Un nutrido grupo de aficionados al Guadalajara se levantó de su asiento cuando cayó el gol del empate del América en el Estadio Azteca. Un 2-2 que mataba las esperanzas de un equipo aguerrido que hizo soñar a la legión rojiblanca con una remontada histórica en la Concacaf Champions Cup, luego de una estrepitosa derrota en la ida que prácticamente marcó el camino de la serie.
Por un momento, en un sinsentido futbolístico, Chivas vio posible el milagro. Esta vez sí era un auténtico milagro, pues no había forma de aspirar a eso con el paupérrimo juego demostrado en las últimas dos semanas. Al final ese 0-2 que ponía el global 3-2 y al Rebaño a un gol de mandar la serie al alargue, acabó en nueve minutos con un autogol y una jugada magistral con más de treinta toques previos antes de que Alejandro Zendejas, con pasado chiva, marcara el 2-2. Aunque dos minutos después el Piojo Alvarado hizo el tercero para la visita y que definió el marcador, la realidad del global de 5-3 reflejó la claridad con la que las Águilas ganaron el Clásico.
En pocas palabras, el Guadalajara maquilló una dolorosa eliminación con una humillación en casa en el partido que definió la serie.
El Azteca tuvo una buena entrada, pero no se llenó. La gente que faltó fue precisamente la de Chivas, que castigó al equipo con su ausencia. Normal y justo, pero es difícil verlo. En la Ciudad de México, la afición acompaña, pero no el miércoles. ¿Con qué argumentos pedían los jugadores el apoyo después de caer 3-0 con Cruz Azul, 0-3 en casa en la ida con América y 1-2 de local ante el León?
Hay que insistir que el 2-3 en el Azteca lo único que hizo fue maquillar el resultado, que no fue digno ni reconfortante ni una luz en el camino. El Rebaño no tuvo el control del encuentro, tampoco demostró un planteamiento táctico deslumbrante, ni siquiera pudo contener al América cuando se puso serio, en el segundo tiempo. Fernando Gago no reaccionó cuando su máquina dejó de carburar, sus cambios fueron tardíos y tuvieron nulo impacto.
“El partido me gustó... Hicimos un buen partido, teníamos que ir a buscar de a un gol y así fue. Lamentablemente no nos alcanzó”, explicó Gago en la conferencia post. Probablemente haya que destacar el marcador parcial de 0-2, pero al descanso la posesión del América era de más del 60 por ciento, la diferencia en disparos era apenas de dos tiros y por largos periodos del partido, los rojiblancos parecían “chivas locas” correteando al equipo de Andre Jardine.
“Decían que (las Águilas) eran invencibles... A mis chivahermanos les digo que perdimos, pero lo hicimos ganándole al América”, esa fue la defensa de Javier Chicharito Hernández, como si ganar un partido después de que te golean y te eliminan sirviera de consuelo.
En la mesa de La Última Palabra, de FOX Sports, señalaron que la exigencia para los dos más grandes de México es diferente. Lo es. Y eso deja muy mal parado al Guadalajara.
El Clásico de mañana por la Liga MX parece la ‘revancha’ ideal para que los rojiblancos se desquiten de los azulcremas, pero no es así, debe dejarse de ver así. Si Chivas gana, alcanzará 18 puntos y aspira, máximo, a ubicarse sexto si pierden Necaxa y Tigres, no gana Pumas, y se combinan cuatro goles entre el triunfo del Rebaño y las derrotas de Rayos y UANL; en cambio, si América, con 24 unidades, pierde, la combinación de resultados no lo bajará más allá del cuarto sitio. Ahora mismo se llevan nueve puntos con 18 en disputa, ¿acaso aspiran realmente los jaliscienses a superar a los capitalinos en la clasificación en el Clausura 2024? La diferencia entre ambos es mucha y una victoria de los tapatíos no debería servir para echar campanas al vuelo. Dimensionen este dato: ¡Guadalajara no termina arriba de su archirrival en Liga desde el Apertura 2017!
Bueno, ahí les va otro: para la última vez que Chivas fue líder, hay que remontarse 13 años, al Apertura 2011, con 30 puntos; desde entonces, las Águilas lo han sido cinco veces, y todas con más unidades que los tapatíos: Apertura 2013 con 37, Apertura 2014 con 31, Apertura 2021 con 35, Apertura 2022 con 38 y el torneo pasado, Apertura 2023, con 40, y campeonato incluido.
Muchas cosas se han podido hacer mejor en todos estos años, pero lo primero que se debe hacer para mejorar es reconocer los errores, tener autocrítica; eso no lo tiene el actual pastor rojiblanco.