Una de las coincidencias más difíciles de alcanzar entre los integrantes de una mesa redonda es cuál sistema socio económico reduce el porcentaje de pobres y eleva el nivel de vida de la mayoría. Cada participante ve o ignora la realidad bajo el prisma de sus creencias, ideologías o conveniencias. Si criticas al socialismo eres de derecha, capitalista y partidario de los ricos; si dices buscar la igualdad de ingresos económicos eres socialista y te presentas como defensor de los pobres, te llevas la simpatía de gente buena, pero ignorante de los resultados reales de los sistemas económicos en el mundo.
Ese tipo de discusión dista mucho de decidir la efectividad de los sistemas económicos como en las medicinas y tratamientos para enfermos. Su validez depende si curan o no curan. Y se acaba la discusión.
La Real Academia Española define el socialismo como un “Sistema de organización social y económica basado en la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción y distribución de los bienes”, y al capitalismo como “un sistema económico cuyos fundamentos son la propiedad privada de los medios de producción y la libertad de mercado”.
Entre los países que durante el siglo XX o XXI practicaron o practican el socialismo, también llamado “Capitalismo de Estado”, están la China de Mao, Rusia o Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas con Lenin y Stalin y países de Europa del Este. Otros socialistas del siglo XX y XXI son Alemania Oriental, Vietnam del Norte, Corea del Norte, Cuba y Venezuela. Entre los países donde predominó el capitalismo están Estados Unidos, Canadá, Chile, Alemania Occidental, Japón y Suiza. A muchos países se les denomina mixtos, según el gobernante en turno se acercan a un sistema u otro, como México.
Para analizar con fundamentos esa controvertida alternativa y llegar a conclusiones basadas en la realidad, la lógica y la experiencia, escribí un pequeño libro titulado Capitalismo o socialismo, publicado por amazon.com, en el cual demuestro con cifras y hechos históricos, qué sistema reduce la pobreza y respeta la vida, la propiedad, y la libertad, y cuál aumenta la pobreza, la emigración y justifica gastos en nombre de una mítica igualdad de ingresos y del combate a la pobreza.