Varios analistas ven el 2024 como un año en el que puede reventar la economía mexicana, antes o al poco tiempo de que AMLO entregue la presidencia a su sucesor o sucesora.
De seguir el gobierno de la 4T aumentando en 2024 sus niveles de gasto gubernamental, el déficit presupuestal, la deuda externa y creciendo los precios por arriba que en EU, nuestro principal socio comercial, el gobierno mexicano puede perder el control de la economía y del tipo de cambio.
Hay salida si el presidente López Obrador reconoce que debe cambiar el camino; si no, llevará la economía a una barranca, de la cual costará mucho trabajo sacarla.
Hay soluciones, sintetizamos algunas de ellas:
1.- Bajar la tasa de impuestos a niveles de EU, nuestro principal socio comercial, donde la tasa máxima es del 36.6 por ciento, mientras en México, del 55.1 por ciento.
2.- Reducir la violencia. En México hubo 25 homicidios por cada 100 mil habitantes; en EU, 6.8. El porcentaje de homicidios en México fue casi el triple que en EU.
3.- Frenar el crecimiento de la deuda externa, que en cualquier momento se puede volver impagable por más ampliaciones de los plazos para pagar los intereses.
4.- Frenar el crecimiento del déficit presupuestal, variable, cuyo crecimiento se traduce en un aumento del riesgo país, y crea la necesidad de aumentar las tasas de interés para mantener las inversiones de extranjeros en pesos, cuya salida presionaría más el tipo de cambio.
5.- Terminar con los monopolios de la extracción del petróleo y la generación de electricidad, cuyas pérdidas son insostenibles a mediano y largo plazos. En 2022 las pérdidas de Pemex fueron mayores a los presupuestos juntos de la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Marina, y más altas que el presupuesto de la Secretaría de Salud.
Hay que convertir a Pemex y la CFE en empresas verdaderamente públicas, que coticen en la Bolsa de Valores, para lo cual tienen que transparentar sus ingresos y gastos. Hasta ahora son empresas privadas del Presidente en turno.
Si no hay una mayor transparencia en los gastos de las empresas estatales, fuentes de derroches y corrupción, difícilmente se evitará una fuerte crisis económica en el 2024.