Gestión de Negocios

Crecer en tiempos de tempestad

En cualquier entorno, las empresas tienen la misión de mantenerse competitivas frente a sus diversos clientes.

Cuando la economía se ralentiza y las compañías entran en incertidumbre por múltiples factores exógenos, el ambiente corporativo tiende a volverse defensivo o, por lo menos, particularmente cauto.

Y si bien la prudencia puede ser siempre un buen aliado, para cualquier compañía sana es un error comprar el argumento de la complejidad exterior ciegamente. Si la organización es rentable, aunque pueda sonar chocante o contra climático, se debe seguir enfocando en el crecimiento sostenido.

En cualquier entorno, las empresas tienen la misión de mantenerse competitivas frente a sus diversos clientes, financieramente viables en su escala y observantes de una funcionalidad basada en el perpetuo razonamiento productivo que debe guiar toda decisión.

En un año complejo, ¿cómo cuestionarnos si estamos apuntando hacia el crecimiento máximo posible? Aquí tres interrogantes para la reflexión directiva:

1) ¿Qué exactamente estamos haciendo?.- Así. Simple. El objetivo es asegurar que estamos visibilizando cada componente de nuestro actuar organizacional, cada elemento de costo y cada unidad de energía del equipo responsable.

Es bien sabido en el mundo de las empresas que no debe haber costo donde no hay valor percibido en nuestros clientes. Lo que es olvidado con frecuencia es que las compañías tienden a ser acumuladoras de capacidades y, en consecuencia, la inercia puede silenciosamente destruir muchas nuevas posibilidades.

2) ¿Por qué estamos haciendo lo que hacemos?.- Con lentes de hoy, no con explicaciones del pasado. El propósito es verificar que cada componente de la complejidad que navegamos responde a una intención justificada vigente.

El esfuerzo colectivo nunca debe aceptar la petrificación de cosas que debieron dejar de hacerse en cierto pasado y siempre debe ser tan proporcional como direccionado al crecimiento intencionado que se busca para el futuro inmediato.

3) ¿Qué estamos obteniendo con lo que estamos haciendo? A la luz de la estrategia para los mercados en que la empresa se enfoca. La lógica productiva endógena debe ser reforzante en todos sus elementos posibles, aunque desde afuera luzca incompatible.

Si los resultados obtenidos no son óptimos para la cantidad de esfuerzo puesto al servicio del propósito, o se replantean sus formas, costos y elementos para hacerlo diferente y con mejores ‘outputs’ o se debe cuestionar la continuidad del asunto en su conjunto.

El crecimiento es una decisión. Es un nuevo nivel, tamaño o alcance que se busca con accionares internos, independientemente de la temperatura exterior o lo azarosas que puedan resultar algunas cosas para lograrlo.

El mundo está nervioso por hoy, por mañana y por pasado mañana. Pero en el mundo hay muchos que seguirán haciendo la tarea para revisar lo revisable, afinar lo afinable y apuntar en más y mejores direcciones.

Y sí, jóvenes. En entornos de alta tempestad siempre hay algunos a los que la realidad los encuentra mal parados. Y lo duro pero fascinante del mercado es que la desgracia que resulte para unos se convierte inmediatamente en una oportunidad para otros.

Y, si somos echados para adelante, en este último lado siempre queremos estar.

Allenamenti Speakers sigue creciendo en el continente…

Hace poco más de una década, ese buró de conferencistas vendió –desde México–una primera conferencia en Estados Unidos. La semana pasada, vendió su primer ‘engagement’ en Nueva York desde su nueva filial en Texas llamada Allenamenti Speakers International, Inc.

Incorporado en 2006, ese buró de conferencistas mexicano sigue pavimentando la promoción de +500 conferencistas del mercado premium en todo tipo de convenciones, congresos y eventos corporativos desde Canadá hasta la Patagonia ¡Felicidades al equipo que lo hizo posible!

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