Aunque ya tengamos coordinadoras tanto en el Frente Amplio por México como en Morena, nada está escrito y como dicen por allí, esto no se acaba, hasta que se acaba.
Los procesos, aunque no empezaron al mismo tiempo, sí pueden ser comparables tanto en alcance como en actitud a lo largo de ambos periodos.
El de Morena se realizó entre mediados de junio y el 6 de septiembre de 2023 y llegó a más de 110 millones de personas, mientras que el del Frente Amplio empezó a principios de Julio y terminó el 3 de septiembre con un alcance de casi 71 millones de personas.
Salvo al inicio y al final -más por escándalos que por decisiones- el Frente Amplio por México posicionó más temas y/o fue más relevante en la agenda sociodigital que el proceso de Morena. En parte por ser oposición en un proceso involucrando diferentes partidos y sociedad, así como por los mismos candidatos y, por otra parte, porque el mismo Presidente Andrés Manuel López Obrador habló más de ellos que de sus propias corcholatas.
Por poner un ejemplo, el evento de entrega de constancia como coordinadora a Xóchitl Gálvez en el Ángel de la Independencia (en el Paseo de la Reforma el pasado 3 de septiembre), llegó a más de 13 millones de personas, frente al Quinto Informe del Presidente del 1 de septiembre que alcanzó a poco más de 10 millones.
Ahora bien, en percepción le fue mejor al Frente que a Morena, en términos generales. El primero quedó 83% a favor y un 17% en contra. Y es que la semana de la decisión de la candidata, es decir cuando “bajan” a Beatriz Paredes de la contienda, fue tomada de manera negativa por parte de la audiencia, principalmente por la forma en la que lo hicieron y por no terminar el proceso de consulta previsto.
En general los usuarios consideraron que el del Frente fue un proceso más democrático tanto en la elección de la candidata como en la participación -por ejemplo en relación a los foros-, que promovió la unidad entre partidos e incluso entre los mismos candidatos que fueron declinando y se fueron apoyando, además de que consideraron que la participación ciudadana fue tomada en cuenta en las diferentes fases.
Del lado de Morena, aunque obtuvo un 35% a favor, principalmente retomando las declaraciones del Presidente de que era un proceso democrático inédito y no habría “dedazo”, en general la audiencia sociodigital quedó con un sabor de boca “amargo”.
El 65% menciona que el proceso estaba definido desde el inicio a favor de Claudia Sheinbaum, que se puede fraccionar el partido tras la designación de la candidata, que se salió de las manos tras las denuncias de Marcelo Ebrard y que le ganó en tiempo y forma el proceso del Frente Amplio.
En relación a cómo cerraron esta primera etapa los candidatos. Tanto Xóchitl Gálvez como Claudia Sheinbaum terminan con una percepción positiva. Ambas fueron inundadas con felicitaciones por parte de la audiencia; celebran además que sea un proceso en el que se involucren mujeres y consideran del lado del Frente que Xóchitl representa a la oposición y que tiene posibilidades y de Claudia Sheinbaum reconocen que se preparó para este momento.
Como al cierre de este análisis el futuro de Marcelo Ebrard es incierto, la percepción fue principalmente negativa, 78% frente a 22%, principalmente por parte de la opinión pública favorable a Morena, pues señalan que no fue un buen perdedor, que puede dividir al partido y que él ya tenía un “plan b”.
El caso es que casi que “todos queremos ser Marcelo” porque ahora todos los partidos lo quieren como militante.
Este camino aún va a ser largo, porque si bien es cierto que tanto Gálvez como Sheinbaum quedaron como coordinadoras de sus respectivas fracciones, no serán candidatas registradas hasta febrero y sólo habrá una presidenta hasta junio. Amanecerá y veremos.