La primera etapa del proceso de selección del coordinador del Frente Amplio por México ha terminado, y creo que ha sido un gran éxito. Participaron 13 aspirantes, que debían conseguir 150 mil firmas (distribuidas en el territorio nacional) para pasar a la segunda etapa. Siete de ellos lo lograron, pero tres no tuvieron la dispersión geográfica necesaria, de forma que nada más cuatro personas estarán en la encuesta que se realizará en estos días, después del foro que se realizó anoche, después de la hora de cierre para esta columna.
Me parece un éxito el proceso porque se obtuvieron 2.5 millones de firmas, que no es poca cosa. Poco más de un millón provino de personas que firmaron individualmente, más de 800 mil firmaron gracias a promotores de diversas organizaciones, y poco más de 600 mil a través de partidos políticos. La distribución al interior de cada tipo de firmas me parece muy interesante.
Entre las firmas individuales, Xóchitl Gálvez triunfa absolutamente: casi 440 mil firmas, 42 por ciento en este segmento. Le sigue Beatriz Paredes, con casi 200 mil (19 por ciento), y eso me parece una gran sorpresa. En tercer lugar se ubica Enrique de la Madrid, con 135 mil (13 por ciento) y en cuarto lugar, Santiago Creel, con casi 115 mil (11 por ciento).
Entre las firmas por partido político, en primer lugar está Beatriz, con casi 175 mil firmas (21 por ciento), seguida por De la Madrid con 150 mil (18 por ciento), Creel con 100 mil (12 por ciento), y Xóchitl con 90 mil (11 por ciento). Entre promotores, la lista es totalmente distinta: la encabeza Silvano Aureoles con 196 mil firmas (23 por ciento), seguido por Cabeza de Vaca con casi 170 mil (20 por ciento) y Miguel Ángel Mancera, con 148 mil (18 por ciento). Luego vienen los de las listas anteriores: Creel con 143 mil (17 por ciento), Beatriz con 81 mil (10 por ciento), De la Madrid con 59 mil (7 por ciento) y Xóchitl Gálvez con 28 mil (3 por ciento).
Es curioso este comportamiento porque las primeras dos listas no son muy diferentes de las encuestas, pero esta tercera sí lo es. Supongo que los primeros tres aspirantes en ella mantienen una red de organizaciones civiles, tal vez como remanente de su reciente periodo como gobernadores, y gracias a ello obtuvieron una cantidad importante de firmas, pero concentradas en las entidades que gobernaron, y por eso no pudieron continuar.
Las encuestas publicadas en El Financiero, El Economista y El Heraldo son muy coincidentes. En todas ellas, Xóchitl ocupa el primer lugar, con prácticamente el doble de respaldo del segundo, que es (también en todas) Santiago Creel. El tercer lugar, sin embargo, no es siempre el mismo: lo disputan, con una diferencia inferior al margen de error de las encuestas, Beatriz Paredes y Enrique de la Madrid. Sin embargo, ya veíamos que Beatriz supera a De la Madrid en todas las listas, y por lo mismo en el total de firmas obtenidas.
Esto me parece otro gran éxito del proceso. Las cuatro personas que aparecen en primer lugar en las encuestas, también lo hacen en las firmas. Todavía más interesante, tenemos dos hombres y dos mujeres, y son ellas las que obtienen el mayor número de firmas: 40 por ciento del total, mientras el 60 restante se dividió entre los 11 hombres que participaron.
Creo que el proceso del Frente Amplio rompe varios mitos: la ciudadanía sí participa, sus tendencias no son tan diferentes de lo que miden las encuestas y lo que representan los partidos, y no hay una diferencia de género en las preferencias de los ciudadanos.
Los cuatro aspirantes me parecen calificados para la Presidencia, pero también me parece indudable que la mejor candidata es Xóchitl. Todo indica que las dirigencias de los partidos, sus militantes, y muchos ciudadanos, piensan diferente. De eso trata esta segunda etapa.