Estructuras y Estrategias

El reto de Claudia Sheinbaum en el sector infraestructura

Claudia Sheinbaum debe confiar en los expertos en cada sector y subsector de la infraestructura en México, y apoyarse más en el sector privado.

En el sexenio de López Obrador, no hubo un mecanismo de planeación nacional de la infraestructura que diera orden y coordinación a todos los actores del sector, con metas y objetivos comunes, para generar crecimiento, estabilidad y redistribución del ingreso, que son los objetivos que todo gobierno sensato debe perseguir.

Salvo proyectos puntuales, como el Tren Maya, el AIFA y la refinería de Dos Bocas, que Claudia Sheinbaum ya anunció que les dará continuidad, se detuvieron las inversiones en infraestructura, que es la plataforma para progresar a través del crecimiento y la generación de empleos. Además, el gobierno federal desaprovechó el potencial de la inversión privada en el sector, pasando por alto que los recursos públicos destinados al sector no son ni suficientes ni eficientes.

La infraestructura es el elemento detonador del crecimiento, porque a la vez que provee a las empresas de servicios importantes como energía, carreteras, ferrocarriles, comunicaciones, servicios hidráulicos, etcétera, también las inversiones en infraestructura generan ingresos por sueldos y salarios permanentes y temporales a las familias.

Debido a la falta de visión clara de AMLO en cuanto al sector infraestructura, no se han invertido los recursos necesarios, ya no digamos para expandir, sino para mantener en funcionamiento óptimo al Sistema Eléctrico Nacional, el sistema nacional de ductos, la red federal carretera, el sistema ferroviario nacional, los puertos, los cruces fronterizos, el sistema hidrológico nacional, la infraestructura turística, las telecomunicaciones, etcétera.

Por lo anterior, le propongo a Claudia Sheinbaum generar un presupuesto extraordinario para 2025, basado en las siguientes premisas:

Inversión extraordinaria en conservación y mantenimiento de la infraestructura.

La falta de mantenimiento de la infraestructura incrementa de manera geométrica el deterioro de esta, causando que en el corto plazo sea más costoso reconstruirla que darle el mantenimiento programado normal, además de una disminución acelerada del nivel de servicio del sector infraestructura de México. Mención especial merecen el mantenimiento de las carreteras, caminos rurales, vías férreas, puertos y la infraestructura eléctrica.

Inversión sin precedente en la red federal carretera.

El sistema carretero de México conecta aeropuertos, puertos, terminales de autotransporte o ferroviarias, instalaciones de energía como centrales petroquímicas, refinerías, centrales eléctricas, además de presas, aduanas, fronteras, zonas turísticas, instalaciones de seguridad, bases militares, etcétera. Cualquier país que busque viabilidad a corto plazo debe realizar una inversión sin precedentes en el sector carretero.

Inversión de emergencia en el sector eléctrico.

Por seguridad nacional, es necesario fortalecer la generación, transmisión, y distribución de energía eléctrica, para dar sustento al crecimiento inercial y de mediano plazo de la economía, y a la demanda adicional generada por el nearshoring, los fenómenos meteorológicos y el crecimiento económico. En este sector no se puede ‘caer el sistema’.

Inversión prioritaria en la frontera México-EU.

Le sugiero a Claudia Sheinbaum un ambicioso programa de modernización de la infraestructura fronteriza en los estados del norte de México que colindan con EU: Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, para aprovechar su ubicación privilegiada para el nearshoring. En la zona norte de México se requieren todos los cruces fronterizos, todas las carreteras y toda la infraestructura posible para incrementar la competitividad de nuestro país y montarnos en la ola del nearshoring, generando una mayor riqueza que ayude a Claudia Sheinbaum a contar con recursos para invertir en otros sectores prioritarios.

En fin, son gigantes los retos en el sector infraestructura en el sexenio que encabezará Claudia Sheinbaum, pero creo que a la presidenta electa le pueden ayudar mucho dos premisas fundamentales:

1. Confiar en los expertos en cada sector y subsector de la infraestructura en México, e integrar a la brevedad un Plan Nacional de Infraestructura, para avanzar, modernizar y subsanar los rezagos que existen en la infraestructura, y

2. Apoyarse más en el sector privado para acelerar las inversiones en el sector infraestructura, que tanta falta le hacen a nuestro país.

Creo que Claudia Sheinbaum debe actuar en el sector infraestructura bajo la siguiente premisa: Todo el mercado que sea posible, todo el estado que sea necesario.

El autor es presidente de EYEMEXICO.

Marco  Garza

Marco Garza

Presidente y director general de EYEMEXICO.

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