Sobremesa

Banjército: 4 años y contando sin utilidades. ¿Y el dinero?

Acaba de terminar mayo y el ‘fantasma de la O’ no ha dicho esta boca es mía sobre el tema del reparto de utilidades para los trabajadores del Banjército.

¿Dónde andará Arturo Herrera, exsecretario de Hacienda?

Se preguntan los trabajadores de Banjército, pues gracias a su poderosa firma los dejó sin utilidades desde 2019, a pesar de que por 20 años el banco, pero en manos de los neoliberales, les respetó dicha prestación. El argumento fue: el covid y la austeridad republicana de la 4T.

Acaba de terminar mayo y nuevamente los trabajadores de Banjército se quedaron chiflando en la loma, pues Rogelio “el fantasma del gabinete” de la O no ha dicho esta boca es mía sobre el tema… bueno, ¡sobre nada!

Aunque no fue ni es responsabilidad del director general del banco, Manuel Jaime Ramírez Camacho, los empleados están molestos por su indiferencia y por el silencio cómplice de los administrativos, ya que no sólo se trata de las “largas” que les dan, sino que simplemente nadie dice ni hace nada.

¿Dónde está el dinero de todas esas utilidades que no ven desde hace cuatro años? La austeridad ya no puede ser la respuesta cuando el secretario de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval, se hizo de un lujoso departamento de nueve millones de pesos.

“Él sí puede comprarse departamentos de lujo y a nosotros por qué no nos pueden pagar lo que por ley nos corresponde desde el año 2019″, reprocharon en la entrevista.

Con justa razón, los afectados nuevamente levantan la voz tras acabarse mayo, mes en que por ley se debe pagar el reparto de utilidades.

Y permanecen en el anonimato por el miedo a las represalias y, como bien afirman, están “atados de manos”.

Hacer un paro de labores en sucursales no es una opción, ni siquiera la contemplan, porque necesitan el trabajo, aunque el precio por ello sea que la SHCP haya decidido pasar por encima de sus derechos laborales.

“La mayoría añora el pago que por ley corresponde, ya que nos siguen exigiendo metas, visitas para aumentar la captación y colocación de créditos; sin embargo, hay compañeros ya desanimados que no creen se llegue a pagar, al menos de que el partido Morena salga de la Presidencia”, comentaron.

Hora de entrada, pero no de salida

Si algo ha quedado claro es que en Banjército son buenos para exigir, pero malos para pagar a sus empleados; una muestra de ello son las extensas jornadas laborales, que van desde las 8:30 de la mañana hasta las ocho de la noche, cuando deberían salir a las tres de la tarde.

“El área de factor humano y relaciones laborales está muy estricta con la puntualidad en la entrada, ya que, por minutos acumulados de retardo, mandan oficio para suspensión de trabajo sin goce de sueldo… Hay hora de entrada, mas no de salida, ya que no tenemos pago de horas extras, bonos, etcétera”, explicaron.

Contaron que el banco les ha exigido atender a todos los clientes, sin excepción, aunque esto represente extender cinco horas más su jornada, mismas que, por supuesto, no les pagan.

A esto se suma a que diario deben registrar su asistencia en biométricos y la justificación para retardos aplica únicamente cuando hay un accidente grave, mismo que debe ir con evidencia fotográfica; de lo contrario, hay descuento en su pago de nómina.

“Se comunica que no se justificarán los retardos del personal, salvo que exista una situación de causa de fuerza mayor y se presenten las evidencias que avalen la situación y deberá ser firmada por su director de área correspondiente”, les advirtió la Unidad de Administración a través de un comunicado.

Del servicio médico tampoco hay solución, porque siguen sin especialistas y, por tanto, no les brindan atención médica, no les queda más que buscar el servicio por su cuenta y hacer trámite para un reembolso, aunque ni eso les quieren pagar.

No son iguales, son mucho peores

(Especial)

Déjenme contarles que la FGR ya abrió una carpeta de investigación: FED/DGCAP/DGCAP-CDMX/0000027/2022, por la columna que publiqué en este mismo espacio: Asalto en Banjército, pero no para perseguir a Arturo Herrera, por acción, o a Luisa Alcalde, por omisión, sino para perseguir a los empleados que se atrevieron a abrir la boca. ¡Así como lo están leyendo! De hecho, con el Oficio No: DGCAP-WILIII_C6026/2023; con el Asunto: Solicitud de Investigación, me han estado buscando de la Policía Federal Ministerial de la FGR para entrevistarme por escrito y en persona por mi columna para “indagar a través de dicha entrevista sobre la identidad de la persona que le proporcionó la información y documentación que fuera utilizada en esa nota”. ¡Quihúboles! ¿Cómo les quedó el ojo? Tampoco está por demás dejar documentado que la solicitud fue firmada por: LCDA Brenda Estrada Hernández, agente del Ministerio Público de la Federación, titular de la Célula III-6 DGCAP. Como le he contestado al policía que me ha estado buscando: “Como periodista jamás revelaré la identidad de mis fuentes”.

También tengo, como periodista, la obligación de documentar todo lo escrito y, por lo que leyó, el problema no es lo fidedigno de la información, sino perseguir a quienes se atreven a defender sus derechos laborales que están en la Constitución.

Por no dejar…

Corcholatas: Adán Augusto López, Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal o Marcelo Ebrard, ¿ustedes también les quitarán sus derechos a los empleados de Banjército o los defenderán?

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