“Desde noviembre nos tienen aquí en Acapulco, completamente abandonados, en condiciones de miseria”.
“Es frustrante que ni la población, ni el gobierno ni los delincuentes nos respetan”, totalmente frustrados me contaron varios elementos de los 400 de Semar que hoy son parte de la Guardia Nacional.
Por la indignación les advierto que les dolerá el estómago
Tras el paso del huracán Otis, al Presidente se le llenó la boca diciendo, un día sí y otro también, que había mandado a dos mil elementos de la Guardia Nacional para poner orden y ayudar a levantar el puerto de Acapulco. Lo que no sabíamos son las condiciones en que los mandaron y los tienen viviendo.
Inhale y exhale
Pudiéramos utilizar los adjetivos ‘deplorable’ o ‘humillante’.
Una imagen habla más que mil palabras y así es como tiene la 4T viviendo a nuestras Fuerzas Armadas.
¿Podrían ayudarme a describirle a mis lectores las condiciones de cómo están viviendo?
“Vivimos en casas de campaña que nosotros tuvimos que comprar. Nos cooperamos entre todos para tener agua, comprarnos pipas (cuestan entre 600 y mil pesos) y cuando se nos acaba vamos a conseguir más agua a las casas de orilla o a las construcciones que tienen. La luz, nosotros compramos nuestro cable. Hay lugares, predios, de los compañeros donde no tienen nada, no sé si lo vio en la fotografía. Ahí, de plano sí están más abandonados y mandan a comprar todo”.
Pero si la indignación todavía no es suficiente, el marino disfrazado de Guardia Nacional cuenta que hay otros elementos en el desamparo en un deportivo, en el centro de convenciones y en una primaria, todos y cada uno de esos inmuebles, totalmente en ruinas, sin higiene y lo mínimo indispensable. Y los que se encuentran en el hotel Cano no precisamente la pasan mejor.
“Los compañeros están cinco plantas arriba y tienen que bajar por una cubeta de agua para el uso del WC y para bañarse. Está abandonado. Igual habilitaron cocinas con el poco acceso que dio el dueño, porque tiene su dueño. Pero se puede decir que ellos están un poquito más cómodos que nosotros que estamos en el campo”.
¿Cómo comen?
“En Marina teníamos contemplado tres tercios de 70 pesos, pero aquí con ellos únicamente aplican dos. Y eso si es que llegamos a tiempo, pues, si no, no nos sirven de comer. Nosotros compramos prácticamente nuestra comida porque pues son deplorables, la verdad, señorita. ¿Se imagina las instalaciones? No tenemos, las cocinas son habilitadas y pues hay mucha mosca, zancudo, está feo, pero muy feo”.
Viven en condiciones no sólo deplorables sino insalubres…
“Cuando pasó lo del huracán, mucho personal de nosotros se enfermó de dengue, otros de salmonelosis; de hecho, hay mucho personal que ya desertó, incluso hay personal fallecido”.
¿Cómo? ¿Por?
“Pues somos humanos, tenemos necesidades, ¿no? Unos murieron insolados y otro simplemente apareció muerto, tras pedir permiso para salir a hacer un depósito. Desconocemos por qué motivo”.
¿Bajo las órdenes de quién están ahí?
“Le llaman ‘mando especial’, que formaron cuando pasó lo del Otis, con batallones de policía militar que están disfrazados como batallones de Guardia Nacional. Entonces, ellos estructuraron sus batallones, pero no contemplaron instalaciones y es por eso que estamos así”.
¿Y qué dicen sus compañeros?
“Todos están molestos, pero no se atreven a hablar pues va contra los principios de nosotros como militares. Pero pega más la necesidad, no sólo tenemos que mantener a nuestras familias, sino comprar todo, y nos dicen que nos quedaremos aquí de fijo, de base. Sin poder ver a nuestras familias”.
¿Cómo se sienten?
“Es frustrante de que no haya ningún respeto ante nosotros por parte de la población, de los delincuentes y del gobierno que nos manda a trabajar sin instalaciones”.
Estoy segura que se quedaron pensando en que a Fuerzas Armadas, quienes se enlistan para defender al Estado, la 4T no sólo las pone a construir como albañiles o a cuidar el AICM, entre miles de cosas que no son de su incumbencia, pero denigrarlos así… es un exceso, ¿o no?
¿El secretario de la Marina sabe de esto?
“Suponemos que sí, porque a nosotros los cambios de adscripción no los hace Semar. Ellos deben de saber todo. Se supone que están con el alto mando, pero ya hemos hecho varias inconformidades y simplemente no se ve nada”.
Indignante
Mis fuentes no están pidiendo lujos ni tener confort, sino un lugar digno para dormir, porque no tienen dónde descansar; de hecho, me dicen, “no saben ni dónde colocarnos o a dónde tenernos”.
Ya leyeron que viven en casas de campañas y que no hay agua, entonces sus uniformes, que están totalmente desgastados, los lavan cada tres, cuatro o cinco días, porque no hay agua.
¿Y su dignidad?
“Le digo, si apenas conseguimos agua para los WC y bañarnos, imagínense si la usaremos para lavar nuestros uniformes. Además, nosotros tenemos que comprar todo el uniforme, desde que crearon la Guardia Nacional todo es vendimia para ellos, no es administrado como la Secretaría de Marina”.
¿Algo más que quiera agregar?
“Imagínese si esto vivimos los hombres, el infierno que es para nuestras compañeras mujeres, quienes además tienen que soportar acoso sexual por parte de nuestros superiores”.
Si usted pudiera hablar con el Presidente, ¿qué le diría?, ¿qué le pediría?
“Ay, Dios mío, qué le puedo decir, que se acabe la Guardia Nacional, porque no, no funcionó. No sé si no se ha dado cuenta el señor, pero no funcionó. Y menos en manos de la Secretaría de la Defensa”.
“Cuando Sedena tomó el mando operativo hicieron una ‘integración conjunta’ y formamos parte de esos batallones de policía militar; entonces los marinos estamos bajo las órdenes de la Sedena. Desde ahí, comenzaron las inconsistencias y los problemas entre el personal, porque no es el mismo ambiente”.
Existe un choque de formación entre los elementos de la Marina y la Sedena, porque a los segundos los han acostumbrado a pagar por todo: “Si quieren salir francos con su familia, les cobran; que si quieren sus vacaciones, les cobran; que sus raciones de su alimentación, se las quitan. Y pues nosotros en nuestra secretaría no, nosotros tenemos todas estas facilidades, se le podría decir”.
Integrantes de nuestras Fuerzas Armadas, millones de ciudadanos que estamos orgullosos de ustedes les ofrecemos una disculpa. Lástima que sus almirantes y generales no piensen igual y sólo quieran quedar bien con Ya Saben Quién.