Sobremesa

ISSSTE viola ley en compra de computadoras

Mainbit, de José Antonio Sánchez, fue uno de los proveedores favoritos de equipo informático en los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña; ahora lo es de López Obrador.

Como ya había señalado, si hablamos de los casos de corrupción dentro del sistema de salud pública federal, en el ISSSTE también hace aire.

Les cuento que, en una reciente licitación para adquirir casi 60 mil equipos de cómputo de escritorio, laptops y algunos equipos periféricos, la Dirección de Administración del ISSSTE, a cargo de Almendra Ortiz -sí, la exgacela obradorista que de pronto fue puesta a manejar miles de millones de pesos-, intenta asignar un contrato multianual de hasta 872.6 millones a favor de la empresa Mainbit, de José Antonio Sánchez, violentando con ello la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público. Pero eso no es lo peor, y respire profundo y tome aire: estamos hablando de uno de los proveedores favoritos de equipo informático durante los gobiernos de… ¡Felipe Calderón y Enrique Peña!

Como lo leen: Almendrita ha acomodado las cosas para que Mainbit se quede con el contrato, en el que pretende colocar equipos con especificaciones diferentes a las solicitadas en el proceso de compra, lo cual puede afectar la calidad de servicio a 14 millones de derechohabientes.

Pero, por paradójico que esto resulte y ya en el colmo de la desfachatez, esta compra torcida puede derivar en la coronación de Almendra Ortiz como directora general del ISSSTE, pues es sabido que Pedro Zenteno está por integrarse al gabinete de salud de la próxima gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez. ¿Qué tal?

Los nuevos hallazgos

Nuestras indagaciones, que ya han encontrado previamente cositas feas en la administración del instituto, nos indican que el pasado 19 de mayo se dio el fallo al concurso No. IA-51-GYN-051GYN005-N-45-2023, para el arrendamiento multianual de 59 mil 364 equipos de cómputo y periféricos a favor de un solo proveedor, la empresa Mainbit, con un valor por hasta 872.6 millones de pesos, para lo cual descalificaron a otros 10 competidores. A través de Juan Carlos Suárez Guzmán (director de Recursos Materiales) y de Alfredo Herrera Romero (subdirector de Recursos Materiales), las otras empresas fueron relegadas por nimiedades como, traguen saliva, no anotar la versión del software correspondiente o que no se ofreció que las pantallas de los equipos desplegaran permanentemente el logotipo institucional.

Además, para adjudicar a Mainbit se violó la ley al modificar las propias reglas establecidas en el concurso, como lo confirma la página 39 de la minuta de trabajo del 17 de mayo de 2023, por parte del Grupo Técnico Revisor de la licitación dependiente de la Coordinación de Estrategia Digital Nacional, representada por Isidro Papalotzi Cruz y Genaro Estrada Martínez.

Según el documento en mi poder, ahí se acepta que, si “en las propuestas técnicas de los licitantes se presentaban equipos con características iguales o superiores a las contenidas en el anexo técnico del Tercer Convenio Modificatorio, no sería motivo de desechamiento, siempre y cuando se verificara dicho supuesto”.

Tal alteración se realizó con la finalidad de que tuvieran cabida los equipos de Mainbit, que figuran en su Contrato Marco, acuerdo que es obligación legal cumplir para estandarizar condiciones técnicas y de precio para todas las compras del gobierno federal.

El Contrato Marco que Mainbit tiene registrado ante la Secretaría de Hacienda habla, por ejemplo, de computadoras de escritorio HP modelo Pro SFT 400G9 PC, pero gracias a la alteración pudo ofrecer más de ocho mil computadoras de escritorio del modelo HP Pro SFF 280G9 PC… pero con características diferentes a las registradas en el Contrato Marco, como cuatro puertos USB en lugar de los seis puertos registrados oficialmente.

Dichas divergencias también se registran en los equipos portátiles ofrecidos: diferencias en modelos de laptops o medidas de pantalla, puertos USB, procesadores y otras especificaciones que claramente varían, pero que no fueron impedimento para otorgar el fallo favorable a Mainbit.

En resumen: la exgacela, que por sus adjudicaciones ha incurrido en responsabilidades penales, y hoy posible nueva titular del ISSSTE de la 4T, violó la Ley se Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público en su artículo 14, para, inicialmente, poder alternar las propias bases de licitación y -peor aún- con un precio casi 85 millones de pesos por arriba de los competidores descalificados. Se me hace que aquí está el verdadero enjuague, ¿no creen?

Vale la pena precisar que la SHCP participó, extrañamente, en las modificaciones de las reglas de compra del ISSSTE. Esto, a través del director de Infraestructura de Cómputo Personal, Luis Enrique Martínez Hernández, y del director de Soporte, Felipe Ernesto Armentilla León.

Por no dejar

Los dejo con otra perla: curiosamente, Mainbit es también proveedor de tales equipos de la SHCP. Como en el IMSS, todo queda entre cuates, aunque éstos también lo hayan sido de los perversos y corruptos gobiernos anteriores.

“No son iguales, sino peores”.

COLUMNAS ANTERIORES

De la boda que no fue boda, nos vamos a las renuncias voluntarias que no lo son; la cloaca en Agricultura
Zacatecas está en riesgo

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.