Donald Trump será el presidente No. 47 de los Estados Unidos de América.
El republicano ganó las elecciones de manera contundente y se apunta a tener un control absoluto de ambas cámaras del Congreso de los Estados Unidos e incluso en la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos.
Sus posturas de campaña respecto a nuestro país han generado nerviosismo en México, sin embargo, creo que su discurso electoral distará mucho de su acción de gobierno, porque hará lo que tenga que hacer para relanzar la economía estadounidense y concretar su Make America Great Again. No puede hacer grande a la economía americana sin apoyarse en la totalmente complementaria economía mexicana.
Sin embargo, compartimos más de 3 mil km de frontera con la mayor potencia económica del mundo y aún no hemos aprovechado el potencial enorme que, junto con Canadá, nos brinda nuestra privilegiada ubicación frente al resto del mundo.
Según el U.S. Bureau of Transportation Statistics, durante 2023 se transportó por vía carretera o ferroviaria el 84.5 por ciento del valor del comercio exterior entre México y EU.
Nuestra infraestructura carretera y ferroviaria transfronteriza con Estados Unidos es nuestra principal plataforma de comercio internacional y debe ser conservada, modernizada y aumentada para reducir el costo de transporte en las operaciones de comercio terrestre con nuestro principal socio comercial. Por ello, los puentes internacionales y los cruces ferroviarios de México con EU deberían ser una prioridad de los tres niveles de gobierno de México.
El país debe hacer un esfuerzo sin precedentes por aumentar y modernizar la infraestructura de transporte binacional en todos los estados fronterizos del norte.
Frecuentemente he enunciado los principales proyectos fronterizos que fortalecen la infraestructura internacional entre México y Estados Unidos:
•El cruce internacional de Mesa de Otay II en Baja California.
•El nuevo cruce ferroviario en Naco, Sonora.
•Los nuevos puentes internacionales de Anapra y Fabens, en Ciudad Juárez-El Paso.
•El nuevo puente internacional Del Río-Ciudad Acuña, Coahuila.
•El nuevo puente internacional de carga en Ciudad Mier, Tamaulipas.
•El Puente Internacional III y el Puente Ferroviario de Nuevo Laredo, Tamaulipas.
•Ampliación a cuatro carriles del tramo libre La Gloria-San Fernando, Tamaulipas.
•Puente 4/5 de Nuevo Laredo, Tamaulipas.
•Diversos proyectos de libramientos carreteros y ferroviarios en los estados del norte de México.
Me permito hacer mención especial de la construcción de la carretera La Gloria-Colombia y el proyecto de ampliación del Puente Internacional Colombia, ambos en el estado fronterizo de Nuevo León. Estos proyectos de infraestructura representan inversión pública del Estado de Nuevo León, y vienen a fortalecer el sistema de puentes fronterizos de Laredo Texas, por cuyos cruces transita alrededor de 45 por ciento del total de comercio internacional de México cada año. Creo que este es un ejemplo de la complementariedad de la inversión de los tres niveles de gobierno para fortalecer nuestra plataforma logística binacional.
En la zona norte de México se requieren todos los cruces, todas las carreteras y toda la infraestructura posible para incrementar la competitividad de nuestro país y montarnos en la ola del nearshoring, pero construyendo la plataforma logística de gran envergadura que necesita México y EU para aprovechar su vecindad, sus ventajas comparativas y comerciar de manera eficiente.
Su vecindad física con EU, la complementariedad de sus economías y la ola de relocalización industrial, que al parecer se acentuará con Trump, representan una mina de oro, pues precisamente la infraestructura terrestre transfronteriza aporta casi nueve de cada 10 dólares del valor del comercio internacional, vinculando y potenciando también el resto de los sectores de la economía mexicana que no se localizan en los estados fronterizos del norte.
Bajo la presidencia de Trump, la economía americana se orientará progresivamente hacia el mercado y, al parecer, también la economía canadiense volverá a la economía de mercado ya que el aguerrido líder de la oposición, Pierre Poilievre, está a punto de llegar al poder en Canadá como un primer ministro conservador y orientado al mercado.
El presidente Trump puede ser un aliado para la recuperación del crecimiento de México, y eventualmente el primer ministro Poilievre, pero si no fortalecemos urgentemente la infraestructura transfronteriza, carretera y ferroviaria en la frontera norte de México, literalmente se nos puede ir el tren, ¡otra vez!