Cuando creíamos haber visto todo de Ayotzinapa, volvimos a desilusionarnos. El gobierno de AMLO ha lucrado desde hace 10 años, cuando era oposición, con el dolor de los familiares de los estudiantes desaparecidos, con sus falsas promesas de encontrarlos con vida, de devolverlos a sus padres, revictimizándolos y engañándolos una y otra vez, alentando con ello la ilusión de volver a ver a sus hijos, y con la única finalidad de hacer populismo, ganar votos a toda costa ante el dolor de los padres y la sumisión de los “poderes autónomos”. Recordemos cómo apoyaba las marchas, hacía el pase de lista en los eventos, vestía sus camisetas, eran recibidos constantemente, los abrazaba y les decía a los familiares que los quería escuchar.
Café con piquete
A cinco años del gobierno actual, se encuentra en un laberinto sin salida. Todos los que designaron, Alejandro Encinas, Arturo Medina, Rosendo Gómez y Omar Gómez, dizque para ahora sí cerrar el asunto, utilizaron la procuración de justicia como una herramienta contra los enemigos políticos del presidente AMLO, creando trajes a la medida o, como coloquialmente se dice, justicia a modo. La criticada verdad histórica de Murillo Karam, aunque les duela, tuvo errores, pero sin duda fueron justificables.
¡Bots, relájense!, terminen de leer antes de atacar
Él, Murillo Karam, no los mandó a matar ni Tomás Zerón ni nadie de la entonces PGR ni del gobierno de EPN. Peña se equivocó en no darle la prioridad que tenía de inmediato. En la PGR detuvieron a más de 100 personas y, tras la presión mediática de México y del mundo para tener respuestas inmediatas, salieron sin atar todos los cabos. Sin embargo, ni esta Segob del florero –¡ah no, perdón!– Sánchez Cordero ni la de Adán Augusto López o de la familia Alcalde, representada por Luisa, ni la FGR han podido demostrar otros hechos distintos de la verdad histórica. Comenzó la persecución, sí, la persecución de los anteriores investigadores, peritos, ministerios públicos y se suma la recontratación del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) por la 4T. Por cierto, durante el gobierno de EPN le pagó al GIEI 2 mdd y sólo lo criticaron. La patraña continuó, nombrando a Omar Gómez Trejo, OGT por sus iniciales, con el beneplácito de AMLO y Gertz Manero. OGT cayó como anillo al dedo, ya que pensaron que podía controlar al GIEI sus antiguos jefes y, por cierto, debido a su trabajo como secretario ejecutivo del GIEI; sin embargo, Gómez Trejo estaba impedido para asumir tal responsabilidad, de acuerdo con el artículo 43 (coincidencia el número) del Código Nacional de Procedimientos Penales y estaba obligado a excusarse para aceptar ser el fiscal.
Inhale y exhale
OGT estuvo en la Fiscalía, de junio de 2019 a septiembre de 2022, y no sólo dejó más enredado el caso, sino que circuló el primer informe de la Covaj sin testar a diferentes periodistas y medios de comunicación, dejando ver que poco a poco estaba rompiendo el pacto de silencio. Además, déjenme decirles que OGT era el único que sabía de la visita de Encinas a Israel, pues ambos viajaron a Innsbruck y luego el subsecretario se desvió a Tel Aviv en un viaje no oficial, pero con cargo al erario. Ojalá OGT nos explique la razón por la cual no envío a Innsbruck los 114 restos óseos que la CNDH, en su reporte de 2018, sugirió que podían ser factibles de identificación de algún otro normalista, tal cual lo publiqué en la columna del 14 de febrero de 2024: ‘Los restos óseos que la 4T se ha negado a analizar genéticamente’. Será que se lo prohibieron, que fue por apatía o tal vez porque pensó que si salía otro estudiante identificado avalaría la tan cuestionada verdad histórica del gobierno anterior.
Fuerte doble
Como dije al inicio, AMLO ha lucrado 10 años con la tragedia que enlutó al país cinco años para llegar a la Presidencia y los siguientes cinco para mantener perseguidos a inocentes y al gobierno de EPN en jaque. A Murillo Karam, sin tener culpa de nada, ni siquiera de omisión, lo tienen encarcelado en una venganza fuera de lugar. A Zerón, exiliado por voluntad propia y no lo pueden traer porque no hay prueba que amerite al gobierno de Israel creer en su culpabilidad y más bien es obvio que es un perseguido político. Hoy han pasado de ser 43 a 44 los muertos y AMLO ya reinventó su narrativa y ahora perseguirán a los policías, supuestos autores del asesinato número 44.
Siéntese bien
Si hay algún ejemplo de la politización de la justicia, sin duda es este caso de Ayotzinapa, al cual no han podido cambiar casi ni una coma de la verdad histórica de Murillo Karam. Encinas, exsubse de Derechos Humanos, abandonó a los padres de los 43; sí, los usó y los tiró una vez que ya no los necesitaba, pues ya amarró una diputación federal ¿Para qué necesitará Encinas el fuero? Continuará…
Si es venganza, no es justicia
Mientras el criminal confeso Emilio Lozoya lleva 28 noches durmiendo en casa de su papi Lozoya Thalmann, el exprocurador Murillo Karam, quien no mandó matar a los 43 de Ayotzinapa, y cumple todos los requisitos para la prisión domiciliaria o brazalete, lleva 577 días en la cárcel. CJF, ¿tiene algo qué decir?