Hay quienes creen de buena fe, otros por su ideología marxista o porque es un buen negocio para algunos altos funcionarios, que mantener la propiedad estatal de los monopolios del petróleo y la electricidad, garantizan la soberanía de México.
Esa afirmación es falsa. Si fuera verdad, los vecinos del norte habrían perdido su soberanía, pues en EU casi 100 por ciento de la extracción del petróleo y la comercialización de sus derivados, entre ellos la gasolina, igual que la generación y distribución de la electricidad, las realiza el sector privado.
El gobierno de Estados Unidos recibe millones de dólares por los impuestos que les pagan los productores y comercializadores de petrolíferos y de la electricidad, mientras en México el sector petrolero y eléctrico, monopolizado por los gobernantes, pierde dinero, debido a sus nóminas excesivas y pagos por arriba del mercado a contratistas, que comparten las ganancias de los sobreprecios con altos funcionarios de las empresas estatales.
Según datos de Globalpetrolprice.com, al 19 de junio del 2023, el litro de gasolina se vendió en EU en 1.027 dólares, mientras en México al equivalente a 1.405 dólares, un 36.5 por ciento más cara que en EU, tomando como base el tipo de cambio a esa fecha
El costo de la refinería de Dos Bocas lo calculó Pemex en agosto del 2019 en 8 mil millones de dólares, a mediados del 2023 en 17 mil 341 millones, más del doble.
A febrero del 2023, la ASF encontró irregularidades en Dos Bocas por más de 376 millones de pesos en los contratos.
En el 2018, la CFE tuvo ganancias por 36 mil millones de pesos, en 2022 perdió casi 40 mil millones.
Pemex y la CFE, a mediados de 2023, tuvieron observaciones de la ASF por el opaco destino de mil 837 millones de pesos.
El Tren Maya presentó irregularidades, según la Auditoría Superior de la Federación, por al menos mil 400 millones de pesos. Esas irregularidades no son las únicas, hay dependencias federales que todavía no presentan datos de sus gastos en 2022.
Ojalá, López Obrador en los meses que le faltan como presidente, en lugar de inventar en qué gastar más, como la compra de Mexicana de Aviación, se dedique a aclarar esos faltantes.
La solución es vender Pemex y la CFE a particulares, lo que le daría más recursos al gobierno, aunque tendrán menos dependencias de dónde robar algunos funcionarios corruptos.