El nombramiento de la profesora Leticia Ramírez como titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) me produjo un espontáneo regocijo. Me sorprendió muy positivamente.
Pero también me sorprendió la reacción de muchos opinadores, que no escatimaron espacio alguno para descalificar y denostar el nombramiento.
Esgrimieron abundantes cuestionamientos relacionados con la falta de ‘perfil’ y ‘experiencia’, pero ninguno sustentado por argumento alguno.
Tiene razón Hernán Gómez Bruera, en realidad el nombramiento no les ha causado urticaria por falta de perfil o experiencia, sino por el origen social de la persona designada.
Leticia Ramírez Amaya, nueva titular de la Secretaría de Educación Pública, es profesora y antropóloga. Cuenta con una licenciatura como profesora de primaria de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros. También realizó estudios en Antropología Social en la Escuela Nacional de Antropología e Historia.
Fue profesora de primaria frente a grupo desde muy joven. Y también a temprana edad comenzó a participar en las movilizaciones magisteriales por más salario y mejores condiciones de trabajo para maestras y maestros.
En los años 80 se incorporó a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Y llegó a tener una representación dentro del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Participó en numerosos foros sobre política educativa en los que criticó las tendencias privatizadoras de los gobiernos de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo.
Es fundadora de tres organizaciones políticas. De la Organización de Izquierda Revolucionaria - Línea de Masas en 1982; del Partido de la Revolución Democrática en 1989.; y de Morena en 2012.
Al finalizar los 90 fue secretaria de organización del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, cuando fue su presidente Andrés Manuel López Obrador.
Entre 2000 y 2006 fue coordinadora de atención ciudadana de la jefatura de Gobierno del Distrito Federal, con AMLO.
En diciembre de 2018 fue nombrada titular de la Oficina de Atención Ciudadana de la Presidencia, también con AMLO.
Más allá de su trayectoria formal, Leticia Ramírez es conocida por aspectos de carácter cualitativo, como su gran calidez humana, su sensibilidad social y su compromiso con la transformación del país.
Es una docente constructora de pedagogía crítica. Fue maestra en escuelas públicas y en colonias populares. Dio clases en primarias como la Juan Antonio Mateos, en la colonia Olivar del Conde, y en la Flavio Gutiérrez Zacarías, en las barrancas de Santa Fe.
En 1989 participa en el movimiento magisterial de la Ciudad de México, que logra un aumento que rompe el tope salarial y conquista el primer Comité Democrático de la Sección IX del SNTE. Dicho comité lo encabezó el profesor Daniel Sandoval y Leticia Ramírez fue la secretaria de organización.
Su militancia política comienza al lado de personajes como Enrique González Rojo, Jesús Martín del Campo, Pedro Moctezuma, Luis Hernández y otros integrantes de la OIR-Línea de Masas.
En la vieja ‘democracia’ censitaria sólo tenían derechos políticos los hombres blancos propietarios de tierras y riquezas. Algunos de los opinadores de nuestros días parecen estar aún en esa época y confunden perfil y experiencia con jerarquía de casta y clase social.
Creen que para ser secretario de Estado hay que ser político acaudalado, egresado de universidades extranjeras o poseedor de hectáreas de tierra, como las que un extitular de la SEP le vendió a un periodista.
Nuevamente el presidente López Obrador nos sorprende positivamente rompiendo paradigmas y transformando el ejercicio del poder al designar a la profesora Leticia Ramírez Amaya como titular de la SEP.
Leti Ramírez, como le decimos cariñosamente sus compañeros, es una mujer de origen social humilde que tiene experiencia docente, sindical, política y administrativa. Tiene el perfil para ser titular de la SEP y nos da mucho gusto su designación.
El autor e s secretario de Gobierno de la CDMX.