El Al Hilal recibirá una millonaria compensación de parte de la FIFA por la grave lesión que sufrió Neymar en el parón que concluyó el martes. El delantero se rompió los ligamentos de la rodilla en un juego eliminatorio de Brasil ante Uruguay. La cantidad podría alcanzar los 7.5 millones de euros: cacahuates para el conjunto árabe, que pagó unos 90 millones de euros al PSG hace apenas un par de meses. A Al Hilal le vale gorro el dinero que le otorgue la FIFA. En realidad, se les estropea un proyecto deportivo que, en gran medida, tenía en Ney gran parte de sus esperanzas para competir en la ultra-reforzada Liga árabe.
Así es la Fecha FIFA. Parones de Selecciones que, francamente, le importan a muy pocos. Lo pudimos leer en las palabras del entrenador del Bayern Múnich, Thomas Tuchel, quien se quejó amargamente de que Alemania tuviera que viajar a Estados Unidos a enfrentar a México, una semana antes de los cruces de la tercera jornada de la Champions, en medio de una temporada en la Bundesliga que está resultando más complicada de lo habitual para el equipo bávaro.
Como ‘virus FIFA’ se conoce al grupo de lesionados que vuelven a sus equipos después de una fecha de Selecciones que pausa los campeonatos para ver a equipos nacionales disputar partidos que solo benefician a las federaciones de cada país y, por supuesto, a la FIFA. Los clubes, que preparan cada día y pagan los sueldos de los jugadores que disputan esos encuentros, solo sufren al ver el desgaste físico y, muchas veces, emocional, de sus estrellas, antes de volver a la máxima competencia de cada Liga.
En este futbol mundial, la sobrecarga de partidos hace a los jugadores propensos a lesionarse y, también, a perder el ritmo. Por ejemplo, Santi Giménez, uno de los hombres con mejor momento en Europa, voló desde Países Bajos a Estados Unidos para jugar con México en un esquema diferente, ante rivales con una exigencia distinta, y no marcó goles. Ojalá no tenga afectaciones al readaptarse al sistema del Feyenoord y lo podamos ver debutar con éxito en Champions la próxima semana. En realidad, su entrenador, Arne Slot, tendrá que decidir si lo alinea mañana ante Vitesse o le da descanso para que llegue bien al juego del miércoles ante la Lazio. Eso no tenía que pasar si Bebote no hubiera tenido que viajar tantos kilómetros y lidiar con el jetlag.
Para los grandes clubes de Europa, como el propio Bayern de Tuchel, y otros gigantes como Manchester City, PSG, Real Madrid o Barcelona, cada parón FIFA supone sacar los rosarios y orar para que sus estrellas vuelvan con bien. El Manchester United, por ejemplo, perderá a Casemiro, su motor en el mediocampo, por una lesión en el tobillo que sufrió en el encuentro entre la Canarinha y Venezuela, y no jugará este fin de semana ante el Sheffield United; aunque el rival no parece demasiado peligroso, el momento de los Red Devils no es el mejor.
Como aficionado, no solo hay un problema con las posibles lesiones. Si eres fan del Liverpool, el Derbi de Merseyside, ante el Everton, es un duelo sumamente esperado, pero claro que debe haber miedo de saber cómo vuelven los internacionales para el partido del sábado. Pero no solo es el fin de semana inmediato. Por ejemplo, Real Madrid y Barcelona se van a medir en el Clásico español en dos fines de semana, el sábado 28. El Madrid, ahora, es líder; los culés son terceros. ¿Cómo van a llegar? Teníamos claridad hace dos fines de semana. Hoy, no.
En un artículo del diario español Marca, se hace un recuento de los lesionados en septiembre y octubre. Suman 122, 85 de ellos por molestias musculares. Usualmente, las lesiones musculares en deportistas profesionales tienen que ver con sobrecarga. Normal si hay jugadores que llegan a disputar hasta 90 partidos en un año. El periódico cita el ejemplo del mediocampista del ManCity, Rodri, quien además de los 67 duelos que puede jugar con su club, aspira a alinear 23 más con la Selección española en 2023-24. Una locura
En un año sin Eurocopa/Copa América/Copa Oro o Mundial, un jugador, seleccionado nacional, puede disputar 13 o 14 duelos más con su país. Juegos, usualmente, sin verdadera relevancia. En México, por ejemplo, ya ni siquiera conviene que la Selección juegue acá porque los estadios no se llenan; hay que ir a hacer caja en Estados Unidos, donde los paisanos son fieles al Tricolor, muchas veces sin importar el rival o el nivel de juego.
Reto a un ‘mortal’ a recordar a los contrincantes de México en la Fecha FIFA de septiembre. Y si los recuerdan, díganme los resultados. Yo, sin asomarme a Google, no lo recuerdo en primera instancia, y eso que me dedico a esto.
Las Fechas FIFA son veneno para el futbol. En un mundo en el que, supuestamente, estamos evaluando cómo cuidar al futbolista y, también, mimar a la gallina de los huevos de oro. La verdad es que las cosas no se están haciendo bien.