Sobremesa

PAN, PRI y PRD… y sin embargo, se mueven

Los dirigentes de PAN, PRD y PRI por fin se pusieron de acuerdo con Unid@s, Va por México y el Frente Cívico Nacional para construir un frente común que pueda derrotar al partido oficial.

Para quienes andan diciendo que la suerte está echada y que Morena ya ganó la Presidencia en el 24, déjenme decirles que en el frente opositor dicen otra cosa; sí, ellos tienen otros datos, pero si la ciudadanía no sale a votar será imposible.

Aunque usted no lo crea, el escenario político cambió tras lo sucedido en las mesas de los principales partidos opositores durante los últimos días y cuyo punto de arranque lo hacen público este mismo lunes.

Resulta que, a pesar de haberse hecho los interesantes, remolones o sangrones, por decir lo menos, Marko Cortés, Jesús Zambrano y ¿quién me falta?... ah, sí, Alejandro (Alito) Moreno, los flamantes dirigentes nacionales de PAN, PRD y PRI, respectivamente, por fin se pusieron de acuerdo con las principales organizaciones representadas en Unid@s, Va por México y el Frente Cívico Nacional, para construir un frente común que pueda derrotar al partido oficial.

Las reuniones entre PAN, PRD y PRI se realizaron a puerta cerrada a lo largo de la semana. (Especial)

Las negociaciones entre las partes terminaron después de varios días de encerronas en las que afloraron propuestas, reservas, temores, expresiones narcisistas, reflexiones serias y un conjunto de dimes y diretes que les permitieron llegar a un combo de procedimientos para seleccionar, depurar, placear y elegir a quien ocupe la candidatura presidencial opositora -agárrense de las manos, al ritmo de El Puma-. Las reuniones a puerta cerrada transcurrieron a lo largo de la semana y en ellas también participaron los integrantes del INE paralelo, de la sociedad civil, coordinados por el expresidente del Instituto Nacional Electoral… ¡no se asusten, morenos! Me refiero a Leonardo Valdés y no a Lorenzo Córdova.

¿Qué sucederá?

Acordaron integrar una especie de consejo ciudadano muy ejecutivo para que organice y valide una suerte de elecciones primarias, combinando urnas y voto digital, y tal cual como nos convocaron a las dos manifestaciones de la marea rosa de noviembre y febrero pasados para defender al INE, elegirían a su candidato presidencial. Sociedad civil también participó en el diálogo que ahora ofrece resultados concretos.

Aunque tardos y perezosos, los dirigentes partidistas cedieron al planteamiento de acordar un procedimiento conjunto, abierto y democrático y evitar que se pusieran en evidencia sus tradicionales mecanismos cupulares de asignación de candidaturas conocido como el de las “3 C”: cotos, cuotas y cuates.

Así pues, y tras afinar los detalles del proceso híbrido que recupera lo mejor de las propuestas de la sociedad civil organizada con los requisitos partidistas, el sábado pasado sesionaron sus respectivos órganos estatutarios partidistas, que aprobaron el combo, facultaron a sus dirigencias a negociar coalición electoral y coalición de gobierno e integraron, en el caso del PAN, a quienes formarán parte de la comisión redactora de la plataforma electoral. ¡Por fin!

Las rebajas

Del millón de firmas que pedía Marko Cortés, se pasó a 150 mil para tener derecho a inscribirse en el proceso de selección. (Especial)

Debo reconocer que los tres dirigentes nacionales flexibilizaron y pusieron de su parte para lograr lo que hoy anuncian con bombo y platillo. Hasta hubo rebajas. Del millón de firmas que pedía Marko Cortés, en lo que fue una inicial salida con dados cargados, pasamos a la cantidad de 150 mil firmas (la cifra puede cambiar) para tener derecho a inscribirse en el proceso de selección. Ese es el primer paso antes de llegar a la catafixia.

Como a estas alturas tenemos ya una larga lista de políticas y políticos que han levantado la mano para enfrentarse a la candidatura presidencial oficial, a la que recientemente se agregó Xóchitl Gálvez, pero entre quienes están Lilly Téllez, Claudia (la buena) Ruíz Massieu, Gustavo de Hoyos, Enrique de la Madrid, Santiago Creel, José Ángel Gurría y así hasta llegar a la docena, el primer paso será recabar las firmas. Se pretende usar una aplicación para evitar las fotocopias que han manchado procesos para seleccionar candidatos independientes.

Una vez que tengan la lista de inscritos, se hará un sondeo de opinión que depure, en un segundo momento, la lista de aspirantes para quedarnos con tres. O sea que habrá encuestas también para depurar y depurar.

A partir de ahí, se organizarán debates, conversatorios o, como le llaman en la burocracia partidista, foros temáticos regionales en los que participarán los aspirantes para que conozcamos cómo se desenvuelven y qué piensan de los principales problemas del país, cuáles son sus propuestas (en el marco de la ley) y toda la cosa. Ojo, se pretende que se aborden los temas de la agenda política nacional más allá de la mañanera, para que la sociedad conozca otra narrativa y sepamos qué la salida del atraso es posible.

Luego de que hayan placeado por todo el país a la triada de aspirantes presidenciales vendrá un nuevo sondeo (¡más encuestas!) y, para cerrar con broche de oro, se organizarán unas elecciones primarias con urnas y todo, abiertas al voto de la ciudadanía. Aunque no queda muy claro aún el valor de la última encuesta frente a un proceso de votación abierta, lo que sí sabemos es que de ahí nacerá quien encabece la candidatura presidencial del frente amplio opositor.

Riesgos…

Claro que hay candados, un partido político que no pone candados no es partido, pero ahora parecen necesarios porque es real el temor a que, en un proceso abierto, el partido oficial y sus secuaces del Verde o el PT podrían caer en la tentación de tratar de intervenir. Por ello, el último sondeo se pretende realizar entre quienes se hayan registrado en un padrón que se conformará a partir de las firmas recogidas en la aplicación digital y tendrá un valor equivalente (así dicen) a las 300 mesas de votación del país.

Por no dejar

Faltan definiciones y quedan preguntas en el tintero: ¿cómo funcionarán el comité organizador del proceso?, ¿cómo funcionará la observación ciudadana?, y más, pero adelanté algunas conclusiones preliminares:

1. Aunque parezca increíble, podemos mascullar como Galileo, tras presionarlos un poquito, los dirigentes nacionales de los partidos políticos opositores, sin embargo, se mueven.

2. Ya les cayó el veinte de que es la unidad con la sociedad civil organizada como se puede construir el frente amplio opositor.

3. Nuestra palabra vale, nuestro voto se debe contar y todos debemos salir organizados y sin miedo a la democracia, porque, como dijo Guadalupe Acosta Naranjo en un tuit festivo, “en Morena, dedazo; acá, democracia”.

Ah, ya también les platicaré del método y aspirantes a la CDMX, que hoy está perdida para Morena…

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