A quien tuve el honor de saludar en la comida de Palacio Nacional, el día de la toma de protesta de AMLO, fue al nuevo secretario de la Marina, el almirante José Rafael Ojeda Durán, y déjenme comentarles que me dejó con el mejor sabor de boca, pues es un hombre de la Marina no preocupado por los temas políticos, como su antecesor. Ahora bien, ¿se acuerdan ustedes de la reforma legal que se realizó en diciembre de 2016 para trasladar las funciones de las Capitanías de Puerto, así como la inspección y matrícular embarcaciones como mexicanas, entre otras funciones, de la SCT a la Semar, quesque por temas de seguridad nacional? Bueno, pues hoy les puedo adelantar que, más tarde que temprano, las capitanías regresarán a la SCT. ¡Así como lo están leyendo!
Ojo, en el sexenio de EPN se militarizaron las Capitanías de Puertos, tal cual como en la Venezuela de Nicolás Maduro. Mientras que en el sexenio de AMLO echarán abajo esta terquedad y regresaremos a las prácticas de EU, o cualquier país de la OCDE, donde NO hay ni puertos ni autoridades de Marina mercante militarizados. En su momento, el secretario Vidal Soberón, de la mano de su oficial mayor Vergara, no quisieron escuchar a nadie ni tampoco entender que las funciones realizadas por las Capitanías de Puerto no están enfocadas a la salvaguarda de la seguridad nacional, sino que corresponden a las de una autoridad técnico-administrativa.
Así pues, a año y medio de su implementación, la operación de los diversos asuntos del sector marítimo-portuario ha demostrado que la reforma fue un error. ¿La razón? Porque, por ejemplo, la autoridad marítima mercante está dividida entre dos dependencias y para los integrantes del sector no es posible discernir cuáles son las competencias entre ambas secretarías, porque NO hay claridad en ello. Peor aún, este mismo problema afecta la representación de nuestro país ante los organismos internacionales, como la Organización Marítima Internacional. Y súmele que cada secretaría trabaja bajo diferentes criterios: por un lado, la SCT aplica los principios de celeridad, economía y buena fe en sus trámites; pero por el otro, la Semar aplica principios en los que predomina el centralismo y la superioridad jerárquica para la toma de decisiones. En resumen, ya no hay necesidad alguna en mantener con calzador las capitanías en la Semar, la cual fue, sin duda, una decisión guiada por intereses políticos equivocados.
Ojo, cuando pasó la reforma de 2016 se decía dentro de la Semar, de Soberón y Vergara, que les "regresaban" las capitanías, pero pareciera que no conocen la historia, pues en la Constitución de 1917 las capitanías estaban adscritas a los civiles. Después, debido a la Segunda Guerra Mundial, se militarizaron (como en todo el mundo), para posteriormente regresarse a los civiles; incluso, dentro de la OMI sólo en nueve países están militarizadas, y ¡sólo México, con EPN y Vidal Soberón, las volvió a militarizar!
Fichajes de estelares…
En otros temas, qué les cuento, que quien no se moverá de la SRE es Juan Carlos Lara, y no porque se esté aferrando a su silla, sino todo lo contrario. Seguirá siendo el director del área de Protocolo por el extraordinario trabajo que realizó junto con su equipo, de la mano con el equipo de Ebrard y Fabián Medina. Enhorabuena, ya que SÍ son expertos en sus temas. Ah, y ya que hablo de la SRE, les puedo informar que Abraham Zamora, tristemente para muchos NO se regresó a Aeroméxico, de Andrés, el capitán galán, Conesa, sino que el superfichaje se lo ganó ni más ni menos que Carlos Ruiz Sacristán para IENOVA.
Siguiendo con los fichajes exitosos, se acuerdan de Luis Armando Melgar, quien fuera el mejor candidato para Chiapas, ya que era el único que agrupaba al PRI y al Verde, pero que por el capricho de Nuño y Ochoa prefirieron a Roberto Albores y perdieron el estado, bueno pues ha sido designado como titular de Banca de Gobierno en Banco Azteca. Por cierto, les conté que Ochoa no se paró de su curul para recibir a EPN el 1 de diciembre, por lo que me buscó para decirme que estaba en un error y que lo acompañó hasta el presídium. Así pues, aclarado el tema está, como si esto cambiara su historia en el partido con todo y su credencial número 3.