Aunque el presidente AMLO ha prometido que el Tren Maya, una de sus tres obras insignia, será inaugurado en diciembre de este año, lo cierto es que quedan muchos durmientes por colocar. Esto ha sido el resultado de una mala planeación y algunos planes que no han ocurrido como se lo prometieron. Para muestra algunos ejemplos.
Los tramos 5 norte y sur son, por mucho, los que más cambios han padecido, lo que incluso ocasionó afectaciones en la circulación de la carretera entre Cancún y Playa del Carmen, por un mantenimiento que parece no tener fin. Y ni qué decir de los trabajos inconclusos que se hicieron en el camellón de la carretera frente al municipio de Solidaridad, porque ahí irían, según uno de los tres proyectos que fracasó, las columnas de las vías elevadas del Tren Maya.
Otro cálculo equivocado y que elevó el costo del proyecto es el traslado de materiales y balasto para la obra. No olvidemos que a alguien se le hizo fácil proponer la expropiación del puerto de Punta Venado, que opera la cantera de Calica, en Playa del Carmen, para que ahí llegaran las embarcaciones, en lugar de hacerlo a través de Progreso, en Yucatán. De hecho, el Presidente lo vio hasta meses después, cuando sobrevoló la zona el 29 de abril. Acto seguido, mandó a la Profepa a que clausurara las instalaciones.
Mediante una estrategia altamente mediática, que inició hace justamente un año, el gobierno no sólo quiso apropiarse del puerto, sino también de los terrenos de la cantera, para desarrollar un proyecto ecoturístico, de acuerdo con los Guacamaya Leaks. Ahí mismo pensaban desarrollar una estación del Tren Maya y conectarlo con el complejo turístico. Un negocio redondo para que algún hotelero cercano a la 4T lo ejecutara. ¿A poco no?
Lo que no le dijeron al Presidente la secretaria de Medio Ambiente, María Luisa Albores; el director de Fonatur, Javier May, y los representantes de la Secretaría de la Defensa, es que la compañía estadounidense va ganando el arbitraje internacional por más de mil 500 millones de dólares. Según especialistas, es altamente probable que México tenga que indemnizar a la empresa Vulcan Materials, propietaria de la cantera desde hace más de 30 años, antes de que termine este gobierno.
Un mes sí y otro también, los juzgados han otorgado suspensiones provisionales en contra de la construcción del tramo 5 por supuestas violaciones a la Ley General de Manejo Forestal. De acuerdo con ambientalistas, no es posible continuar las obras en lugares donde el uso de suelo no es para la construcción y se están talando más de 10 millones de árboles. Eso, sin contar que las obras de los puentes elevados para colocar pilotes de concreto de alta profundidad terminarán por afectar cenotes y contaminarán los sistemas de ríos, aunque el director del INAH y la secretaria Luisa Albores den su palabra de que eso jamás sucederá. Ya veremos.
Y como la contradicción es una práctica común en esta administración, la misma Semarnat autorizó la construcción de un desarrollo turístico junto al puerto de Punta Venado. Se trata de un club de playa que tendrá la posibilidad de desarrollar hasta 30 por ciento del predio, que tiene una hectárea de superficie, para construir vivienda.
Leyendo lo anterior, es imposible dejar de recordar que no es la primera vez que México pierde ante empresas internacionales, o cómo dejar de mencionar el quebranto que tuvo el erario en febrero de 2019, a pesar de que en la mañanera festejaron el impresentable de Bartlett y la Nahle que se habían ahorrado dinero por la disputa de siete gasoductos. Esto pasa cuando uno no va a la escuela y no entiende la diferencia entre el valor presente y futuro del dinero.
Y ya que estoy hablando de vergüenzas y de esta zona, la joya de la corona, la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, que está dando nuevamente de qué hablar por los bloqueos a los accesos al aeropuerto. Hasta el gobierno de Estados Unidos emitió una alerta para sus ciudadanos, para evitar viajar a Cancún y sus alrededores por el tema de Uber y los taxistas. Pero qué tal en Fitur, la góber presumía, de la mano de Miguel Torruco, secretario de Turismo, y decían “welcome turistas”. Ah, y Mara se aventó un video mintiendo sobre los beneficios del tren, pero ojo, no sólo están acabando con la selva, cenotes, fauna y flora por el capricho de este elefante blanco, sino por la falta de Estado de derecho pueden acabar con la joya de la corona en materia turística. Continuará, con el capítulo La devastación en Calakmul.
Aquí un botón…
El ‘banco de malesta’r sigue haciendo de las suyas
Qué le cuento, que ahora me enteré de que Víctor Manuel Lamoyi, director del Banco de Malestar, ah no, perdón, Bienestar, junto con María Georgina López, directora de Finanzas, decidió apostar por el outsourcing, a pesar de que el Presidente dijo que en su administración eso no pasaría. Resulta que contrataron a diversos proveedores, 100 empresas, de limpieza, seguridad, etcétera, a quienes -inhale y exhale-, a pesar de tener contemplado los pagos en el presupuesto del ejercicio 2022, llevan más de un año sin pagarles ni medio centavo. ¡Quihúboles! Por lo que un grupo de estos empresarios afectados se acercó a diputados y senadores de la Comisión Permanente para que le hagan un exhorto al Banco del Bienestar, para que explique a dónde se fueron los recursos. Veremos en qué acaba esta historia, pues no queremos pensar que se fueron para el cochinito de la Delfis y la regenta Sheinbaum.