 821/2022, por Cenote Republic, AC, y 820/2022, por Tania Ramírez, Bernadette Carrión e Imelda Jazmin.
Larrea, fuera del proyecto
Aprovechando la coyuntura, desde Palacio Nacional se decidió dar terminación anticipada al contrato de Grupo México, otorgado en enero de 2021 por 17 mil millones de pesos, para que Sedena se haga cargo, y también el contrato de la supervisora española Mextypsa, por un último acuerdo vigente de mil 200 millones de pesos. ¡Quihúboles!
¿Acaso eso significa que Sedena no respetará las suspensiones?
Fonatur, cuna de improvisados
Acto seguido, el 5 de julio, en la Sala de Consejo de Fonatur, el coronel Antonio Sánchez Carrasco, flanqueado por cinco militares con todo y uniforme camuflajeado (ya sabe usted, para confundirse con el entorno), así como por Violeta Giorgina Abreu González, directora de Gestión Estratégica y Enlace Institucional, Camilo Oviedo Bautista, director de Administración y Finanzas, y Rosendo Gómez Piedra, director jurídico de Fonatur, para ‘acordar’ los términos y que las empresas dejen los contratos por las buenas.
Lo cómico de la situación es que en ese punto de la discusión, a los participantes les cayó el veinte de que Grupo México aún continúa con las reparaciones de la carretera 307, semidestrozada por los trabajos iniciales y, como es costumbre, las ocurrencias del momento salieron a relucir: alguien sugirió que solamente se diera por terminado parte del contrato. Pero no piensen mal, no se trata de Daniel Chávez, de Grupo Vidanta, supervisor honorario del proyecto.
El despilfarro
Lo que el habitante de Palacio y el preparatoriano Javier May, director de Fonatur, no explican ni les interesa es que a Grupo México ya se le han pagado casi mil millones de pesos y que la terminación anticipada le costará al pueblo bueno y sabio otros cientos de millones más por gastos no recuperables para finiquitar el contrato. ¡Y esto es lo de menos!, pues cómo olvidar que el gobierno ya pagó 35 millones de pesos por indeminización a BlackRock por los gastos en que incurrieron cuando la propuesta inicial la harían ellos y finalmente fue desechada.
Todo ese entramado caprichoso es para que Sedena construya en su totalidad el tramo 5, pero ya sabemos que no lo hacen solos. ¿A quiénes subcontratará para los trabajos? Me dicen, ya se está apalabrando con Grupo Indi, CICSA y, la favorita, ICA.
Cada berrinche cuesta
No sé si lo recuerdan, pero en agosto del año pasado, en otro sobrevuelo, el Presidente se enojó al ver, desde el aire, a los grupos de afectados en Campeche protestando desde tierra, lo que trajo como consecuencia oooootro cambio de trazo, ahora por fuera de la ciudad y una nueva afirmación de Jimmy Pons, quien dijo que habría un ahorro de 2 mil millones de pesos, pero, yo tengo otros datos...
Jimmy Pons, para variar y no perder la costumbre, nos mintió, pues no existe ninguna publicación de algún convenio de reducción con que acredite el famoso ahorro; lo que sí existe en el portal de obligaciones de transparencia de Fonatur es que se celebró el contrato por adjudicación directa, PTM-TRAMO2LIB/21-OI-01, para la elaboración del proyecto ejecutivo, suministro de materiales de construcción de la plataforma y vía del Tren Maya y las adecuaciones carreteras, correspondiente al tramo comprendido entre la localidad de China, al sur de la ciudad de Campeche, y la localidad de Campo de Tiro, al norte de la ciudad de Campeche, por 4 mil 23 millones de pesos.
Centavitos
Javier May está a todo lo que da en Fonatur… pero haciendo campaña para gobernador. Si no, hay que ver las páginas de Facebook ‘Un fundador será gobernador’ y ‘Tabasqueños con Javier May’.
Claro que el señor May tiene una ayudita, ya que encontró una nómina casi ilimitada que había en Fonatur, que ha llenado con decenas de promotores, perdón, ‘enlaces territoriales’, de los que no tiene que dar cuenta a nadie.
Balasto cubano
Hace unos días el presidente López Obrador señaló que ante la inexistencia de esta piedra en la península, necesaria para la construcción del Tren Maya, parte será trasladada desde Veracruz, vía Progreso, Yucatán, y otro tanto más será importada desde Cuba.
Ojo aquí también, puesto que la entrada de este material podría ser más barata si entrara por el puerto de Punta Venado, en Playa del Carmen; sin embargo, el gobierno mantiene, desde enero, una disputa con la empresa estadounidense Vulcan Materials, a la que le clausuró las operaciones desde hace siete semanas, luego de que fuera señalada de no cumplir los acuerdos para que la cantera ¡cambiara su giro a una empresa turística! Y eso no es todo. ¡Se vale reir! La Semarnat, de María Luisa Albores, interpuso una denuncia ante la Oficina de Derechos Humanos de la ONU para acusar a la empresa de daños medioambientales y así ponerla contra la pared.
La historia no ha terminado
Así que el tramo 5, el único que desde un inicio podría haber sido rentable, hoy es una desgracia y el que más atrasado va de todo el proyecto. Y ni hablemos de la construcción de los tramos 6 y 7, que también haría la Sedena, que no tienen fecha para cuándo iniciar.
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