“Si me pasa algo es culpa del licenciado Neri, lo hago responsable a él, se llama Martín Neri Hernández y actualmente está adscrito al Centro de Justicia para las Mujeres de Azcapotzalco”.
Inhale y exhale
Lo anterior es la desesperada declaración de ‘Claudia’, quien, por seguridad, omite su nombre real, debido a las repercusiones que le ha llevado denunciar el acoso y abuso sexual a su jefe, quien era, en una lamentable ironía, el supervisor del área de Asesores Jurídicos de la Coordinación General de Atención a Víctimas de Delito de Género, en el Centro de Investigación Victimológica y de Apoyo Operativo (CIVA) de la fiscalía de la Ciudad de México.
Sí, esa misma institución de la que se jacta la indefendible de Ernestina Godoy de apoyar y acompañar a las víctimas, pero que en los hechos no resguardan de un ambiente libre de violencia ni para sus mismas trabajadoras.
Aunque la fiscalía capitalina tiene como objetivo, según se puede leer en su propia página web, “establecer las condiciones necesarias para brindar protección jurídica a los habitantes de la CDMX en su integridad física y patrimonio”, la realidad es que les da la espalda a quienes denuncian, como ‘Claudia’, y, por el contrario, las violenta y revictimiza.
“Yo fui víctima del delito de abuso y acoso sexual por parte de mi jefe. Esto se lo hice de conocimiento a mi subdirectora Sandy Yuritzi Martínez Rodríguez (asesora jurídica, supervisora en funciones de la Subdirección en el Centro de Investigación Victimológica y de Apoyo Operativo), y ella pues me dijo que lo iba a checar con posterioridad, pues no hizo nada y las agresiones siguieron por parte de mi jefe, por lo cual yo me vi en la necesidad de iniciar una carpeta de investigación el 24 de octubre de 2023″, relató.
Café con piquete
El calvario por el que ha pasado la mujer, con siete años de servicio en la institución, empezó desde septiembre de este año: “Él se refiere a mí en el sentido de mi forma de vestir, que me veo muy bien, que me veo muy sabrosa, que le gustan mis piernas. Empezó a tocar mi espalda, empezó a agarrarme las manos… En alguna ocasión me agarró el glúteo”, explicó.
Tenga cuidado, pues puede volver el estómago
“Claudia” asegura que, por haber alzado la voz, es víctima también de segregación, discriminación y aislamiento, ya que tres de sus compañeros, señalados en la misma carpeta de investigación, han amedrentando, amenazando y prohibido a los demás empleados hablarle “haciendo manifestaciones de que soy una puta, una mujer que sólo sirve para coger, que soy una chismosa, que todo lo que digo sólo vive en mi imaginación, que soy una enferma mental, que yo soy la que busca a los hombres, tal y como lo menciona el licenciado Neri en sus declaraciones”.
Para ser todavía más indignante el caso, ella percibe la parcialidad del Ministerio Público, el cual le impidió que anexara a su carpeta de investigación sus pruebas; en cambio, el señalado como agresor pudo aportar una decena de testimonios para avalar su supuesta inocencia, hasta declaraciones de servidores públicos que nunca se encontraron en el momento y lugar de los hechos señalados.
Por favor siéntense bien
Y aunque ‘Claudia’ pidió desde el primer momento medidas cautelares para su protección, entre ellas el cambio de área de trabajo de Neri Hernández, y que el juez de control reconoció la superioridad jerárquica del señalado y se acreditaron las agresiones, tuvieron que pasar varios días para la reasignación del individuo, en nada más ni nada menos que el Centro de Justicia para las Mujeres de Azcapotzalco. ¡Sí!, un acusado de acoso y abuso sexual, en un inmueble para la protección de mujeres.
Increíble pero cierto, su bajeza no tiene paragón
Con voz entrecortada y sollozando, reitera que teme por su vida debido a la andanada del aparato judicial en su contra, luego de que el pasado 5 de diciembre fue informada que hay una investigación en su contra, a pesar de que no hay alguna sanción o queja derivada de su labor en el tiempo que ha estado en la fiscalía.
“Yo siempre he estado al pendiente de las mujeres víctimas de delito de violencia de género. Me ha llamado siempre la atención estar en lucha por los derechos de las mujeres y de los niños”, subrayó la entrevistada.
‘Claudia’ lo único que pide es justicia y que la fiscalía capitalina se dirija con la verdad en su caso y que no haya tráfico de influencias, amiguismos y compadrazgos al interior de la institución para solapar los delitos de acoso y abuso sexual.
“No sé en qué momento me convertí en víctima, pero estar de este lado es horrible, porque no hay justicia, porque a pesar de que tengo conocimientos se me han cerrado las puertas. Me siento en total indefensión”, comenta con rabia, desesperación y frustración por una institución alejada de los valores y objetivos que dice defender.
Por no dejar
Siguen pasando los días y Morena no da fecha para el periodo extraordinario para votar la ratificación de la fiscal carnal. ¿La razón? No quieren verse perdidos ante la oposición.
Ernestina dejará la fiscalía el 9 de enero, cuando acaba su periodo, y dicen que la pueden mandar como segunda fórmula al Senado.
Lo que es un hecho es que no tuvieron los votos, que la oposición se mantuvo firme y no se dobló, a pesar de haberlos amenazado con carpetas de investigación y de ofrecerles -oigan bien- hasta 25 millones por voto.
No sólo se debe ir Ernestina, la fiscal carnal, sino también estos abusadores.