Sobremesa

Chillón el niño y luego lo pellizcan

La juez Olga Borja Cárdenas ha tomado algunas decisiones que ponen en tela de juicio la legalidad e imparcialidad del proceso de Unifin.

Es increíble que algunos jueces y magistrados del Poder Judicial no se den cuenta del embate que están sufriendo desde el Poder Ejecutivo. Será que sus intereses personales sean más importantes para ellos que defender su dignidad, trabajo, el de sus compañeros y el propio valor que tiene el representar al Poder Judicial, uno de los tres poderes autónomos que nos permiten constituirnos como república.

Este es el caso de la jueza Olga Borja Cárdenas, que parece que, con las decisiones que está tomando, no está siendo imparcial en un proceso del que ella es responsable.

Parece que le quiere hacer la chamba al gobierno, pues le da la razón a esas críticas cuando pone ejemplos de malos jueces o de jueces que no son imparciales.

Así como lo están leyendo. En medio de una crisis de credibilidad y legitimidad del Poder Judicial de la Federación, algunos malos jueces se empeñan en aplicar la ley de manera selectiva para proteger intereses particulares en procesos a todas luces opacos. Reitero, pareciera que ciertos juzgadores y magistrados se empeñaran en darle la razón a sus detractores.

Acomódense bien para seguir leyendo

Nos brinca en esto el caso de Unifin, empresa mexicana de arrendamiento y crédito, de Rodrigo Lebois Mateos, que por sus malos y cuestionables manejos ahora se encuentra en concurso mercantil. Sigan leyendo, porque los dejaré con la boca abierta.

Ese proceso está a cargo de la juez Olga Borja, quien, increíblemente, no sólo ha tomado algunas decisiones que ponen en tela de juicio la legalidad e imparcialidad del proceso, con amplias posibilidades de que gane su cliente… ah no, perdón, la parte que no tiene la razón en este conflicto.

Váyase por un doble

Para empezar, la impartidora de justicia ha incurrido en un abierto conflicto de interés. ¿Cómo puede ser eso?

Le cuento, todo empezó con una sospechosa plática-desayuno que tuvo lugar el pasado mes de febrero en las instalaciones de Sainz Abogados, despacho jurídico que representa a Unifin, y con lo que la jueza hizo caso omiso a prohibiciones explícitas contenidas en el Código de Comercio y la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación respecto a este tipo de convivencias entre un juzgador y las partes en litigio.

¡Quihúboles!

Consejo de la Judicatura Federal, abran los ojos, pues “algo huele mal en Dinamarca”; y para que no se me vayan a perder, Olga es la jueza primera de Distrito Especializada en Concursos.

A este lamentable episodio, protagonizado por Borja Cárdenas, se suma su decisión claramente parcial de postergar los plazos para que Unifin cubra sus adeudos. ¡Qué tal! Y no sólo eso, la jueza ha detenido inexplicable e ilegalmente los recursos interpuestos por los acreedores.

Pero el descaro ahí no acaba, súmele un criterio jurídico dudoso y claramente discrecional que permite a Unifin desprenderse de algunos de sus activos, que se supone debieran garantizar los pagos pendientes y no beneficiar a Lebois Mateos y a sus hijos Rodrigo y Almudena Lebois Ocejo, sobre quienes existe la sospecha de tener cuentas bancarias en Suiza a donde están yendo a parar los recursos drenados ilegalmente a la empresa.

Les reitero, CJF, ¡abran los ojos!

El penoso y vergonzoso episodio no sólo afecta la credibilidad judicial, sino que deja indefensos a los socios/inversionistas que en su momento confiaron en la familia Lebois, que por eso debiera estar enfrentando ya procesos penales por fraude.

A ver si el Consejo de la Judicatura Federal revisa el caso y pone orden. Las señales y hechos ahí están y, debo subrayar, están en juego no sólo los intereses de socios y acreedores de Unifin, sino la credibilidad y reputación del Poder Judicial.

Tabe va por la reelección de la Miguel Hidalgo

Mauricio Tabe, alcalde Miguel Hidalgo, durante la conferencia semanal de la Unión de Alcaldes de la Ciudad de México. (Cuartoscuro)

El alcalde Mauricio Tabe, en su último informe, recordó que cuando llegó a la Miguel Hidalgo -esto gracias a Víctor Hugo Romo- era una de las alcaldías con los peores niveles de seguridad, y como pavorreal presumió, y no es para menos, que bajo su programa Blindar Miguel Hidalgo pasó a ser una de las tres alcaldías más seguras de la CDMX, y no gracias a la ayuda del gobierno de la Sheinbaum, sino usando sus propios recursos y bajo la dirección de Marcela Gómez Zalce.

Ah, y cómo dejar de comentarles que también fue muy enfático en mostrar la doble cara del gobierno central de la CDMX, pues aseguró que no sólo ven a la alcaldía como mina de oro, pues pagamos mucho predial y sólo nos regresan migajas, y que -agárrense, eh- hay una verdadera red, desde el Gobierno de la ciudad, que hipócritamente denuncia una cosa y por el otro lado se ha dedicado a traficar con el suelo de Miguel Hidalgo, generando cambios de uso de suelo para beneficio de unos cuantos, en perjuicio de nuestros vecinos.

Para quienes les gusta la grilla, déjenme decirles que al que todos saludaron, pero no de muy buena gana, fue al líder priista en la capital del país, Israel Betanzos. ¿Será porque el PRI todavía no da señales claras de cómo votará en el proceso de ratificación de la fiscal carnal Ernestina Godoy? Es tiempo de definiciones para ver de qué lado se van a colocar los tricolores.

El presidente del PRI, Alejando Moreno (izquierda). (Cuartoscuro)

Alito Moreno, el PRI es parte fundamental de la alianza y Ernestina Godoy es una desgracia como fiscal. Estoy segura de que, con el compromiso que tienes con la alianza -PAN, PRI, PRD-, impedirás que cualquier priista de la bancada coordinada por Ernesto Alarcón se doble por intereses personales de tu partido en la CDMX.

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